Teniendo en cuenta la favorable situación sanitaria frente a la COVID-19 y respetando los protocolos, el pueblo de Río Piedras realizó ayer la procesión en honor al Señor y la Virgen del Milagro y renovó el pacto de fidelidad con sus patronos. Las actividades religiosas fueron encabezadas por el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, y el párroco, Mario Maita.
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Teniendo en cuenta la favorable situación sanitaria frente a la COVID-19 y respetando los protocolos, el pueblo de Río Piedras realizó ayer la procesión en honor al Señor y la Virgen del Milagro y renovó el pacto de fidelidad con sus patronos. Las actividades religiosas fueron encabezadas por el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, y el párroco, Mario Maita.
"Mirar a Jesucristo en la cruz, que es nuestra buena noticia, que es el Dios con nosotros, es aprender que no hay otra clave en la vida que dar la vida. Es lo que nos permite crecer, disfrutar y luchar. Cuando uno la quiere encerrar es como hacerlo con el agua, poquito a poquito empiezan a aparecer bichos que en vez de dar vida dan mal olor y muerte", dijo Cargnello en su mensaje.
"Si la vida no fluye, si no se da, no es vida. Jesús pone como punto de llegada el dar la vida como grano de trigo que cae en la tierra, muere y entonces nacerán espigas y habrá comida para todos. Y en este tiempo de pandemia ¿Estoy dispuesto a ser una semilla que da la vida o quiero seguir siendo alguien solo centrado en mí mismo, en mi egoísmo? ¿Qué quiero de mi vida y qué quiero de mi patria", sostuvo.
Cargnello habló de las riquezas de la Argentina, las bondades para producir y sus recursos naturales, como los ríos. "Tenemos tanto, vamos a seguir mintiéndonos, peleándonos, engañándonos. Van a tener que pensar que a nuestra generación solamente le ha importado a cada uno lo suyo o vamos a poder decir no, algo hemos aprendido. Y nosotros aquí en Salta hemos aprendido de la grandeza del Señor, que sigue buscando el amor de un pueblo", remarcó.
El arzobispo agregó que: "En este tiempo se ha podido advertir que efectivamente en el dolor de mucha gente, en los que han muerto y en los que son familiares y amigos de los que han fallecido, en los que se han roto entero por servirnos; médicos, enfermeros y todo el personal de salud, los policías que mantienen el orden, los que barren las calles para que no nos enfermemos, los buenos funcionarios y los buenos padres de familia, jóvenes que se han hecho cargo de ancianos y que los han visitado, han hecho trámites para ellos y se han convertido casi en sus familiares, porque me consta. Esa gente para nosotros es una semilla que nos hace pensar que es posible un mundo mejor, una argentina mejor".
Los fieles riopiedrenses tuvieron la posibilidad de participar de la procesión con las imágenes y luego disfrutar de un desfile de gauchos, quienes rindieron homenaje a los patronos. El intendente Gustavo Dantur destacó la fe de su pueblo y remarcó la situación sanitaria favorable que permitió el desarrollo de la fiesta patronal, cumpliendo con los protocolos, con apoyo y la colaboración de personal de la Policía.