Hoy Fátima vive atemorizada y con una situación judicial complicada e inentendible. Ella fue víctima de violencia de género, acudió a la Justicia en busca de ayuda, pero resultó detenida e incomunicada durante tres días y ahora puede ser enjuiciada y condenada como cualquier delincuente por haber "desobedecido a la justicia".
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Hoy Fátima vive atemorizada y con una situación judicial complicada e inentendible. Ella fue víctima de violencia de género, acudió a la Justicia en busca de ayuda, pero resultó detenida e incomunicada durante tres días y ahora puede ser enjuiciada y condenada como cualquier delincuente por haber "desobedecido a la justicia".
La joven madre es ayudada en estos momentos por el intendente de Coronel Moldes, Omar Carrasco, y la abogada Nella Cervi, asesora del Área de la Mujer de la comuna del sur del Valle de Lerma. Debieron intervenir y poner el respaldo jurídico a la víctima, en este caso que puede terminar con una condena absolutamente injustificada.
"Yo siempre he reclamado que la Justicia tenga un compromiso más específico con situaciones de corrupción como nos toca a Coronel Moldes con gestiones pasadas y de varios municipios del Valle de Lerma. Sin embargo, para esos casos no le ponen el mismo énfasis que en otras situaciones como la que le está sucediendo a Fátima actualmente. El tecnicismo judicial no es coherente. Paga la víctima cuando se la debe proteger y preservar", explica el jefe comunal moldeño, visiblemente alterado por el cariz que tomaron las actuaciones judiciales en marcha.
El realidad, Fátima violó la perimetral interpuesta por el fiscal Portal de Cerrillos, entendiendo que el agresor y la víctima no se podían acercar mutuamente para evitar otros hechos de violencia. En noviembre del año 2021 cuando la resolución judicial estaba en vigencia, Fátima llevó a su pequeña hija al cuidado de su padre para ir a trabajar, como lo hacía todos los días. El solo hecho de esta acción le valió una grosera detención en la comisaría de Coronel Moldes, donde le quitaron los documentos y la incomunicaron por tres días.
"Esta parte de las actuaciones viola todos los derechos de un ciudadano. Su madre se enteró que estaba detenida porque fue a denunciar a la policía la desaparición de Fátima, pero resulta que estaba detenida desde hacía tres días y nadie le comunicó su situación", contó la abogada Cervi, poniendo un poco de claridad al embrollo judicial.
Luego de recuperar la libertad, el mismo fiscal de Cerrillos, con incumbencia en esta zona, imputó a la joven madre por desobediencia judicial. "A la madre, que es la víctima de violencia, la quieren ahora castigar por haber llevado a su hija ante su padre, como ya lo hacía siempre, porque la denuncia contra la pareja de ella es por violencia contra ella, no contra la hija, o sea que la pequeña puede estar al cuidado de su padre", aclaró la letrada a los medios.
Fátima espera ahora fecha del juicio por desobediencia judicial, que salió en un plazo récord de unos pocos meses. Pero su denuncia por violencia de género agravada por el vínculo de su pareja y padre de su hija descansa en los cajones de la Justicia salteña.
"Nosotros queremos hacer público y que se visibilice este caso, porque es inconcebible como se lo manejó desde un principio. Los fiscales tienen pruebas irrefutables de los hechos de corrupción en gestiones anteriores de gobierno municipal, sin avanzar en las causas, pero a esta mujer por dejar a su hija al cuidado del padre, la imputada, va a ir a juicio y posiblemente sea condenada. Esto no tiene sentido. La mujer no hizo nada, ella es claramente una víctima del sistema", lamentó el intendente Omar Carrasco.
La abogada Cervi, por otro lado, no descartó hacer un reclamo judicial por separado por la forma en que la víctima fue incomunicada y detenida por la policía de Moldes en noviembre del año pasado.
En los tres días de detención la apabullaron con frases como "eso no se hace", o "tenés que respetar a la Justicia", según comentó el jefe comunal moldeño.
"Conocemos que en estos casos, víctima y victimario, a pesar de existir una medida perimetral, vuelven a tener contacto porque existe una dependencia económica o de crianza de hijos en común, y las víctimas desconocen el ciclo de la Justicia cómo está estructurado", cerró Cervi.