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VIDEO. Cazadores ilegales y cuatreros asolan en la zona de El Gallinato

Matan a la fauna y también al ganado. Toman bebidas alcohólicas. Hay temor de trabajadores y pobladores de la zona
Lunes, 30 de agosto de 2021 01:32

Sobre la ruta provincial 11, a menos de 20 kilómetros al noreste de Salta capital, los cerros van dejando paso al Valle de Siancas en un lugar donde la naturaleza se conjuga prodigiosamente con la vegetación de montaña y con los arroyos que suman su caudal al río Mojotoro.

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Sobre la ruta provincial 11, a menos de 20 kilómetros al noreste de Salta capital, los cerros van dejando paso al Valle de Siancas en un lugar donde la naturaleza se conjuga prodigiosamente con la vegetación de montaña y con los arroyos que suman su caudal al río Mojotoro.

La zona presenta una geografía inigualable a un costado y al otro del cauce de agua, que forma parte del sistema del Bermejo junto a otros ríos como el Lavallén y el San Francisco. Desde el punto de vista antrópico, el lugar desarrolla una actividad de ganadería con cultivo de forrajes en la parte más alta. Allí es donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor y donde la fauna llega a convivir con el ganado.

Esta condición ha provocado un preocupante avance de la caza ilegal, que se ha trastocado también en cuatrerismo, con la actitud inescrupulosa de quienes matan por diversión, no solo corzuelas, charatas, pavas y chanchos del monte, sino que también vacas, terneros y hasta caballos.

Así lo demuestran los testimonios de trabajadores rurales de la zona, que con mucha preocupación y ante el crecimiento de la actividad ilegal optan por evitar los caminos en horas de la tarde o la noche, aunque esto tampoco les garantiza tranquilidad.

Una de las vacas que apareció muerta durante la nota de El Tribuno.
 

Un poblador de la zona, que trabaja en una finca privada y que pidió reserva de su identidad por temor a los ataques, relató en primera persona lo que la gente del lugar debe vivir a diario.

RPV son sus iniciales y se desempeña como cuidador de la finca San Javier y en una oportunidad fue amedrentado gravemente por dos cazadores que le balearon su camioneta cuando se les acercó para pedirles que se retiren del lugar.

Ebrios y armados

"Llegan con bebidas alcohólicas, lo cual hace temer por la vida de los trabajadores. Dejan cajas de vino por todos lados. En una oportunidad una tarde, a eso de las 20 horas, encontré a dos y les dije que no podían estar aquí porque esto es una finca privada. Se retiraron 50 metros y me pegaron dos tiros en la camioneta. Hice denuncias policiales, pero nunca me llamaron", afirmó el hombre.

Según el testimonio, son grupos que llegan todos los días y a la noche. Vienen de Betania o de Lagunilla, caminando por las vía de manera que pueden advertir la presencia policial para escabullirse en el monte.

La actividad de estos sujetos se vio intensificada en las últimas semanas por la falta de controles y la liberación de las actividades en la cuarentena. Llegan con escopetas y rifles y las detonaciones, junto con los reflectores, revelan una intensa actividad de la caza ilegal, que en muchos casos termina siendo la tarea encubierta de los cuatreros, a quienes no parece importarle no solo la vida de los animales, sino también de los pobladores del lugar.

"Se hacen la 9 de la noche y es mejor no andar por los caminos, porque corremos riesgo. Anda la Policía Rural, pero no se da abasto porque hay muchos y conocen la zona. Cuando vienen los agentes, ven los vehículos y se esconden en el monte. Se va la Policía y vuelven de nuevo a meterle bala a los animales", aseguró RPV.

 

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