El Padre Chifri partió de este mundo hace una década, pero antes dejó una impresionante siembra de amor entre los cerros del Toro, que año a año florece y da dulces frutos.
inicia sesión o regístrate.
El Padre Chifri partió de este mundo hace una década, pero antes dejó una impresionante siembra de amor entre los cerros del Toro, que año a año florece y da dulces frutos.
La fundación Alfarcito es un fuerte legado de este cura santo, e intenta contra viento y marea sostener su espíritu solidario y fraterno con las comunidades del Toro. Por eso hace unos días, varios hombres y mujeres comprometidos con esta misión, partieron hacia los cerros para compartir una jornada con los niños.
"Chifri nos mostró con su ejemplo, que la mayor felicidad para los niños era sorprenderlos en sus hogares con una visita, compartir con ellos un momento de alegría y entregarles algunos juguetes y golosinas. Verlo llegar a Chifri era la mayor y más linda sorpresa que ellos podían recibir. Así surgió la idea de imitarlo recorriendo lugares metidos en medio de los cerros, detenernos en aquellas casas donde encontrábamos niños, en las familias que rara vez reciben una visita. Nuestra primera parada fue en la casa de Inocencia Lamas en San Bernardo de las Zorras, donde entregamos donaciones y juguetes para los niños. Continuamos nuestro recorrido adentrándonos por el lecho del río El Toro, cruzamos la zona de El Tambo. Pudimos disfrutar de unos paisajes maravillosos, una geografía intrépida, que dificulta las actividades y la vida de las personas", contó el vocero de la Fundación, Carlos Figueroa.
Recordó: "Durante el viaje recordamos que el Padre Chifri recorría esos senderos a pie, en bicicleta o como fuese posible; muchas veces por lugares que lo llevaron a descubrir familias en medio de la nada".
"Al llegar a finca El Toro, nos esperaban ansiosos, organizamos diferentes juegos donde los chicos disfrutaron felices. Entregamos kit con elementos de higiene, juguetes, suéter tejidos especialmente para cada niño por las amigas tejedoras del Padre Pio. Nos acompañó Daniel Sapag, odontólogo que trabaja para el programa de odontopediatría del Ministerio de Salud de la provincia. Él explicó, a los niños y padres, cómo debían cuidarse los dientes y la importancia de hacerlo. Lo acompañó "El Hada de los Dientes' quien entregó los kits de higiene personal. Agradecemos al Ministerio de Salud por la donación de 80 cepillos y 80 pastas de dientes", señaló Figueroa y agregó: "Al regreso tuvimos nuestra última parada en Alfarcito para visitar la capilla donde descansa Chifri y agradecerle el día hermoso y bendecido que pasamos. Queremos agradecer infinitamente a quienes de una u otra manera hicieron posible llevar adelante este encuentro con los niños. Nos acompañaron las chicas que estudian carreras terciarias, apoyadas por nuestro programa de "Becas Padre Chifri", Cecilia Burgos, Milagro Luzco, Soledad Guitián y Guadalupe Cruz", finalizó el vocero.