Una vecina de Tres Cerritos sufrió una severa fractura del peroné luego de la caída que tuvo al pisar el pavimento mojado por una pérdida de aguas servidas en la intersección de Las Casuarinas y Los Durazneros. Los vecinos hace meses que se quejan por esta rotura y también por las múltiples pérdidas de agua potable, pero la respuesta y obras de la empresa Aguas del Norte llegan a cuenta gota.
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Una vecina de Tres Cerritos sufrió una severa fractura del peroné luego de la caída que tuvo al pisar el pavimento mojado por una pérdida de aguas servidas en la intersección de Las Casuarinas y Los Durazneros. Los vecinos hace meses que se quejan por esta rotura y también por las múltiples pérdidas de agua potable, pero la respuesta y obras de la empresa Aguas del Norte llegan a cuenta gota.
Todo sucedió el pasado 24 de diciembre, y aún hoy Ana Guzmán, de 69 años, continúa en recuperación y con una bota que le sujeta la zona afectada.
"Ese día fui a hacer unas compras en el auto, me bajé y vi que el pavimento estaba verde por el agua que corría. Hice unos pasos y me caí; me quebré el peroné. Como pude llegué a mi casa y como era Navidad tuve que esperar hasta el lunes para que me atendiera un médico", relató la mujer.
Ana contó que "en esa zona ya somos varias las personas que nos hemos caído a causa de las pérdidas de agua". Y si bien a una cuadra del lugar hay una apertura del pavimento como signo de una reparación, el agua sigue corriendo en la zona, como en otras calles de ese sector del barrio.
"Acabo de venir de ahí y he visto que hicieron un pozo, están las piedras y no hay tanta agua como el día que me caí, pero hay un hilo que aún baja", explicó ayer a El Tribuno.
De todos modos, sobre Los Juncos, Los Crisantemos, Los Damascos sigue habiendo pérdidas que en su trayecto hacia la zona baja derivan por Las Casuarinas y otras calles aledañas.
Un viejo reclamo
"¿Quién se hace cargo de ese daño que ya no es a las calles, ni las casas o la falta de agua, sino a la seguridad personal?", se preguntó otra vecina a modo de queja.
En el pasaje Las Talas, desde hacía un mes el agua se acumulaba y luego corría profusamente sobre el pavimento que ya muestra moho y deterioro por el cloro. Y mientras los vecinos ven correr el transparente líquido, en sus casas no tienen agua o de las canillas solo sale un pequeño hilo sin fuerza ni constancia.
Ayer, una patrulla de Aguas del Norte llegó por la tarde y comenzó a trabajar en esa rotura de la red.
En la misma zona, en la intersección de Los Cebiles y Los Avellanos hay otra rotura de cañerías y se suma una tercera a muy pocas cuadras.
Hace más de un mes los vecinos elevaron varios reclamos a Aguas del Norte, pero las reparaciones se demoran.
"En una ciudad sin agua, aquí vemos cómo la empresa que presta el servicio la derrocha y no hay respuestas a nuestros reclamos por las roturas", dijo por la mañana Edgardo, vecino de Tres Cerritos
La gran pérdida de agua no solo los deja sin servicio. "Cada vez el pavimento se deteriora más y empezamos a ver que la humedad afecta nuestras casas, tanto las paredes como los cimientos", remarcó.