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Indignación por el robo a la tumba de una niña

El camposanto está desprotegido y los malvivientes roban y destrozan a su antojo.
Miércoles, 01 de septiembre de 2021 02:30

Para una madre fue muy triste saber que la tumba de su pequeña fue robada en varias oportunidades este año.

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Para una madre fue muy triste saber que la tumba de su pequeña fue robada en varias oportunidades este año.

En el cementerio de Chicoana pasan cosas que nadie controla. Los daños y robos se están haciendo moneda frecuente. Los deudos de los fallecidos dicen que son extraños llegados al pueblo solo para quedarse con lo ajeno.

Karen Maidana, quien vive en barrio Parque La Cruz, concurrió el 24 de agosto a llevarle flores y regalos a su angelito, fallecida hace dos años.

La criatura, Bella Milagro, descansa en el camposanto ubicado en la periferia del pueblo, en inmediaciones del predio de los gauchos hacia el sector sur.

Por un camino de tierra se llega al cementerio. Al parecer la seguridad no es la óptima por estos tiempos.

A Karen la llamó su papá, abuelo de la bebé fallecida. "Fue muy feo enterarnos que le habían robado los globos y todos los adornos que le habíamos colocado en su tumba. Justo el día que recordamos su cumpleaños nos hacen esto. Es solo daño. No había nada de valor", relata al borde de las lágrimas Karen.

Los perjuicios y constantes robos en diferentes tumbas se han dado a menudo durante este año. A Karen en dos oportunidades en estos meses le saquearon la tumba de su pequeña.

Otros vecinos que con tanto dolor recuerdan a sus familiares fallecidos y que les ofrendan algunos recuerdos de valor también han sufrido robos en las tumbas de sus seres queridos.

La Policía ha recibido las denuncias de los familiares a los fines de iniciar las tareas de rigor que posibiliten evitar nuevos robos, saqueos y profanaciones. Hasta el momento no hay indicios de quiénes podrían ser los autores de estos hechos. Está claro que los cementerios son blanco fácil de mal entretenidos y ladrones, que aprovechándose de la falta de seguridad y soledad de la zona hacen de las suyas.

El camposanto de Chicoana es público y está enclavado en un sector muy aislado del resto del pueblo. No tiene cercado perimetral que imposibilite el fácil acceso de gente extraña al predio.

Maidana reclamó por seguridad permanente, entendiendo que los tiempos son distintos. "Antes por lo menos se respetaba a los fallecidos. Hoy roban a las tumbas y hasta se meten al cementerio a reunirse para embriagarse. Nadie respeta nada. Entonces debe haber más patrullaje y seguridad en el cementerio. Se mete cualquiera y no hay control", afirmó la mujer.

 

 

 

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