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La historia de lucha y valor de un peluquero que le ganó a la adversidad

Pedro Ferreyra tiene 69 años y pudo celebrar 50 años como peluquero luego de estar muy grave por COVID-19. Dijo que superar la enfermedad “fue como volver a nacer”.
Martes, 03 de agosto de 2021 02:24

Medio siglo cortando el cabello en Buenos Aires y en su ciudad natal, San José de Metán, pudo celebrar un reconocido peluquero de la localidad del sur de la provincia de Salta luego de haber estado en grave estado y superar a la COVID-19.

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Medio siglo cortando el cabello en Buenos Aires y en su ciudad natal, San José de Metán, pudo celebrar un reconocido peluquero de la localidad del sur de la provincia de Salta luego de haber estado en grave estado y superar a la COVID-19.

Pedro René Ferreyra tiene 69 años, es de la Villa San José de la denominada "Ciudad de la Miel" y el mes pasado pudo festejar 50 años de profesión.

"Cuando tenía 16 años me fui solo a la provincia de Buenos Aires a buscar un mejor futuro. Recuerdo que estaba parando en la casa de unos parientes. Comencé trabajando en una fábrica de ascensores con un tío. Luego hacía tareas de pintura con otro pariente de San Justo. Después cuando cumplí 18 años me mudé a una pensión en el barrio porteño de Flores", contó "Peter" Ferreyra, como lo llaman en Metán.

Zapatero y vendedor

En Flores trabajaba en una zapatería, luego en el centro de la ciudad de Buenos Aires, en la peatonal Florida, siguió como vendedor de calzados. "Ahí conocí a mucha gente que eran clientes, como al peluquero Alberto D'Andrea. Él me decía "salteñito' y en una oportunidad me comentó que cortaba el cabello y que tenía el local a la vuelta en la calle Sarmiento y Florida", relató.

Ferreyra dijo que le comentó que le interesaba ese oficio y que debía ser muy lindo. "En ese momento le conté que en Metán, cuando yo era niño, me cortaba el cabello un peluquero de apellido Copa".

Ferreyra relata que luego "D'Andrea me dio una oportunidad, comenzó a enseñarme y me dio la oportunidad de hacer el primer corte un 23 de julio de 1971. Después me mandó a capacitarme en la Unión de Peinadores de la República Argentina", recordó el peluquero metanense.

Luego el joven estilista tuvo que hacer el servicio militar obligatorio. Tras ese paso por los cuarteles puso su propia peluquería, que funcionó en Palermo, Flores y La Paternal.

"En Buenos Aires estuve trabajando muchos años y luego regresé a Metán para seguir desarrollando la profesión que amo y que me dio todo en la vida", dijo Ferreyra emocionado.

Actualmente tiene su peluquería en la terminal de ómnibus de Metán, donde también lleva adelante una escuela de peluqueros, que ya formó a más de 50 estilistas.

Algunos de ellos lograron abrir sus propios comercios y eso es algo que también enorgullece y emociona profundamente a Ferreyra.

"50 años es mucho tiempo. Le he cortado el pelo a muchísimas personas, a grandes y chicos y a famosos como Marcelo Tinelli, cuando era periodista deportivo", comentó.

Su "batalla" contra la COVID-19

En diciembre del año pasado "Peter" Ferreyra contrajo COVID-19 y estuvo al borde de la muerte.

"Estuve muy mal hasta el 8 de enero de este año. Fueron días aterradores, en los que tuve que enfrentar, como todos, a esta enfermedad en soledad. Gracias a Dios me atendieron muy bien en el Hospital del Carmen y luego en la clínica 9 de Julio de Metán. Pude sobrevivir y fue como volver a nacer, comencé una nueva vida, junto a mis seres queridos y amigos", destacó.

Medio siglo de esfuerzo

Cincuenta años han pasado desde aquel primer corte que colocó a “Peter” Ferreyra en el camino de la peluquería, una profersión que lo ayudó a salir adelante y cumplir sus sueños desde aquel momento que salió de su pueblo para buscar un mejor futuro en la gran ciudad. Medio siglo de trabajo lo coloca como un profesional de renombre, pero sobre todo le da la pasión para seguir adelante con su tarea y vencer todo tipo de obstáculos, como el serio problema de salud que lo aquejó hace poco tiempo y que lo tuvo al borde de la muerte. “Dios me dio otra oportunidad y ahora valoro cada día de mi vida”, reitera a quien lo quiera oír.

Valorar la vida y seguir en el camino

A los 65 años Ferreyra se jubiló como monotributista, pero siguió con la actividad que ama.“Cortar el pelo es mi pasión, al igual que formar a nuevos peluqueros, que ya son más de 50 y es un orgullo. En esta profesión mucha gente necesita que la escuchen, más en los momentos horribles que estamos pasando por la pandemia. Pero lo que me dicen en la peluquería se queda ahí y no saldrá jamás“, aseguró.
”Estuve entre la vida y la muerte y en esa soledad aprendí muchas cosas. Hoy disfruto mucho más cada día y valoro la vida. Dios me dio la posibilidad de poder seguir mi camino“, dijo emocionado el siempre entusiasta peluquero metanense, quien además comentó que le está enseñando la profesión a su hijo Maximiliano, para que siga con su legado.
 

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