Está nuevamente en venta la casa donde se rodó en 2013 la película “El conjuro”, dirigida por James Wan y protagonizada por Patrick Wilson, Vera Farmiga y Ron Livingston. Ubicada en Harrisville (Rhode Island, Estados Unidos) fue recolocada en el mercado inmobiliario porque su actual propietario asegura haber vivido fenómenos paranormales similares a los relatados en el filme, difundió la prensa local.
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Está nuevamente en venta la casa donde se rodó en 2013 la película “El conjuro”, dirigida por James Wan y protagonizada por Patrick Wilson, Vera Farmiga y Ron Livingston. Ubicada en Harrisville (Rhode Island, Estados Unidos) fue recolocada en el mercado inmobiliario porque su actual propietario asegura haber vivido fenómenos paranormales similares a los relatados en el filme, difundió la prensa local.
Recordemos que la historia que se ve en la ficción y de la que aseguran que está basada en hechos reales se inicia en 1971, cuando el matrimonio formado por Roger y Carolyn Perron (Ron Livingston y Lili Taylor) se traslada con sus cinco hijas Christine, Andrea, Nancy, Cindy y April, a una granja en Harrisville, Rhode Island. Su primer día allí transcurre con normalidad a excepción del inusual comportamiento de su perra Sadie, que se niega a entrar y empieza a ladrar. Por otro lado, las hijas rompen un tablón de la pared y descubren un sótano. Movida por la curiosidad April desciende y encuentra una caja musical extraña. A la mañana siguiente empiezan a suceder cosas inexplicables: Carolyn se levanta con moretones en brazos y piernas y Sadie aparece muerta en el patio trasero. Al cabo de los próximos días, los fenómenos se manifiestan con más fuerza: todos los relojes se paran a las 03.07 y empiezan a escuchar palmadas y risas procedentes del sótano.
Justamente el actual dueño -cuyo nombre no fue comunicado- habló de extraños ecos y puertas que se cierran sin explicación alguna en la famosa propiedad. A pesar de ello y dado el gran atractivo que la casa constituye para los turistas, la ofrece por un precio tres veces superior al que la adquirió hace dos años.
Asimismo, trascendió que la persona en cuestión es fanática de los fenómenos paranormales y en un principio comentó que la había comprado para intentar captar algo en su interior. No obstante no son pocos quienes sospechan que se trata de alguien que aprovecha la ingente fama del lugar para ganar más dinero del que ha invertido.
La casa fue construida en 1836, posee tres habitaciones y dos baños, está en medio de una granja y allí transcurrió la historia en la que unos investigadores del inframundo trabajan para ayudar a una familia aterrorizada por una presencia oscura. El relato se nutre de la realidad, cuando en la década del 70 la familia que habitaba el lugar aseguró haber experimentado sucesos paranormales en la propiedad. A propósito de dicho caso en 2011 la propia Andrea Perron publicó el libro “Casa de oscuridad, casa de luz”, que trata sobre lo que allí vivieron.
Consultado acerca de la factibilidad de que este sitio conserve la actividad paranormal registrada por quienes vivieron allí en la década del 70, a pesar de las limpiezas energéticas y los conjuros que se interpusieron para liberar a la casa de las presencias malignas, el maestro wiccano Ciriaco Agostini señaló que es perfectamente factible, porque las entidades indeseables van y vienen cuando se hace una limpieza en los lugares donde están arraigadas. Así, aunque aparentemente los sitios queden libres de los elementos que se consideran perjudiciales, de pronto se puede hacer algo, incluso involuntario, que los atraiga como un trabajo de magia negra o la utilización indebida de elementos espirituales como las velas. “Las velas son grandes atrayentes de entidades, si no están debidamente orientadas. Recomiendo a la gente que así prenda una de ellas cuando se corta la luz tiene que decir que es para iluminar la casa porque si no llegan las entidades, no jodidas, pero si molestas. Siempre es mejor decir la intención antes de prenderla”, ejemplificó. También sugirió respetar horarios para prenderlas si están consagradas o al efectuar un ritual de magia blanca. “Cuando uno es fuerte espiritualmente no hay horarios, pero la mayoría de la gente no lo es y por ello es conveniente que entre las 23 y las 4.30 no se prendan velas, porque las entidades más densas están entre nosotros y lo que pueden haceres tomar la energía de ese elemento. La vela es como un obelisco, atrae la energía al lugar donde estamos y la entidad densa la necesita y lo más probable es que se robe la energía de la vela”, especificó. Luego acerca del perfil de personas que se entusiasman para invertir en “sitios malditos”, destacó: “Es gente que tiene cierto poder, tiene cierta fuerza y puede llegar a dominar alguno de estos asuntos o liberarlos en algún momento. Indudablemente, hay un morbo de por medio y se trata de algo con lo que no hay que jugar. Hay entidades que ya están en una casa y a las que se las conoce como familiares, porque se sienten propietarios de ella”.
En las películas del género es un denominador común que la actividad inexplicable se dispare cuando los sitios vuelven a ser habitados y Ciriaco advirtió que esto sucede y que no es solo una licencia de la ficción. “Lógicamente ante la venida de una familia las entidades ven energía que les interesa. Los dejan pasar para de a poco ir absorbiendo la energía de los miembros o pueden entrar automáticamente en conflicto y los echan, y una vez que lo hacen no los dejan acercarse a la casa. Aquí en Salta mismo hay casas, fincas y locales que están tomados por entidades que desaniman el uso de las personas”, afirmó. Guardándose para sí la ubicación exacta de estos sitios, dado que podría alentar a excursiones de fisgones imprudentes como los que se convocan para formar grupos y visitar tal o cual lugar “con fama de que asustan” por Facebook, advirtió la peligrosidad de lanzarse a estas expediciones. “Hasta el juego de la copa, que es común entre la gente joven, es bastante peligroso cuando se atrae a un espíritu que no está dispuesto a jugar y pretende otras cosas. Entre las 3 y las 3.30 es cuando más espíritus densos hay y son extremadamente peligrosos, se quedan pegados a las personas y luego hay que hacer un exorcismo para poder liberarlas. Incluso lo desaconsejo en personas que conocen sobre el tema, porque la mayoría de la gente joven lo hace para alardear nada más”, explicó. Mientras que a quienes les toca en herencia o en suerte comprar o alquilar un bien y darse sobre la marcha con la noticia de que no “están solos”, más aún si sufren una manifestación del tipo Poltergeist, que consiste en el movimiento, desplazamiento y levitación de objetos junto con golpes, sonidos y otros fenómenos inexplicables, sugirió que busquen rápidamente a personas que sepan lidiar con estas energías. “Para manejar estas situaciones se necesita un nivel espiritual bastante alto. Hay personas que en esto ven un negocio, cobran inmensidades y en realidad después hacen limpiar con otra persona. He visto de todo en mi vida”, cerró Ciriaco desde sus 44 años de experiencia en el rubro.