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San Isidro: la evolución y agregado de valor 

El histórico ingenio azucarero amplió su abanico de ofertas.
Viernes, 03 de septiembre de 2021 21:47

En San Isidro interpretaron las claves que los mercados exigen a la agroindustria alimenticia y, con la firme decisión de ser parte en el escenario local y global, realizaron las inversiones necesarias para lograr posicionar sus productos tradicionales y generar otros nuevos.

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En San Isidro interpretaron las claves que los mercados exigen a la agroindustria alimenticia y, con la firme decisión de ser parte en el escenario local y global, realizaron las inversiones necesarias para lograr posicionar sus productos tradicionales y generar otros nuevos.

San Isidro fue uno de los primeros ingenios en Sudamérica en producir azúcar orgánico. Una decisión estratégica que incluyó una fuerte inversión en capacitación e incorporación de las mejores prácticas, como así también un riguroso proceso de certificación en relación a la producción y comercialización de productos orgánicos, tanto para el mercado interno como para Estados Unidos y Europa, a cargo de la Organización Internacional Agropecuaria (OIA).

Oferta de productos

Con rigurosos procesos productivos y calidad certificada, San Isidro tiene actualmente el 75 por ciento de la producción de azúcar de tipo orgánico y tiene destino de exportación a distintos mercados. 

En este sentido, el ingenio comercializa dos variedades. Por un lado, la de “alta polaridad”, con un incumsa máximo de 550 unidades y una polarización mínima de 99,5 por ciento, y, por otro, de baja polaridad, con un incumsa desde las 600 hasta las 1.600 unidades y una polarización máxima de 99,4 por ciento.
Pero, además, produce mieles y melazas, tanto convencionales como orgánicas para usos diversos.

Otro de los productos de la tradicional fábrica salteña es el alcohol Buen Gusto, de excelente calidad y con 96 por ciento de graduación. Está destinado a bebidas alcohólicas, industria farmacéutica e industrias químicas en sus versiones convencional y orgánico.

Por otro lado, el alcohol anhidro, con graduación del 99,9 por ciento, está destinado preferentemente a la fabricación de combustibles, también en sus versiones convencional y orgánico.

Pioneros

En San Isidro destacan que el ingenio fue uno de los primeros en Sudamérica en producir productos orgánicos.

Para ello debieron cumplir con exigentes normativas internacionales de calidad, tras lo cual iniciaron y se perfeccionaron en el desarrollo de productos que responden a una demanda de consumo creciente e irreversible en poblaciones de los cinco continentes.

“Estamos a la vanguardia de las exigencias de los mercados más competitivos en todo el mundo, porque creemos en la innovación, en las nuevas tendencias y tecnologías”, indicaron desde la fábrica.

Resaltaron que, para dar un salto de calidad incorporaron de manera constante las mejores prácticas basadas en criterios de sustentabilidad y protección del medio ambiente. De hecho, en los últimos años las inversiones también han apuntado a garantizar un tratamiento responsable de los procesos productivos.

Desde 2018 el Ingenio San Isidro es propiedad de Grupo Ruiz, un grupo empresario oriundo de la vecina provincia de Tucumán que cuenta con diversas unidades de negocios y cuya empresa insignia es Paramérica, agroexportadora de granos y cítricos con 30 años de trayectoria. “Resolvemos toda la logística de exportación, realizando el consolidado y el despacho directo a destino en nuestras instalaciones y con personal propio”, manifestaron, y agregaron que “esta prerrogativa obedece a una gestión integral orientada a resolver las necesidades de nuestros clientes”.

Vínculo con la comunidad

El Ingenio San Isidro lleva a cabo una intensa labor de responsabilidad social a través de la escuela de fútbol que lleva su nombre. 

Se trata de un espacio educativo donde cientos de niños y adolescentes de Campo Santo y alrededores comparten, de manera gratuita, la experiencia formativa del deporte en equipo, que les permite socializar con sus pares y desarrollarse como personas, incorporando valores fundamentales para todos los ámbitos de su vida.

La escuela, que en octubre cumplirá tres años, cuenta con 150 chicos (varones y mujeres) y compite en cinco categorías de la Asociación de Fútbol Infantil de Güemes (AFIG).
 

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