En tres semanas los argentinos tendremos que ir a votar en unas elecciones legislativas nacionales, que el Gobierno mira de reojo. En diálogo con este diario, el consultor Gastón Toro no le auguró un buen resultado en los comicios al kirchnerismo, al tiempo que señaló que Cambiemos deberá capitalizar ese resultado.
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En tres semanas los argentinos tendremos que ir a votar en unas elecciones legislativas nacionales, que el Gobierno mira de reojo. En diálogo con este diario, el consultor Gastón Toro no le auguró un buen resultado en los comicios al kirchnerismo, al tiempo que señaló que Cambiemos deberá capitalizar ese resultado.
¿Cómo ve el armado de los partidos para la elección nacional?
Algo importante que se está viendo este año es que a las PASO se les está dando el sentido que tienen, de interna abierta, por ejemplo en Cambiemos. En Córdoba ellos presentan cuatro listas. Y en provincia de Buenos Aires y CABA también hay PASO. Un dato importante de Cambiemos es que va a dar una sorpresa a fin de año. En ellos veo que es como si tuvieran varios equipos de titulares para jugar y se está viendo en las PASO. Los referentes políticos que está teniendo Cambiemos, llámese UCR, PRO y Coalición Cívica, en la mayoría de las provincias son actores políticos de relevancia o por su trayectoria política, o porque son actores sociales reconocidos en ámbitos médicos como ocurre en Buenos Aires (con Facundo Manes), la periodista (Carolina) Lozada en Santa Fe. También hay deportistas. Es un fenómeno interesante lo que va a ocurrir en las PASO, pero creo que hay que poner la lupa en cómo se va a desarrollar la elección en Cambiemos.
¿Cómo cree que va a repercutir en la elección la interna que mantiene Patricia Bullrich con Horacio Rodríguez Larreta?
Esto se podría haber subsanado, pero la limitación y el alineamiento electoral lo van a dar sectores que tienen mucha experiencia en este tipo de internas, en este tipo de armado de poder: se trata de los justicialistas que están integrando el frente Cambiemos. Si este frente estaría conformado solo por radicales o por el PRO, yo te diría que puede haber una sangría o un desgaste con secuelas posterior a la elección de noviembre. Quien va a limitar esta pelea y va a hacer entender que acá se está discutiendo poder hacia el 2023, y que esto es un escalón a la elección mayor es el justicialismo, que está dentro de Cambiemos.
También está la famosa liga de los gobernadores que estará atenta a la pérdida de poder real que va a tener el oficialismo si la elección no le sale favorable. Eso tiene un final abierto.
¿Cómo ve la campaña del Frente de Todos y, sobre todo, la imagen del Presidente?
La imagen del Presidente obviamente está caída, en un punto de muy difícil retorno social. Su imagen no supera el 25% de positiva y tiene una negativa que supera el 50%. Cristina tiene su techo histórico, que ronda el 30%.
El Presidente puede llegar a traccionar en la provincia de Buenos Aires, para equipar y bajar tanta negativa. Hay provincias donde está mucho mejor la imagen del Presidente, del kirchnerismo, pero no van a incidir electoralmente: hablamos de Formosa, Chaco y alguna provincia del sur. La madre de todas las batallas, donde la imagen negativa del Presidente es alta, es la franja media electoral de Argentina, que es provincia de Buenos Aires, CABA, Santa Fe y Córdoba. Si en provincia de Buenos Aires el oficialismo llega a sacar cinco o seis puntos arriba de Cambiemos, en realidad es una derrota, porque estamos hablando que no llegarían al 40%, cuando han ganado la elección del 2019 por más del 50%. Significaría que ha perdido más de 12 puntos si se llegan a dar esos números.
Si se llega a achicar esa brecha y llegan a ganar por un margen de dos o tres puntos, están en un problema importante porque en CABA va a ganar Cambiemos; en Santa Fe tienen muy buen candidatos, encabezados por Carolina Lozada (experiodista de América). Córdoba siempre votó en contra de cualquier kirchnerismo. En Mendoza va a hacer una elección interesante Cambiemos y ahí se va a dar toda la batalla de tiempo intermedio, de cara al 2023.
Si el Gobierno pierde las legislativas, ¿vislumbra problemas de gobernabilidad en los próximos dos años que le restan de mandato?
El tema es que el oficialismo se encerró y se está aislando y abroquelando en su discurso y su postura. Concuerdo que tenemos todo un año, el 2022, que habrá que afrontarlo con una economía devastada, ya saliendo de una pandemia (teóricamente), pero la única forma de que avance todo bien, aunque no sea por las posturas duras que tiene el kirchnerismo, es por medio de un pacto como el de La Moncloa. Sería un pacto entre distintos actores políticos para llegar a un proceso electoral presidencial de una manera que los parámetros económicos no sean contaminados por la campaña política. En este escenario, hoy en Argentina con los discursos duros del oficialismo, lo veo difícil, sí creo que sería lo ideal.
Otra cosa a tener en cuenta es que la clase política argentina no estuvo a la altura de la circunstancias en algo impensado como una pandemia.
¿Cómo ve la aparición de los influencer y personas no vinculadas a la política que van ganando espacio en las listas y llegan a cargos?
Hay dos palabras que definen este proceso social que está ocurriendo: hipercomunicación, que es igual a autarquía, que está siendo una bisagra en el mundo, y el otro es una orfandad de la sociedad. Eso ocurre cuando se unifican dos cuestiones que están ocurriendo en argentina y el mundo. Ocurre que cuando un influencer tiene que recaudar dinero para que los atletas olímpicos argentinos lleguen a competir, o cuando un influencer tiene que recaudar para un trasplante de un niño, algo está fallando en la sociedad, algo está ocurriendo.
¿Esto termina banalizando a la política?
Es una banalización, de la que son culpables los políticos, no la sociedad. La sociedad no es culpable de los contagios ni de la falta de vacunas. La sociedad no es culpable que una actriz sea candidata a diputada nacional. Los que conducen los destinos sociales son los únicos culpables de que las cuestiones no se comuniquen de la manera que se tienen que comunicar, en un proceso distinto en el mundo que se llama hipercomunicación.
Usted trabajó como consultor en las elecciones de Perú, ¿cómo ve en materia política a la región?
En Perú, Pedro Castillo no estaba ni medido entre los 18 candidatos a presidente y cruzó al balotaje sin una consultora que lo haya medido. Lo que cosechó con ese 18% le sirvió para cruzar al balotaje. Acá se vio la orfandad de un Perú olvidado. Para nosotros eso es antivoto. Tampoco es que ganó por mucha diferencia a Keiko Fujimori, fue solo por 42 mil votos (0,21%). Los que votaron a Keiko tampoco lo hicieron porque les simpatizaba mucho, sino por el antimarxismo, que es la cuestión ideológica que encarna el presidente de Perú Libre que es el partido que llevó a Castillo al poder.
En la región veo una sociedad muy compleja, con solo observar que los referentes o presidentes son de disímiles ideologías en toda la región. En Chile, gobierno de derecha, ganó la constituyente una mujer mapuche, con una visión de izquierda. En Ecuador ganó (Guillermo) Laso, de derecha; lo mismo que en Brasil. En Cuba hubo movilizaciones en contra del régimen, está com plejo.
“Fue un error hacer una constituyente”
El fin de semana se realizaron las elecciones legislativas en Salta y allí se eligieron 60 convencionales constituyentes, quienes tendrán la misión de realizar la reforma parcial de la Constitución provincial. Sobre este punto, el analista cordobés Gastón Toro dijo que le pareció un error hacer la reforma en este momento.
“No estaban dadas las circunstancias (para hacer una reforma constitucional) en un marco de pandemia y mucho menos con renovación de parte de las bancas provinciales, a semanas de las PASO nacionales y a dos meses y medio de las generales nacionales”, aseguró el titular del grupo Feedback.
Al tiempo que agregó que “como analista digo que es un error importante haber incluido (la elección de convencionales), más que un error no es oportuno socialmente y se le falta el respeto al ciudadano al marcar una elección tan importante con una reforma constitucional, dentro de otra elección que no tiene nada que ver”.
Toro es un estudioso de las elecciones salteñas, ya que en varias oportunidades fue contratado por candidatos locales. “Yo tuve la oportunidad en 2019 de intervenir con estudios de campo en la ciudad de Salta. El fenómeno de cantidad de candidatos y cómo se conforman las listas y los frentes electorales es muy particular a diferencia de muchos lugares de la Argentina”, destacó el analista.
Por otro lado, dijo que en estas elecciones noto mucha desinformación por parte de los salteños, que no sabían muy bien qué debían elegir.
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