A fines de julio en San Ramón de la Nueva Orán surgieron varias denuncias acerca de robos de motocicletas desde el interior de las viviendas. Hechos de suma gravedad que se fueron sucediendo en la ciudad norteña, la mayoría de ellos con el mismo modus operandi: irrumpir en horas de la noche, con elementos como tenaza para cortar candados y llevarse por lo general rodados de importantes cilindradas. La semana pasada un hombre de 59 años denunció la sustracción de dos de sus motos, una Honda CV 125cc y una Yamaha 125cc.
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A fines de julio en San Ramón de la Nueva Orán surgieron varias denuncias acerca de robos de motocicletas desde el interior de las viviendas. Hechos de suma gravedad que se fueron sucediendo en la ciudad norteña, la mayoría de ellos con el mismo modus operandi: irrumpir en horas de la noche, con elementos como tenaza para cortar candados y llevarse por lo general rodados de importantes cilindradas. La semana pasada un hombre de 59 años denunció la sustracción de dos de sus motos, una Honda CV 125cc y una Yamaha 125cc.
Según el denunciante personas desconocidas violentaron el candado del portón de ingreso a su domicilio desde donde se llevaron dos motocicletas. El damnificado dijo no saber quién o quiénes cometieron el ilícito, a través de su denuncia personal policial de distintas áreas se abocaron a sus tareas en pos de seguir los pasos de él o los delincuentes. Intervino personal de la Brigada de Investigaciones 2 de Orán.
Luego de recibir la orden judicial, intervino el Juzgado de Garantías 2, los investigadores se desplazaron hacia diferentes puntos de la ciudad norteña donde efectuaron allanamientos. En la calle Pueyrredón al 1100 los uniformados lograron la detención de F.E.C., de 21 años; en otra dirección, calle Córdoba al 1500, detuvieron a P.F.M. (25); otro de los sorprendidos fueron A.M.H. (24) y F.E.C. (21), todos sospechados de ser parte de una organización que desde hace un tiempo se dedicaban a robar motos en Orán.
Entre los elementos secuestrados se encuentran prendas de vestir, motocicletas de diferentes marcas y cilindrados, una planta de marihuana, la suma de 15.500 pesos, parte de motos desarmadas, una ganzúa, un alicate, una barreta de hierro y un arma de fuego calibre 38 con 6 vainas en el tambor y 22 vainas por separado. Con el curso de la investigación y siguiendo las huellas de otros sospechosos, los investigadores también lograron interceptar y poner a disposición de la Justicia a P.F.M. (25) y P.S.M.J. (19).
Los sabuesos debieron recorrer e irrumpir por distintos barrios oranenses no solo para tratar de sorprender a los delincuentes sino también llegar a lugares con la certeza de encontrar a las personas que fueron a buscar y secuestrar elementos de valor para la causa. En algunos casos se abrió una espectacular persecución entre los investigadores y los sospechosos.
Desde el Juzgado de Garantías 2 y la Fiscalía Penal 2, que intervinieron desde un primer momento antes, durante y después de los allanamientos, solicitando distintas diligencias: detención de las personas, secuestro de los elementos, realización de las fichas dactilares y el posterior traslado a la sede fiscal en cuestión.
De esta manera se presume que una organización dedicada al robo de motos en Orán se habría desbaratado, según fuentes investigativas más sospechosos pueden estar ligados a esa organización.
Inseguridad que no da respiro en el norte
El robo de motos es solo una de las modalidades que los delincuentes llevan a cabo en el norte provincial y forma parte del universo delictivo. Según pudo averiguar El Tribuno, los integrantes de la organización dedicada a la sustracción de motos luego de concretar con éxito el robo, escondían el vehículo en algún taller clandestino para proceder a desarmar el rodado. Una vez perpetrado el desguace, las distintas piezas del rodado eran instalados en el mercado negro de autopartes.
Uno de los damnificados que denunció y fue entrevistado por este medio, a fines del mes pasado, pudo conseguir las imágenes del momento en que dos hombres a bordo de una moto llegaban a su domicilio, violentaban el ingreso y se llevaban una Honda Falcon 400cc modelo 2012. “Solo en otra vida puedo pensar en volver a comprar una moto como la que me robaron, cuesta muchísimo”, le dijo el damnificado a El Tribuno.
Los ladrones y asaltantes en algunos casos aprovechan el contexto, están siempre prestos a innovar sus formas de competer el delito, en esta oportunidad suelen camuflarse atrás de barbijos, buzos o camperas con capuchas para quedar prácticamente con todo el rostro cubierto y de esa forma evitar ser identificados. Desde hace algunos días, seis de estos delincuentes fueron atrapados y puestos a disposición de la Justicia.