Un año y medio de pandemia. Los pacientes luchan por respirar en la terapia intensiva del hospital Papa Francisco, que ayer visitó El Tribuno. Bajaron los casos, pero ahí todavía se conjugan la tristeza de las 14 personas que están allí con respiración asistida y la fortaleza de los médicos y enfermeros para intentar sanarlos.
inicia sesión o regístrate.
Un año y medio de pandemia. Los pacientes luchan por respirar en la terapia intensiva del hospital Papa Francisco, que ayer visitó El Tribuno. Bajaron los casos, pero ahí todavía se conjugan la tristeza de las 14 personas que están allí con respiración asistida y la fortaleza de los médicos y enfermeros para intentar sanarlos.
El hospital Papa Francisco fue elegido como cabecera en la pandemia. La segunda ola cede, pero advierten que la COVID-19 no desapareció. En otros hospitales salteños también apelan a no relajarse y promueven la vacunación. No es un dato menor que en Salta queden sin aplicar más de 400 mil dosis. Y remarcan que ahora deben atender otras patologías.
"Hemos empezado a abrir nuevamente las alas para las prestaciones generales que tenía antes el hospital como cirugía general, cardiología y otras patologías de adultos y niños", explicó el jefe del programa de Clínica Médica y Terapia Intensiva del hospital Papa Francisco, Ricardo León de la Fuente.
Añadió que durante casi un año y medio, desde el inicio de la pandemia, han sido un centro asistencial referencia de COVID y que tratan de volver lo más rápido que se pueda a brindar atención en el área operativa para todas las patologías que no habían sido atendidas de manera adecuada ese tiempo.
Con relación a la merma, De la Fuente dijo que esperan que la reducción que se está viendo sea permanente y les permita continuar trabajando y fortaleciendo otras áreas que quedaron relegadas por la pandemia.
Vacunación
Considera que la baja será significativa si se continúa por la senda de la vacunación en toda la población y se alcanza un buen porcentaje.
"Sin duda nos estamos acercando al final lo cual no quiere decir que la enfermedad va a desaparecer sino que será manejada más fácil, sin colapso sanitario, con estructuras adecuadas para contener pacientes pero de manera distinta, sin un centro exclusivo sino que todos los hospitales y clínicas tendrán posibilidades para tener este tipo de pacientes y continuar los trabajos habituales de otras patologías", refirió.
"La mortalidad por la enfermedad no bajó, sigue siendo la misma y sigue habiendo muertes porque sigue habiendo muchos pacientes en terapia intensiva. Muchos están semanas internados y ahora estamos viendo aquellos que después de mucho tiempo fallecen".
En el caso del hospital Señor del Milagro, las salas están a la espera. El gerente general, Julio Garzón, manifestó que siguen teniendo pacientes COVID positivo tanto en la sala como en terapia intensiva y también pacientes pos-COVID.
“Los casos bajaron en número y siguen con variables en los que se declaran a diario, supongo que tiene que ver con la cantidad de muestras que se hacen a diario”, refirió.
Y añadió que el balance que puede hacer de esta ola que pasó es que los pacientes fueron jóvenes, muchos de ellos con síntomas leves pero con evolución rápida a la insuficiencia respiratoria.
“La mayor cantidad de pacientes con mortalidad fueron los que no se vacunaron. Las internaciones en terapia intensiva fueron más catastróficas en algunos casos por la rápida evolución y mala”, dijo.
El hospital trabajó casi con exclusividad para COVID. Todos los servicios médicos trabajaron sin descanso. Y se sigue actualmente con los pacientes pos-COVID, según explicó Garzón.
Sobre la mortalidad, manifestó que “no va a descender ya que los pacientes que todavía ocupan camas en terapia son pacientes que ya están internados desde el pico de la ola y son los que no están pudiendo superar el cuadro de complicación pos-COVID”.
El gerente Garzón habló sobre una próxima ola. “Hasta ahora la cepa Delta está solo en dos o tres provincias y parece que se circunscribe solo ahí. La variante que tuvimos en Salta es la Lambda”.
Destacó la importancia de estimular la vacunación porque la persona vacunada seguramente tendrá COVID pero con muchísimas chances de ser sobreviviente.
“Lo hablo como experiencia propia. Mi madre tuvo COVID en esta ola. Tiene las dos vacunas. Estuvo en terapia con oxígeno sin asistencia respiratoria y complicó con una micosis pulmonar. Tiene 70 años y pasó el cuadro con tratamiento médico y mínimo soporte, pero vi pacientes jóvenes no vacunados que no pudieron superar el mismo cuadro y lamentablemente ya no están”, finalizó.
El hospital Señor del Milagro está ampliando las bocas de vacunación y los horarios.
“No hay que relajarse”
El gerente del Hospital Público Materno Infantil, Federico Mangione, explicó que no están desarmando las salas COVID sino que mantienen la postura de esperar porque están convencidos de que todavía el problema no ha terminado.
“Es sabido que tenemos una disminución de casos pero hay que ver si se está haciendo la misma cantidad de testeos que se venían haciendo para saber a ciencia cierta si es así. Lo positivo de esto es que en el área operativa norte hemos vacunado a 149 mil personas y 49 mil personas están con las dos dosis y estamos peleando para tratar de vacunar con las dos dosis. En ese sentido es importante saber que la vacunación es una gran protección para toda la ciudadanía”, recalcó.
Mangione considera que todavía no pueden relajarse sino que tienen que seguir atentos “porque no estamos ajenos a lo que está pasando en el mundo por eso casualmente no estoy desarmando mi sistema de terapia para albergar algunos casos de COVID”.
Añadió que cree que se está testeando menos que antes. “No sé ese dato, pero es mi impresión. Están bajando los casos pero seguimos teniendo pacientes graves y la mortalidad se sigue manteniendo en el mismo nivel”, dijo.
Sobre la mortalidad en el país, refirió que no viene bajando porque casualmente se ve la agresividad del virus y lo que más preocupa es que está atacando a pacientes más jóvenes y que no están vacunados. “Este es un detalle que hay que tener en cuenta. Los pacientes que están falleciendo y que está entrando a terapia y complicándose más que otros son los que no están vacunados”, finalizó.
Ocupación alta
En el hospital Dr. Arturo Oñativia la situación en cuanto a la ocupación de camas no ha bajado. “Seguimos con una ocupación arriba de un 95% de las camas, sobre todo de alta complejidad. Lo que ha cambiado son las internaciones por COVID grave que han descendido, pero han aumentado las internaciones por patologías crónicas con cuadros avanzados, por ejemplo, de diabetes, insuficiencia renal, oncológicos. Esto se debe a la falta de controles médicos realizados en tiempo y forma debido a la pandemia. Son patologías pospandemia”, indicó el gerente del hospital, Marcelo Nallar.
Aseguró que llegaron a esta etapa con una población médica agotada. “No ha disminuido el trabajo en los hospitales. Nunca hay que relajarse porque siguen apareciendo pacientes graves no por COVID sino por otras patologías. Este sin duda es un desafío que va a poner a la vista el sistema de salud que tenemos y que debe estar organizado para brindar una mejor atención de este tipo de pacientes”, sostuvo.
Nallar dijo que si bien significa un respiro la disminución importante de casos de coronavirus, hay que mirar lo que pasa en otras partes del mundo. “Sin duda habrá rebrotes que durarán una o dos semanas y se aminorarán. Tenemos que tener una conducta dinámica en los hospitales. No hablo de desarmar las salas COVID sino de refuncionalizarlas en función de la demanda”, hizo hincapié.
Es decir, si hay demanda de pacientes graves con otras enfermedades, satisfacer esta y cuando aumenten los casos COVID, destinar los recursos a esas atenciones de forma dinámica, funcional. “Sin duda tomar una actitud estática sería condenarnos al fracaso”, recalcó.
El gerente dijo que esperaba una disminución de casos de COVID. “Unos meses atrás expuse que van en consonancia con lo que pasa en otras partes del mundo en las que bajaron pero hay que seguir expectantes”, expresó.
Sobre la mortalidad en el país, refirió que hay que analizar las muertes en cada caso. “No se puede hablar de mortalidad de COVID sin discriminar el tipo de enfermo que está falleciendo: si es pos-COVID, por patologías como diabetes, oncológicas, inmunosuprimidos. La mortalidad en ese grupo de personas es mayor aunque estén vacunadas”, explicó
Y recomendó a la comunidad aplicarse las dos dosis de la va cuna. “El esquema completo es fundamental para que la po blación esté protegida de las variantes existentes y las que van a existir”, culminó.