La violencia intrafamiliar, una problemática que es muy difícil de visibilizar en su total dimensión, tuvo un importante crecimiento durante los meses de aislamiento.
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La violencia intrafamiliar, una problemática que es muy difícil de visibilizar en su total dimensión, tuvo un importante crecimiento durante los meses de aislamiento.
De todas las denuncias que llegaron hasta las comisarías, solo los casos más graves fueron derivados hacia la Oficina de la Mujer cuya dirección se encuentra a cargo de la profesora Silvia Ibarra.
Las comisarías reciben un promedio de dos denuncias por día, pero un gran porcentaje de ellas no son ratificadas o las denunciantes deciden levantar las actuaciones realizadas en contra de su pareja. Cuando la situación se considera grave, además de las actuaciones policiales en el caso, se da participación al área municipal competente.
"En lo que va del año estamos trabajando en 40 casos que son de potencial riesgo para las personas involucradas, como casos de niñas abusadas sexualmente, mujeres quemadas o amenazadas de muerte. En esta oficina encuentran toda la contención que necesitan, nuestro objetivo es evitar que regresen a convivir con el agresor y logren su independencia", explicó la profesora Ibarra.
Sin independencia
En casi todos los casos las víctimas de maltrato tienen una total dependencia con su pareja, incapaces de lograr un sustento propio se ven obligadas a regresar con él.
Existen planes sociales que les brindan una asistencia económica por un tiempo determinado, suficiente como para que se puedan completar el alejamiento definitivo de su agresivo entorno.
"Nosotros no solo trabajamos sobre la víctima sino también con el victimario, les ofrecemos asistencia psicológica y, en lo posible, un lugar para residir", explicó.
Se trata de un trabajo articulado con el hospital Castellanos, Acción Social y la Policía, todo el sistema se pone en movimiento por medio de la recepción de la denuncia que realiza la víctima.
"Con el tiempo fuimos sumando experiencia como para reconocer una víctima real de una persona que solo busca alcanzar un beneficio económico, esa experiencia nos dice que una víctima de violencia es muy sumisa, temerosa, desconfiada y poco propensa a brindar información, la sola actitud frente a nosotros nos da un indicio, cuando la persona es prepotente, que habla agresivamente de su pareja, por lo general se trata de una persona despechada que solo busca beneficiarse con un subsidio", señaló la profesora Ibarra.
Plan acompañar
Para rescatar a las víctimas de violencia intrafamiliar desde el Gobierno lanzaron un plan denominado Acompañar. Por medio de este plan pueden recibir una importante ayuda económica que les va a permitir por ejemplo alquilar una vivienda o subsistir mientras se capacitan para insertarse laboralmente.
"Una de las principales razones por las cuales la víctima no puede dejar el hogar donde solo recibe agresiones es la dependencia económica, nosotros estamos preparadas para ayudarla a gestionar el subsidio y acompañarla en su capacitación, el objetivo es que esa persona pueda alcanzar su independencia con lo que no tendría necesidad de regresar a formar parte de una convivencia tóxica que pone en riesgo su vida".
Cuando se dio a conocer los alcances del plan Acompañar, muchas mujeres se acercaron en busca de asesoramiento por esa ayuda denunciando maltratos, lamentablemente en la mayoría de los casos solo intentaban alcanzar un beneficio económico.
Para ser admitidos en el plan hay un trabajo previo que realizan desde la Oficina de la Mujer, solo cuando se considera que las condiciones detectadas son compatibles con una situación de vulnerabilidad hacia la mujer, entonces se cargan los datos solicitando la inclusión en el plan: "Durante la cuarentena se incrementaron mucho las denuncias por violencia de género, pero muchos de esos casos solo eran fuertes discusiones que podían finalizar con un golpe, esas denuncias son trabajadas por la policía, a nosotros solo nos dan participación cuando esa agresión persiste en el tiempo".
Sacar a la luz
El plan Acompañar logró hacer visible muchos casos que se mantenían ocultos y son de extrema gravedad, esta ayuda económica puesta a disposición de las víctimas hizo que un amigo o un pariente se involucrara en el problema, alentando a la mujer afectada a realizar la denuncia.
"Gracias a este nuevo sistema recibimos en nuestra oficina denuncias de casos de vieja data, los cuales ya están siendo atendidos con un trabajo sobre la víctima", finalizó la profesora Silvia Ibarra, quien manifestó su deseo de poder contar con un establecimiento donde alojar a las víctimas en forma temporal, debido a que en algunos casos la necesidad de sacar a la persona del lugar de residencia es urgente por el nivel de violencia al que se ve sometida.