Alumnos que egresaron en 2019 de la escuela República de la India como instaladores gasistas de segunda categoría manifestaron su indignación porque llevan más de un año y medio sin poder acceder a las matrículas que necesitan para trabajar.
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Alumnos que egresaron en 2019 de la escuela República de la India como instaladores gasistas de segunda categoría manifestaron su indignación porque llevan más de un año y medio sin poder acceder a las matrículas que necesitan para trabajar.
A través de notas que dirigieron a autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia y de la empresa Gasnor, pidieron que se respeten los derechos que adquirieron al finalizar los estudios en tiempo y en forma, pero de los que se sienten privados de manera injusta y arbitraria.
"Me recibí de instalador gasista de segunda categoría, pero hoy en día trabajo de ayudante porque tengo que darle de comer a mi familia. Cada día es una lucha, sobre todo cuando se acaba el trabajo, porque la calle es dura", comentó Nicolás Ibarra.
Otro afectado, Federico Cabana, aclaró que su situación no es menos angustiante. "Tengo que ayudar a mis padres con la economía de la casa, pero cada vez que voy en busca de un trabajo y digo que soy gasista lo primero que me piden es la matrícula. Me da impotencia y bronca no poder desempeñarme en el oficio que estudié. Hoy estoy cortando pasto, porque es lo único que encuentro de vez en cuando para poder ganarme la vida", resumió.
Por su parte, Gladys Núñez remarcó que "lucho por justicia, porque me gané y me prometieron un certificado de gasista de segunda categoría al finalizar los estudios, con el cual Gasnor me daría una matrícula. Pero me mintieron y siento que caí en un fraude, porque me recibí de gasista, pero no me sirve de nada.Yo sigo estudiando para electricista, pero ya no tengo la seguridad de que cuando complete los tres años me den el título".
La trabajadora, que vive en la zona sudeste de la capital, afirmó que ella y los otros afectados que firmaron las notas dirigidas a la cartera educativa y a Gasnor están "cansados de que se tiren la pelota y nadie nos dé una solución". Dijo que "por eso decidimos acudir a los medios de prensa. Nos sentimos estafados, porque somos instaladores gasistas de segunda categoría, pero a la vez no lo somos, ya que no tenemos nada en nuestras manos que nos avale".
Pesadilla
Núñez subrayó que, para despertar de la pesadilla, "dependemos del Ministerio de Educación y le pedimos que nos defienda. Exigimos el certificado de finalización de estudios para poder tener la matrícula", puntualizó. Según explicó, en Gasnor les dijeron que por una nueva resolución, hasta que no se la apruebe no podrán acceder a la matriculación. "Es inaceptable que, después de haberte recibido, de repente te digan: no podemos darte un certificado y por tanto tampoco la matrícula porque hay una nueva resolución. O sea que tenemos que volver a la escuela, rendir nuevos exámenes y aprobarlos para que nos den el certificado de finalización de estudios cuando, en realidad, nos recibimos en 2019. Es una estafa. Lo único que queremos es trabajar", acotó, tras aclarar que no están en desacuerdo con los cursos de actualización que pueda contemplar la nueva resolución, sino en que esta sea invocada injustificadamente para impedirles trabajar en el oficio para el que fueron formados.
Aclararon que no fue esa la única traba con la que chocaron. "En Gasnor nos dijeron que avisaron que teníamos hasta el pasado 31 de abril para matricularnos, pero la empresa no cumplió con ese plazo, porque hicimos los trámites antes (AFIP, monotributo y otra documentación exigida) y lo mismo fuimos rechazados".
Aldo Ataco, otro de los afectados, agregó que en su caso tuvo que buscar trabajo en una mina y dejar a su familia en Salta, "porque la gente quiere seguridad y pide gasistas matriculados, que son los únicos que están habilitados para instalar artefactos de gas".
Gasto
Sofía Paredes, otra egresada, advirtió que ella el dinero gastado en los trámites le significó muchas privaciones. "Me enteré por una compañera que estaban dando los certificados para matricularse. Entonces fui a la escuela a pedirlo. Con tiempo, y con la página de la AFIP caída, no tuve más remedio que pagarle a un contador para que me ayudara con el papeleo. Envié la documentación a Gasnor el 27 de abril y recién en la primera semana de junio la empresa me comunicó que no podía matricularme", recordó Paredes.
Por último, Jairo Guitián manifestó que "por no tener la matrícula, que es lo que da seguridad al cliente, perdí muchas oportunidades. Hoy sostengo a mi familia como changarín, en diferentes trabajos que se presentan, y siendo ayudante de gasista, cuando me llaman, de vez en cuando", precisó.