Las abogadas del Instituto Jurídico con Perspectiva de Género del Colegio de Abogados de Salta consideran que los funcionarios judiciales no actuaron con perspectiva de género en el proceso que tiene a Gimena como condenada. Señalaron que la mujer fue madre muy joven, cuando era aún adolescente. No tuvo educación sexual integral ni herramientas para planificar una vida familiar. Además, estaba en una situación de violencia de género.
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Las abogadas del Instituto Jurídico con Perspectiva de Género del Colegio de Abogados de Salta consideran que los funcionarios judiciales no actuaron con perspectiva de género en el proceso que tiene a Gimena como condenada. Señalaron que la mujer fue madre muy joven, cuando era aún adolescente. No tuvo educación sexual integral ni herramientas para planificar una vida familiar. Además, estaba en una situación de violencia de género.
"Lo que le pasó es producto de un montón de cosas previas a eso", expresaron, y observaron que "eso no se tuvo en cuenta y se la condenó como una causa criminal más".
Destacaron que la fiscala Verónica Simesen de Bielke, quien la imputó, la culpabilizó en los alegatos por haber buscado métodos abortivos en Google. "Ella utilizó ese argumento para responsabilizarla aún más", explicó la abogada Daniela Córdoba Gavenda.
La magistrada también le cuestionó a Gimena no haber buscado asistencia médica para el parto. Córdoba explicó que la joven era muy humilde y que en su medio es muy común que haya partos domiciliarios.
Según relató la abogada, Gimena estaba en una situación de violencia por parte de su pareja. Él era trabajador rural, por lo que a veces estaba y a veces no. Ella vivía en la casa de un tío, hermano de su madre.
Cuando estaba por parir, los niños y su tío dormían. Ese día su pareja estaba y ella le avisó que había entrado en trabajo de parto. "Él le dijo que nunca quiso a ese hijo, que era su problema y que lo resuelva", señaló.
"Estaba sola, absolutamente sola. El tío tampoco sabía", mencionó. La joven fue al baño y allí nació el bebé. "Ella dijo que nació muerto. Lo agarró, lo arropó y lo vio muerto. Dijo que no lloró y nadie en la casa sintió ruidos extraños", acotó.
Cuando encontraron el cadáver le hicieron una prueba en los pulmones y determinaron que nació con vida. Sin embargo no determinaron cuánto tiempo vivió ni cómo murió.
Córdoba comentó que el padre "estuvo en el momento del hecho pero ni siquiera lo citaron como testigo. De imputado, ni hablar. Fue absuelto de culpa y cargo desde el principio y ella quedó siempre como la responsable y culpable", expresó la abogada.
Señaló que la prueba que se hizo dice que los pulmones se abrieron para respirar, "pero pudieron haberse cerrado al instante". Según dijo, el bebé no tenía signos de violencia, de ahorcamiento ni de arma blanca.
Respuesta oficial
Consultada sobre el caso, Verónica Simesen de Bielke consideró que hubo perspectiva de género en el proceso judicial contra Gimena, "pese a que en ese momento todavía no se había establecido en el Código la perspectiva de género".
"Se tuvo en cuenta en los alegatos y en los tribunales, más aún", expresó la magistrada, quien participó solo en el juicio, ya que la investigación estuvo a cargo de otro fiscal.
Recordó que, en primera instancia la jueza Acosta le dictó prisión perpetua a Gimena, mientras los otros dos -Vera y Lezcano- le dieron menos por considerar que había circunstancias extraordinarias de atenuación.
"Luego, en el fallo de Impugnación le bajaron la condena aún más, al tener en cuenta su condición de mujer, de madre, de vulnerabilidad, la falta de estudio...", expresó la fiscala. "Capaz no se pone el nombre pero eso es perspectiva de género", agregó.
Simesen de Bielke ratificó que cree que le correspondía la pena de prisión perpetua por matar a su descendiente. "El bebé nació con vida", aseveró.
"Tenía un hospital a dos cuadras de su casa, podría haberlo abandonado... Escondió el embarazo, hizo el trabajo de parto y el parto sola, y eso hizo que el bebé se muera. Siendo mamá, ¿cómo se desprende de un niño así?", expresó. "Ella dice que el bebé no lloró pero se demostró que se abrieron los pulmones", indicó.
"Nunca se arrepintió, ni siquiera en el juicio. Más que un hijo era una cosa lo que había...", consideró. La fiscala evaluó que "el hecho de que un caso se juzgue con perspectiva de género no implica que no corresponda la condena" si se demuestra la culpabilidad.
"La perspectiva de género no implica un atenuante, sino tener otro enfoque de por qué ocurrieron hechos de esa naturaleza", agregó.
Simesen de Bielke consideró que "si bien se debe aplicar la perspectiva de género, esto no necesariamente implica que el hecho quede impune".
"Mala madre"
Al principio Gimena estuvo privada de la libertad en Cafayate y luego la trasladaron a Salta. Entonces perdió casi todo contacto con sus hijos.
Desde que está presa casi no los vio.
Tanto el fiscal Pablo Paz, en ese momento a cargo de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas N§ 2, como la asesora de incapaces N§ 3, Gabriela Cardón, daban dictámenes negativos ante los pedidos de prisión domiciliaria.
"Siempre ponían el argumento de la mala madre", planteó Daniela Córdoba Gavenda.