La construcción de una rotonda en la calle Roque Sáenz Peña y el rediseño de los reductores de altura fueron las posibles soluciones analizadas por autoridades municipales para evitar el tránsito de camiones en una cuadra de la calle Buenos Aires (oeste) de San José de Metán. El tema fue planteado en una nota anterior de El Tribuno. Desde hace varios años los vecinos de ese sector se quejan por las vibraciones que generan los pesados vehículos que provocan el agrietamiento de paredes.
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La construcción de una rotonda en la calle Roque Sáenz Peña y el rediseño de los reductores de altura fueron las posibles soluciones analizadas por autoridades municipales para evitar el tránsito de camiones en una cuadra de la calle Buenos Aires (oeste) de San José de Metán. El tema fue planteado en una nota anterior de El Tribuno. Desde hace varios años los vecinos de ese sector se quejan por las vibraciones que generan los pesados vehículos que provocan el agrietamiento de paredes.
El intendente, José María Issa, se reunió con Leonardo Aguirre, director de Tránsito; el arquitecto Héctor Varela, secretario de Obras Públicas, y Roberto Nieva, coordinador de Búsqueda y Rescate Metán, a los fines de encontrar una solución a los inconvenientes que genera el ingreso del tránsito pesado en la zona oeste de la ciudad; donde además se encuentra el canal Metán I.
"En el encuentro se analizaron diferentes alternativas planteadas desde obras públicas y como idea preliminar se acordó construir una rotonda y realizar un rediseño de reductores de altura en la intersección de calle Roque Sáenz Peña y Buenos Aires. Como así también en otros puntos más alejados, para impedir el ingreso del tránsito pesado por todo el sector", informaron desde la comuna.
Los vecinos solicitaron soluciones urgentes y que se realice un nuevo relevamiento de los daños provocados en las casas por el permanente paso de los camiones con acoplados.
El problema es en una cuadra de la calle Buenos Aires (o), entre las calles Roque Sáenz Peña y Rivadavia.
A pedido de los vecinos El Tribuno hizo un recorrido por esa zona y se pudo observar los daños en inmuebles de varios vecinos, que incluso dijeron que ya hicieron arreglos en varias oportunidades, pero se vuelven a producir las roturas por las fuertes vibraciones que generan los pesados vehículos a su paso.
La polémica resurgió porque días pasados un reductor de altura que estaba ubicado en la intersección de las calles Buenos Aires y Rivadavia fue derribado nuevamente por un camión con acoplado. Se trata de una estructura de hierro, que tiene un cartel que indica que la altura máxima es de 2,30 metros.
Las paredes de varias viviendas e incluso de un comercio que funciona en el lugar tienen grietas de distintos tamaños y vecinos temen que se puedan producir derrumbes. Al respecto el arquitecto Varela dijo que la problemática debe ser analizada en profundidad para evaluar las causas de los deterioros.
"Ustedes pueden ver las condiciones en las que están las paredes de mi casa y la de otros vecinos, las hacemos arreglar y después vuelven a aparecer grandes grietas que provocan las fuertes vibraciones por el paso permanente de camiones con acoplados", dijo doña Irma Montenegro.
En esa cuadra el pavimento también está sufriendo las consecuencias del paso permanente de camiones con acoplado y con carga, debido a que en la zona hay una estación de servicio. La calle tiene grietas y desniveles. "Las vibraciones de los camiones están destruyendo nuestras casas y la calle. Hace algunos años colapsó un canal que hay en ese sector", advirtieron.