Un hombre de 82 años terminó con una de sus piernas amputadas luego de una eventual mala atención en el hospital Nuestra Señora del Valle de la localidad de La Viña, al sur del Valle de Lerma. Andrónico Liendro estaba en casa cuando un accidente doméstico lo lesionó el 15 de junio pasado. Por la hinchazón de su pie derecho solo le aplicaron Diclofenac para calmar el dolor y lo mandaron a la casa a hacer reposo.
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Un hombre de 82 años terminó con una de sus piernas amputadas luego de una eventual mala atención en el hospital Nuestra Señora del Valle de la localidad de La Viña, al sur del Valle de Lerma. Andrónico Liendro estaba en casa cuando un accidente doméstico lo lesionó el 15 de junio pasado. Por la hinchazón de su pie derecho solo le aplicaron Diclofenac para calmar el dolor y lo mandaron a la casa a hacer reposo.
Con el correr de los días el miembro inferior comenzó a ponerse morado y muy hinchado. El dolor era intenso. En varias oportunidades pidieron un traslado al hospital pero la respuesta siempre fue negativa: "La ambulancia está ocupada con traslados COVID". El 24 de julio don Liendro fue derivado al San Bernardo donde le diagnosticaron una lesión grave que se había expandido en gran parte de esa pierna.
"Insistimos tanto para que lo trasladen a mi papá, porque le dolía mucho, y estaba mal, pero la médica que lo atendió nos dijo que era un golpe y que con el Diclofenac iba a estar bien".
El 29 de julio debido a la gangrena le amputaron la extremidad inferior afectada. Según la hija, Lilia Vicenta Liendro, tuvieron que acudir a otro médico del mismo hospital para saber el diagnóstico real de su padre. Le descubrieron que la lesión era una necrosis y que había que internarlo de forma urgente. "Entonces recién pudimos trasladarlo a Salta después de un montón de días solo con un antibiótico recetado por la Dra. María de Monte, que es la gerenta del hospital de La Viña".
La gangrena se formó por la falta de atención adecuada, denuncian los familiares. Asentaron en sede policial su denuncia contra la médica que atendió en primera instancia a Liendro. Luego de la amputación el paciente fue llevado al domicilio de su hija para recibir las atenciones ante este cuadro de discapacidad que deberá sortear en esta etapa de su vida.
"Mi papá caminaba y disfrutaba de la vida. Una mala atención terminó con su movilidad. El se trasladaba con un andador por sus propios medios. Ahora quedó postrado en la cama para lo que le resta de su vida. Estamos destruidos. Alguien se tiene que hacer responsable de semejante negligencia con una persona de mayor", reclamó al borde del llanto Lilia.
Liendro se cayó en el baño de su casa y se golpeó su pie derecho. Se le hinchó y luego comenzó a ponerse negro y morado. Le hicieron placas en La Viña y le aseguraron a la familia que no tenía fisuras ni lesiones graves ni quebraduras. "Me dijo esa médica que mi papá solo tenía un golpe. Pasaron los días y esa lesión mal diagnosticada le provocó que le corten la pierna o si no se moría".