La fuerza de la voluntad. Entre malas y otras peores, la corredora salteña Adriana Farías supo ganar cada carrera de la vida a las que se enfrentó y no se detiene. Hoy reparte su tiempo entre la Subjefatura de la Policía Provincial y su gran amor: el deporte.
Y lo cierto es que ahora su meta está puesta en los 21 km. de maratón a correrse este fin de semana en la ciudad jujeña de Palpalá y se le cruzó otra barrera: el permiso de la fuerza policial para poder competir y volver a representar a Salta. Todos apuestan a que esa autorización se concrete, pero la última palabra no está dicha.
Farías compite hace varios años en calle y hace running, y desde Ciudad del Milagro busca su tiempo para trasladarse y entrenar 6 días a la semana en el Legado Güemes.
De esta manera esta suboficial mayor de la Policía Provincial intenta día a día ser parte de los deportistas salteños que dejan huellas y grandes ejemplos.
“Los golpes me enseñaron y me ayudaron a superarme. El divorcio, las consignas en lugares peligrosos y las trabas en distintos aspectos de la vida las fui superando”, destacó Adriana a El Tribuno.
Pero esas cuestiones hasta fueron insignificantes con un hecho que le marcó el “circuito de la vida”.
“Mi hijo había tenido un accidente grave y se fracturó la cadera. Corrió el riesgo de no volver a caminar o quedar con alguna discapacidad”, recordó.
“Así, desde 2016 comencé a ir a correr, y también a llorar, al Parque del Bicentenario. Necesitaba una cable a tierra y descargar emociones y tanta tensión. La impotencia de ver así a mi hijo me dio fuerzas para no rendirme jamás”, señaló Farías.
En ese sentido destacó que “ahí me vieron correr el entrenador Jorge García y la profesora Vanesa Morales, que también enseña zumba y me propusieron enseñarme y prepararme para competir”.
Eso me cambió la vida y la superación llegó también de la mano de su hijo. “Él tiene ahora 23 años de edad y cursa la recta final de la carrera de Educación Física, algo que eligió tras muchas fisioterapias que lo llevaron a hacer una vida normal”, destacó.
Y todo se dio a su tiempo. Hoy entrena durante un poco más de dos horas diarias bajo las órdenes del profesor Miguel Farfán y no para de competir.
“Competí a comienzos de agosto en el cross country de la ciudad de El Carmen y estoy inscripta en el Raid Columbia desde el año pasado. La prueba que se suspendió se realizará el 1, 2 y 3 de abril del año próximo, en la localidad de Chorrillos y es de 24 kilómetros. Por ese motivo y al ser una prueba tan popular y exigente es que no puedo dejar de entrenar”, resaltó Adriana.
Pero no son los únicos objetivos en la mente y el cuerpo de esta permanente “policía en acción”. “Tengo pensado correr los 28 kilómetros en Tilcara y después los 10 kilómetros en las Salinas Grandes”, destacó al marcar nuevos desafíos.
Así, kilómetro a kilómetro y con sus jóvenes 46 años, sigue llevando a cabo sus sueños. “Mi objetivo cuando me retire de la Policía va a ser centrarme completamente en las competiciones” resaltó.
Mientras tanto no deja de lado sus obligaciones con la fuerza y la sociedad, ni quiera los fines de semana y espera ese pequeño permiso como un guiño para seguir demostrando que la vida siempre da nuevas oportunidades para valorarla.
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La fuerza de la voluntad. Entre malas y otras peores, la corredora salteña Adriana Farías supo ganar cada carrera de la vida a las que se enfrentó y no se detiene. Hoy reparte su tiempo entre la Subjefatura de la Policía Provincial y su gran amor: el deporte.
Y lo cierto es que ahora su meta está puesta en los 21 km. de maratón a correrse este fin de semana en la ciudad jujeña de Palpalá y se le cruzó otra barrera: el permiso de la fuerza policial para poder competir y volver a representar a Salta. Todos apuestan a que esa autorización se concrete, pero la última palabra no está dicha.
Farías compite hace varios años en calle y hace running, y desde Ciudad del Milagro busca su tiempo para trasladarse y entrenar 6 días a la semana en el Legado Güemes.
De esta manera esta suboficial mayor de la Policía Provincial intenta día a día ser parte de los deportistas salteños que dejan huellas y grandes ejemplos.
“Los golpes me enseñaron y me ayudaron a superarme. El divorcio, las consignas en lugares peligrosos y las trabas en distintos aspectos de la vida las fui superando”, destacó Adriana a El Tribuno.
Pero esas cuestiones hasta fueron insignificantes con un hecho que le marcó el “circuito de la vida”.
“Mi hijo había tenido un accidente grave y se fracturó la cadera. Corrió el riesgo de no volver a caminar o quedar con alguna discapacidad”, recordó.
“Así, desde 2016 comencé a ir a correr, y también a llorar, al Parque del Bicentenario. Necesitaba una cable a tierra y descargar emociones y tanta tensión. La impotencia de ver así a mi hijo me dio fuerzas para no rendirme jamás”, señaló Farías.
En ese sentido destacó que “ahí me vieron correr el entrenador Jorge García y la profesora Vanesa Morales, que también enseña zumba y me propusieron enseñarme y prepararme para competir”.
Eso me cambió la vida y la superación llegó también de la mano de su hijo. “Él tiene ahora 23 años de edad y cursa la recta final de la carrera de Educación Física, algo que eligió tras muchas fisioterapias que lo llevaron a hacer una vida normal”, destacó.
Y todo se dio a su tiempo. Hoy entrena durante un poco más de dos horas diarias bajo las órdenes del profesor Miguel Farfán y no para de competir.
“Competí a comienzos de agosto en el cross country de la ciudad de El Carmen y estoy inscripta en el Raid Columbia desde el año pasado. La prueba que se suspendió se realizará el 1, 2 y 3 de abril del año próximo, en la localidad de Chorrillos y es de 24 kilómetros. Por ese motivo y al ser una prueba tan popular y exigente es que no puedo dejar de entrenar”, resaltó Adriana.
Pero no son los únicos objetivos en la mente y el cuerpo de esta permanente “policía en acción”. “Tengo pensado correr los 28 kilómetros en Tilcara y después los 10 kilómetros en las Salinas Grandes”, destacó al marcar nuevos desafíos.
Así, kilómetro a kilómetro y con sus jóvenes 46 años, sigue llevando a cabo sus sueños. “Mi objetivo cuando me retire de la Policía va a ser centrarme completamente en las competiciones” resaltó.
Mientras tanto no deja de lado sus obligaciones con la fuerza y la sociedad, ni quiera los fines de semana y espera ese pequeño permiso como un guiño para seguir demostrando que la vida siempre da nuevas oportunidades para valorarla.