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La robótica se abre pista en Salta con un genio de Tartagal

Miércoles, 19 de octubre de 2022 02:19

Según registros de la Dirección General de Rentas (DGR), la provincia cuenta con cerca de 700 empresas de software, informática, biotecnología, desarrollos digitales, producción audiovisual y otras actividades enmarcadas en la economía del conocimiento. Entre ellas se cuenta Stradot Latam, una de las siete firmas que a mediados de año recibieron apoyo no reintegrable en Salta a través del primer fondo específico que cofinancian desde 2021 el Ministerio de Educación de la Provincia, a través de su Agencia de Promoción Científica e Innovación Tecnológica, y la Agencia Nacional I+D+i.

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Según registros de la Dirección General de Rentas (DGR), la provincia cuenta con cerca de 700 empresas de software, informática, biotecnología, desarrollos digitales, producción audiovisual y otras actividades enmarcadas en la economía del conocimiento. Entre ellas se cuenta Stradot Latam, una de las siete firmas que a mediados de año recibieron apoyo no reintegrable en Salta a través del primer fondo específico que cofinancian desde 2021 el Ministerio de Educación de la Provincia, a través de su Agencia de Promoción Científica e Innovación Tecnológica, y la Agencia Nacional I+D+i.

A la cabeza del proyecto de robótica de Stradot está José Miguel Iriarte, un tartagalense que a mediados de 2008, con solo 24 años de edad, se convirtió en el primer ingeniero nuclear de Salta.

Tras graduarse en el Instituto Balseiro, unidad académica integrada al Centro Atómico Bariloche y que depende de la Universidad Nacional de Cuyo y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Iriarte se incorporó en la provincia de Río Negro a INVAP, empresa argentina que desarrolla proyectos tecnológicos multidisciplinarios en las áreas nuclear, aeroespacial, médica e industrial.

En esa reconocida compañía, que concibió las cápsulas que aseguran en el Museo de Arqueología de Alta Montaña de Salta (MAAM) la criopreservación de la niña, el niño y la doncella incas sacrificados hace 500 años y ahora mundialmente conocidos como los Niños del Llullaillaco, el talentoso profesional norteño integró el equipo que trabajó en los sistemas de control del primer satélite de telecomunicaciones de Argentina y otro de Italia.

Con esa experiencia, Iriarte se radicó en Toulouse (Francia), donde en 2014 lo convocaron a sumarse a los equipos de investigación y desarrollo de la megaconstelación de satélites interconectados en la que la fabricante de aeronaves europea Airbus y se alió con una americana emergente, OneWeb, para proveer Internet de alta velocidad. En ese megaproyecto, el ingeniero nuclear oriundo de Tartagal se desempeñó como jefe del equipo de propulsión eléctrica para los ajustes de órbita, un área clave para reducir el consumo de propelente (combustible espacial) y mejorar la ecuación económica. Desde esa función, Iriarte tuvo un activo papel profesional en el diseño, fabricación y lanzamiento de los seis prototipos pilotos con los que probó la funcionalidad completa de los sistemas, como paso previo al lanzamiento de los 1.000 satélites que conformarían la megaconstelación.

Tras cinco años de desempeño profesional con la alianza Airbus-OneWeb, desde 2019 Iriarte se abocó de llenó a una empresa emergente franco-argentina de robótica que montó en Toulouse, asociado con otros profesionales locales, junto a uno de sus hermanos y con el apoyo de tres inversores europeos. La startup se llama Stradot y en sus talleres gestó un sistema robótico de aparcamiento autónomo de automóviles que fue destacado por la prensa francesa y obtuvo un importante reconocimiento como solución innovadora para ampliar la capacidad de los saturados estacionamientos en ese y otros países europeos.

Desde hace dos años, la emergente franco argentina con sede central en Francia tiene habilitada una firma subsidiaria en la capital salteña.

Tras el sueño de un polo tecnológico 

En abril de 2020 José Iriarte inscribió en Salta a Stradot Latam, emergente tecnológica que llegó tras un sueño que el ingeniero nuclear de Tartagal compartió con El Tribuno desde la primera entrevista tras su graduación: poner en marcha un proyecto que invite a concretar "un polo de desarrollo de software e inteligencia artificial en la provincia". Y así resumió su convencimiento de que se puede: "Los recursos humanos en Argentina y en Salta son de primer nivel, pero el argentino no lo ve y no se aprovechan. La formación en nuestro país es de excelencia. Personalmente me gustaría que en Salta se haga más electrónica".

En su sitio, la empresa concebida por Iriarte destacó que el aporte no reintegrable (ANR) que recibió en junio último del primer fondo salteño para potenciar la economía del conocimiento y la tecnología agroindustrial, financiado de forma mixta entre el Gobierno de la Provincia de Salta y el Gobierno nacional, permitirá a Stradot acelerar el desarrollo y acceso al mercado" de un sistema robotizado que apunta a reinventar los estacionamientos de automóviles.

 

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