El calendario lo marca como el mejor día del año. Ni importa si hace frío, llueve o hace demasiado calor, el Día de la Primavera y del Estudiante es -sin lugar a duda- el día de la juventud.
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El calendario lo marca como el mejor día del año. Ni importa si hace frío, llueve o hace demasiado calor, el Día de la Primavera y del Estudiante es -sin lugar a duda- el día de la juventud.
Si se trata de recuerdos, el Día de la Primavera y del Estudiante le saca el polvo a esos momentos que se vivió en el jardincito, con los amigos vestidos de temas que representan al cambio de estación.
No podía falta el mejor disfraz de flor, o el desfile de sombreros que organizaba alguna seño.
Y después el momento de compatir, cada compañerito llevaba algo: pizza (casera por cierto), galletas con picadillo, papas fritas, puflitos y chizzitos. Gaseosas: todas.
Con el paso de los años, y la llegada de la adolescencia, las formas de festejar la primavera y al estudiante cambiaron. La locura por ir a pasar el día en un camping, armar la carpa, hace un asado y sumar baile y guitarras era el plan. Incluso ahora, el gusto por irse de camping, parece que no cambia.
En Salta, los destinos seguros para ir de campamento fueron tradicionalmente Campo Quijano, el camping municipal Carlos Xamena y por supuesto Quitilipi, en La Caldera.
Y con el paso de los años, llegaron los recitales, los encuentros con los músicos y los bailes masivos, pero sin lugar a dudas, el día de la Primavera y del Estudiante, se da en el mes del amor. O no?