Sesenta convencionales constituyentes de Salta recibirán hoy un diploma que los reconoce como tales. Así, el gobierno de Gustavo Sáenz pone un nuevo mojón en el camino de reforma de la Carta Magna provincial que tendrá su primer capítulo -más allá de los simbólico- el próximo jueves, cuando se realice la sesión inaugural de la asamblea.
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Sesenta convencionales constituyentes de Salta recibirán hoy un diploma que los reconoce como tales. Así, el gobierno de Gustavo Sáenz pone un nuevo mojón en el camino de reforma de la Carta Magna provincial que tendrá su primer capítulo -más allá de los simbólico- el próximo jueves, cuando se realice la sesión inaugural de la asamblea.
Un puñado de mandatarios manifestó su intención de realizar modificaciones en la Constitución de su provincia. Sin embargo, el único que avanzó en esa dirección fue Sáenz: logró impulsar el proyecto de necesidad de reforma (una promesa de su campaña 2019, con el objetivo de limitar mandatos, incluido el del gobernador) y luego, con su victoria en las elecciones provinciales del 15 de agosto, sumó musculatura política para acelerar el proceso.
De hecho, en aquellos comicios anticipados de los nacionales también se eligieron los convencionales, y el mandatario con su heterogéneo frente -que apunta a la construcción de un provincialismo- se quedó con 38 de los 60 asambleístas, además de asegurarse los dos tercios de los votos en ambas cámaras legislativas.
El último paso Sáenz lo dio por decreto, al convocar al inicio de las sesiones para la reforma parcial. De esta manera, el jueves comenzará a correr el plazo de 60 días para concretar la modificación de la Constitución salteña.
Límites
El proyecto de modificación de la carta magna salteña tiene como eje central limitar los mandatos, principalmente de los intendentes, aunque también para el cargo de gobernador se reduciría de dos reelecciones permitidas actualmente a sólo una, como ocurre en la mayor parte de las provincias. Es decir, dos mandatos en vez de tres como los que tuvo el antecesor de Sáenz, Juan Manuel Urtubey. La excepción serían los concejales, donde en vez de reducirse se ampliaría el tiempo en el cargo de dos a cuatro años.
La iniciativa propone la limitación de los mandatos para garantizar la alternancia, el fortalecimiento de la administración de justicia, un mejor funcionamiento de los órganos de control, el fortalecimiento del régimen municipal y la apertura del período de sesiones con mayor anticipación, como indicó el Ejecutivo provincial.
En Salta el telón legislativo se corre el 1 de abril, un mes después del inicio de sesiones ordinarias del Congreso Nacional y de la mayor parte de los distritos de todo el país.
Chaco, Santa Fe y Mendoza
Otros mandatarios también buscaron la reforma, aunque no tuvieron avances. El chaqueño Jorge Capitanich y el catamarqueño Raúl Jalil anunciaron sus intenciones pero la cuestión no ganó novedades que encaminaran su concreción.
También, como es habitual, el tema se plantea en Santa Fe y Mendoza en cada nuevo gobierno, ya que son las únicas dos provincias que no tienen siquiera una reelección para sus mandatarios. Mientras el santafesino Omar Perotti en sus dos años de gestión atravesó pujas políticas que le impidieron poner un proyecto sobre la mesa, el mendocino Rodolfo Suarez elevó una iniciativa a la legislatura pero no pasó el filtro del peronismo en ese ámbito. Con lo cual, tampoco prosperó el intento pese a que en el proyecto evitó incluir el segundo mandato del gobernador, en una fallida estrategia por borrar la traba histórica que tuvieron los sucesivos oficialismos de Mendoza.
Fuente: Ambito.com