El trabajo territorial que tanto se pregona en el abordaje contra la trata comenzó a ser un hecho. Ayer al mediodía se inauguró un centro de lucha contra la problemática en el corazón del barrio San Antonio, una de las tradicionales zonas rojas de Salta. El inmueble donde funcionará el centro fue recuperado en la lucha contra la problemática.
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El trabajo territorial que tanto se pregona en el abordaje contra la trata comenzó a ser un hecho. Ayer al mediodía se inauguró un centro de lucha contra la problemática en el corazón del barrio San Antonio, una de las tradicionales zonas rojas de Salta. El inmueble donde funcionará el centro fue recuperado en la lucha contra la problemática.
La firma del convenio celebrado entre el Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Derechos Humanos, la Jefatura de la Policía y la Fundación "Volviendo a Casa", es parte del "Proyecto Nosotras", que inauguró este primer centro como parte de una red que se ampliará a otros puntos conflictivos de la provincia.
Un grupo de vecinos se acercó a ver qué sucedía en la esquina de Astigueta y Damián Torino, donde llegaron, además de representantes de los organismos involucrados, autoridades judiciales como el procurador Abel Cornejo y el defensor general Pedro García Castiella. "¿Qué funcionará acá?", preguntó una vecina que al enterarse aseguró que "regresaría porque lo necesita".
En el centro recientemente inaugurado se brindará contención, asesoramiento y capacitación para mujeres y miembros del colectivo LGBTIQ+ que hubieran atravesado situaciones de explotación sexual.
El inmueble donde funcionará el proyecto fue decomisado en un operativo contra la trata y fue cedido por el área de Bienes de Nación. "Acá hay llanto, sangre, violaciones, hay historias de vida. Eso cambia gracias a las organizaciones, el Gobierno y la Justicia; los que estamos acá es porque nos importa", aseveró conmovida Isabel Soria, que trabaja hace 10 años en la problemática.
"Estando en territorio, específicamente en Villa San Antonio, es algo histórico", destacó Mariana Reyes, secretaria de Derechos Humanos, que puso a disposición la capacitación y el acompañamiento. Mientras que Verónica Figueroa, ministra de Desarrollo Social, definió a la propuesta como un "hito que además permitirá romper mitos". En este sentido la ministra recordó que durante la pandemia la prostitución "es una de las áreas más golpeadas", y aseguró que esto "dio la oportunidad de pensar que hay posibilidad de hacer otra cosa".
Pandemia y prostitución
Durante las semanas de confinamiento más duros se dieron dos crímenes que por detrás mostraron la "punta del iceberg" de la prostitución y la trata: el crimen de Macarena Blanco y el de Tita Gine. En este último caso Tania Aguirre -que llegó a juicio y fue absuelta- sostuvo desde el inicio haber llegado al departamento de Gine cuando ya era escena del crimen y justificó su presencia el haber sido convocada para prestar sus servicios sexuales. La situación de vulneración de Aguirre era tal que pidió volver a alcaidía por sufrir violencia de género en su casa y no tener dónde fijar domicilio.
Soria celebró las diferentes propuestas que se brindarán, pero se enfocó en el "fortalecimiento laboral" por asegurar que es "lo que más falta" en las zonas más vulnerables, donde la necesidad se vuelve un escenario propicio para la explotación. "Hay muchísima gente a la que nadie le dio la oportunidad. Recién una señora nos decía que esto es nuevo, que nunca se acordaron de nosotras", destacó Soria. La militante además resaltó lo novedoso de la propuesta y aseguró que el inmueble funcionará como "un minipolo", en referencia al Polo de la Mujer. "Tendremos gente de salud, el compromiso de la procuración, de la defensoría", destacó.
Hace unas semanas también se conoció que dos adolescentes de Salvador Mazza fueron llevadas hasta Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde el destino habría sido la explotación sexual. "En el departamento San Martín y Orán también estará "Nosotras'", aseveró Soria. La fundación Volviendo a Casa tiene su sede central en Tartagal.
También se contará con el apoyo de la policía comunitaria. "Apuntamos a que sea facilitadora, no controladora", advirtió Figueroa, quien aseveró que la policía "conoce bien de la problemática. Por primera vez toda la policía será capacitada en trata", destacó Soria.