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"Me arrodillé, prendí una vela y le recé"

Los padres de Fernando Báez Sosa visitaron el lugar donde el joven fue asesinado hace dos años.
Miércoles, 19 de enero de 2022 01:16

Los padres de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes a la salida de un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell, visitaron ayer por primera vez el lugar del crimen, donde rezaron una oración en su memoria en el horario en el que hace dos años mataron a su hijo y donde desde entonces numerosos visitantes colocan ofrendas al pie de un árbol en su memoria.

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Los padres de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes a la salida de un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell, visitaron ayer por primera vez el lugar del crimen, donde rezaron una oración en su memoria en el horario en el que hace dos años mataron a su hijo y donde desde entonces numerosos visitantes colocan ofrendas al pie de un árbol en su memoria.

"Me arrodillé, prendí una vela y le recé un rosario", contó Graciela Sosa, quien junto a su esposo, Silvino Báez, concurrió ayer a las 5.45, a la puerta del local bailable Le Brique, donde Fernando fue atacado por un grupo de rugbiers la madrugada del 18 de enero de 2020.

La mujer aseguró que fue la primera vez que pisó el lugar donde mataron a su hijo y que solo pudo estar "unos minutos", ya que comenzó a "temblar" y debió regresar a la casa donde se hospeda, que pertenece a unos amigos, padres de un compañero del primario de Fernando.

"Fuimos al lugar donde murió Fernando a la hora en la que había ocurrido. Era impresionante la cantidad de policías que había. Eso me dio bronca porque pensaba que si hubiera habido esa cantidad (de policías), no hubieran matado a Fernando", dijo Graciela, quien agregó que junto a su marido están "tratando de ser fuertes".

"Después de rezar volvimos enseguida porque empecé a temblar. Se me presentaba todo lo que había visto en los videos. Fue una tristeza muy grande de explicar", sostuvo la mujer, quien con la voz entrecortada por el llanto afirmó que lo que está viviendo "es muy doloroso".

"Es el lugar donde Fernando estuvo vivo por última vez", agregó Graciela, quien describió que no obstante tras la primera visita a lugar sintió "un poco de paz" de poder llevarle una vela.

"Le pedí que me diera fuerzas y que pueda descansar en paz porque nunca va a poder regresar. Es muy difícil", sostuvo.

En el lugar donde cayó Fernando producto de los golpes y patadas recibidas en el cuerpo y la cabeza, en plena avenida 3 de Villa Gesell, se formó un improvisado altar junto a un árbol, donde las personas dejan un rosario, una flor o simplemente prenden una vela y rezan una oración.

"Siento el amor y el apoyo de la gente, es algo impresionante. No sé cómo agradecer todo el cariño hacia Fernando", contó Graciela.

Por el crimen del joven se encuentran detenidos Máximo Thomsen (22), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (20), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (22), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22), quienes serán juzgados a partir del 2 de enero de 2023 en los tribunales de Dolores.

Actualmente, los ocho acusados permanecen alojados en la alcaidía de Melchor Romero, donde están encerrados casi todo el día y son repudiados por la población carcelaria.

 

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