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La cerveza artesanal, sabores y estilos que enloquecen en los encuentros salteños

Las hay más amargas, más suaves, más livianas, más dulces... al final la clave es probar y buscar la que mejor se adapte a tu personalidad. 
Sabado, 28 de agosto de 2021 16:22

Dorada e intensa, con una corona blanca, en vasos o jarros de vidrio. Fresca. Más bien helada. Así la prefieren los salteños.

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Dorada e intensa, con una corona blanca, en vasos o jarros de vidrio. Fresca. Más bien helada. Así la prefieren los salteños.

La cerveza que se ha convertido en las últimas décadas en una de las bebidas que más consumidores tiene. Su origen está en corazón de un simple y pequeña semilla que luego de 8 semanas de trabajo y cuidado se convierte en la cerveza que muchos eligen para tomar en compañía de amigos, en pareja y a veces en soledad para disfrutar de los pensamientos que inspira.
 
Los primeros pasos de la cerveza fueron unos 10 mil años antes de Cristo y nació de la mano del pan. No hay que olvidar que la cerveza se elabora con la semilla de cebada, que se fermenta en agua con levadura. La misma que se utiliza para la elaboración de los panes. 

Con poca espuma. Pablo Yapura

El chopp de un litro, la estrella de Bier. Pablo Yapura

Las evidencias más antiguas de la producción de cerveza, son alrededor de IV milenio AC y fueron halladas en Godin Tepe, hoy Irán. Las primeras cervezas eran más densas que las actuales. Según la receta más antigua conocida, el Papiro de Zósimo de Panópolis (siglo III), los egipcios elaboraban la cerveza a partir de panes de cebada poco cocidos que dejaban fermentar en agua. Su cerveza fue conocida como zythum.

Y sí desde aquellas antiguas épocas, la cerveza se fue modificando, creando nueva recetas, y conquistando paladares.

Con la medida justa de espuma. Javier Corbalán

La cerveza artesanal con la espuma justa. Javier Corbalán 


En Salta, y desde hace menos de una década la cerveza artesanal fue sumando hacedores. Buscando recetas entre amigos, visitando fábricas de emprendedores en otras provincias, los cerveceros salteños fueron perfeccionando su producción. 

En botella, en latas, para llevar o simplemente en chopps, la cerveza artesanal se convirtió en la bebida que los salteños aprovechan para tomar en algunos bares de la ciudad de Salta. Cuando la temperatura sube, es que la cerveza se vuelve la preferida de todos. Pero en realidad también se la prefiere cuando las temperaturas son bajo cero. 

Los ingredientes y el proceso de fabricación 

Los cerveceros artesanales en Salta fueron en aumento y además de contar con sus emprendimientos de producción, comenzaron a abrir sus propios bares. Algunos conectados, para que los clientes conozcan y ven el proceso de elaboración de esta bebida, que tanto les gusta. 

Los cuatro ingredientes principales de la cerveza son agua, cebada, levadura y lúpulo. Sin embargo, también se utilizar cualquiera trigo, maíz, centeno o arroz para fabricarla. Se le añade lúpulo, hierbas, frutas o chocolate. El primer paso de producción es el malteado del grano de cebada que se mezcla con agua para que germine y se descompongan los almidones para que aparezcan los azúcares. Se calienta el grano para frenar su germinado. El secado de la malta produce sabores y colores que formarán parte del producto final. Dependiendo del tipo de secado se producirán diferentes tipos de sabores.

Se muele la malta y se mezcla con agua caliente para su maceración durante una hora, tiempo en el que se desprenden sus azúcares. Para el resultado final influye el tipo de agua utilizada, que debe ser pura. Se procesa el líquido macerado y se lo cuece con lúpulo, que actúa como conservante natural y le da el sabor característico.
 
El tipo de lúpulo incide en el sabor y aroma, además de mejorar la espuma, lo cual influye en su estética. Se añade levadura, organismo vivo, que consume el azúcar y lo convierte en alcohol. Al pasar la cerveza por una doble fermentación esto le da sus características burbujas. 

Colores, a elección. Javier Corbalán

Colores que enloquecen en Siete Cholas. Javier Corbalán

 

La fábrica-bar y el happy hours

Federico Armanini comenzó con su aventura con la producción de cerveza artesanal hace 3 años, junto a un amigo. Por aquellas épocas, vivía en Buenos Aires y su amigo en Córdoba. Resolvieron jugárselas todas y volvieron a Salta, a producir Siete Cholas. 

Siete Cholas es la marca de su cerveza artesanal que se ofrece en latas, en bidones para llevar y además se tira en el bar que inauguró hace cinco meses en General Güemes al 1600. 

Allí, Federico y su socio montaron la fábrica de cerveza, y la historia comenzó con ferias y ventas en cervecerías locales. Luego trasladaron la propuesta de un pequeño bar en un salón de la fábrica. “Este modelo se usa mucho en Estados Unidos. Allá vos vas al local que está en la cervecería y consumir lo que querés y tenés la posibilidad de pedirte un delivery con alguna comida. Pero sabíamos que en Salta esto no iba a funcionar, así que nos unimos a los chicos de Bovino, que ofrecen unas hamburguesas fabulosas”, contó Federico durante la visita que hizo El Tribuno a la fábrica bar. 

La marca Siete Cholas surge con la intención de ofrecer un productos realmente auténtico, que “represente a la zona”. “Le pusimos Siete por que fueron siete las fórmulas que probamos y funcionaron, y Cholas, para dar una imagen característica de acá”, expresó Fede. 

El resultado de esta producción de 7 tipos de cerveza fueron: Hefeweizen, Craft Lager, Blonde Ale, Honey, Porter, Scotish Ale y Mandarin Ipa. Cada una de ellas con un toque diferente, y con una graduación alcohólica que busca captar a todos los gustos. Además de los sabores tradicionales, encontrás otros que combinan quinoa, miel o cítricos. 

El chopp de un litro, casi listo. Pablo Yapura

El tamaño para muchos importa. Pablo Yapura

 

El desafío está en probar y encontrar el sabor que más apasiona. 

En la esquina de Alvarado y Lavalle, Bier Cervecería ofrece una serie de propuestas de cerveza tirada entre las que destaca el inigualable chopp.

Este jarrón de vidrio de 1 litro está entre los más pedidos, sobre todo los fines de semana, cuando la tarde cae y la tarea de todos los días da paso al descanso.

Detrás de la barra de Bier, está Claudio Vizgarra, dueño del local que desde hace años sigue su pasión por la cerveza. En la actualidad, su bar ofrece una serie variedades que tienen en común ser de producción local. En su cervecería los clientes saben que van a encontrar las bebidas de sus cerveceros preferidos y en todos los tamaños, incluso para llevarse a casa. 

Durante los cierres por la pandemia, Claudio inició un proyecto de venta con delivery y así surgió un botellón de 2 litros, que hizo furor entre los amigos que se reunían en casa o simplemente para disfrutar de aquellas cervezas con sabores no repetidos. 

En la actualidad, este servicio sigue adelante pero además el bar, que atiende todos los días de la semana, ofrece el denominado “happy hours”.

“De 19 a 21, los clientes pueden pedir pinta, media pinta o chopp de un litro, a un precio mucho más económico”, contó Claudio.

Las cuatro propuestas de Bier. Pablo Yapura

Si nos remontamos un poco a la historia, hay una palabra que se conoce como “Schoppen”, originaria de Alemania, que en su principio se refería a un recipiente pero con el paso del tiempo se termino utilizando para una medida a la cual servir bebidas, generalmente entre un cuarto o medio litro. A pesar de esto, el termino Schoppen fue también sinónimo del vaso de cerveza que tenía la capacidad antes mencionada, pero adoptando en países de Sudamérica el nombre de “Schopp”.

Algunas de las 7 propuestas. Javier Corbalán

Algunos de las siete fórmulas de Siete Cholas. Javier Corbalán

Un Schopp es un vaso cervecero servido. En algunos países como Perú se lo puede encontrar también como “Chop”, o como en Argentina que se lo conoce como “Chopp“, y que fue furor en las primeras épocas de las cerveza, cuando esta bebida llegaba en barriles a Salta. Luego llegó la embotellada y ahora, está de regreso para el disfrute de todos. 

Las hay más amargas, más suaves, más livianas, más dulces... al final la clave es probar. 

 

 

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