Vecinos de una cuadra de la calle Buenos Aires (Oeste) de Metán piden una solución urgente a una problemática que lleva años debido al tránsito de camiones, los que provocan vibraciones y el agrietamiento de paredes de las viviendas del sector.
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Vecinos de una cuadra de la calle Buenos Aires (Oeste) de Metán piden una solución urgente a una problemática que lleva años debido al tránsito de camiones, los que provocan vibraciones y el agrietamiento de paredes de las viviendas del sector.
El Tribuno hizo ayer un recorrido por esa zona y se pudo observar los daños en inmuebles de varios vecinos, que incluso dijeron que ya hicieron arreglos en varias oportunidades, pero se vuelven a producir las roturas.
Días pasados un reductor de altura que está ubicado en la intersección de las calles Buenos Aires y Rivadavia fue derribado nuevamente por un camión con acoplado. Se trata de una estructura de hierro, que tiene un cartel que indica que la altura máxima es de 2,30 metros.
"Lo voltearon de nuevo porque las cosas no se hacen bien, lo atan con alambres. Pasó un camión y lo enganchó con el acoplado, pero esto ocurre desde hace años. Al reductor que estaba en la otra esquina, en la calle Roque Sáenz Peña, no lo colocan desde hace tiempo, como esta calle es de una sola mano los camioneros ingresan por ahí sin problemas", dijo un vecino del sector.
Las paredes de varias viviendas, e incluso de un comercio que funciona en el lugar, tienen grietas de distintos tamaños y vecinos temen que se puedan producir derrumbes.
"Ustedes pueden ver las condiciones en las que están las paredes de mi casa y la de otros vecinos, las hacemos arreglar y después vuelven a aparecer grandes grietas que provocan las fuertes vibraciones por el paso permanente de camiones con acoplados", dijo doña Irma Montenegro, una vecina que reside en la calle Buenos Aires (Oeste), entre Rivadavia y Roque Sáenz Peña, donde los residentes sufren estos inconvenientes desde hace décadas. "Tengo miedo de que se puedan producir derrumbes o que en la parte del frente el viento me haga volar el techo. Adentro de mi vivienda ocurre lo mismo, hay grietas en distintos sectores en los que se puede ver los arreglos que ya se habían realizado", destacó.
"Como un temblor"
"Nosotros vivimos hace unos cuarenta años en este lugar, pero primero teníamos una casita de madera, era pequeña y no se notaba este grave problema que tenemos por el paso de los camiones que hacen que se mueva todo, como si hubiera un temblor. La verdad que ya no sabemos qué hacer ni a quién recurrir porque no nos dan soluciones", sostuvo Montenegro.
"Además, la situación económica es muy complicada y ya no tengo dinero para volver a hacer los arreglos. Vinieron profesionales hace algunos años que comprobaron que las paredes están bien hechas y que el problema es el paso frecuente de camiones, que incluso se detienen en esta cuadra con los motores encendidos", detalló la vecina.
"En esta cuadra hay muchos niños y es un peligro. Hace unos días estaba en la galería y escuché un ruido fuerte, fue cuando pasó un camión con acoplado y volteó nuevamente el reductor de altura de hierro que atan con alambre. Al que estaba en la Roque Sáenz Peña también lo derribó un camión hace un par de años y no lo colocaron nunca más. Pedimos que hagan reductores resistentes, de concreto", indicó Irma.
En esa cuadra el pavimento también está sufriendo las consecuencias del paso permanente de camiones con acoplado y con cargas. "Las vibraciones de los camiones están destruyendo nuestras casas y la calle. Hace unos años colapsó el canal, por lo que en cualquier momento se puede pro ducir un hundimiento", advir tió otro vecino.