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Mañana, jornada de recreación, formación y reflexión en el colegio Salesiano

Se trata de un encuentro denominado "En Zapatillas". La invitación está abierta a jóvenes a partir de los 13 años de diferentes instituciones educativas, parroquias, movimientos juveniles y de la comunidad en general. 
Viernes, 07 de octubre de 2022 10:42

Mañana se realizará en el Colegio Salesiano “Angel Zerda”, Caseros 1.250, el encuentro denominado “En Zapatillas”, destinado a jóvenes a partir de los 13 años. Están invitados a participar chicos de diferentes instituciones educativas, parroquias, movimientos juveniles y de la comunidad en general. 
“Las actividades comenzarán a las 8.30, con un desayuno de camaradería, para luego compartir talleres de formación, reflexión y animación. Se recomienda llevar gorra, ropa cómoda, una botella con agua y el almuerzo, ya que será a la canasta”, contaron desde el Movimiento Juvenil Salesiano.

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Mañana se realizará en el Colegio Salesiano “Angel Zerda”, Caseros 1.250, el encuentro denominado “En Zapatillas”, destinado a jóvenes a partir de los 13 años. Están invitados a participar chicos de diferentes instituciones educativas, parroquias, movimientos juveniles y de la comunidad en general. 
“Las actividades comenzarán a las 8.30, con un desayuno de camaradería, para luego compartir talleres de formación, reflexión y animación. Se recomienda llevar gorra, ropa cómoda, una botella con agua y el almuerzo, ya que será a la canasta”, contaron desde el Movimiento Juvenil Salesiano.

 


Este encuentro se realizará en el marco de las celebraciones por la canonización de Artémides Zatti, conocido como el “enfermero santo de la Patagonia”. Zatti se convertirá este domingo de la mano del papa Francisco en el tercer santo argentino y el primero no religioso. Formó parte de la comunidad salesiana de Don Bosco, como hermano coadjutor.

 


“A las 16.30 partiremos en una marcha festiva hacia la Catedral Basílica, para finalizar la jornada participando de la Santa Misa a las 17.30. Podrá participar todo aquel que lo desee sin ninguna restricción”, detallaron.

 

 

Para participar del encuentro hay que inscribirse previamente en: https://sites.google.com/view/enzapattillas/inicio

¿Quién fue Artémides Zatti?

Son muchos los beatos y santos, también desconocidos, que se han entregado al cuidado de los enfermos, incluso fundando iniciativas e inspirando otras vocaciones similares. Entre quienes entregaron su vida al cuidado de los enfermos está el beato Artémides Zatti, hermano coadjutor salesiano.
Nacido en Boretto, Italia, emigró con su familia en 1897, donde tres años después y tras trabajar en una fábrica de mosaicos y colaborar activamente en la parroquia, a los 20 años, ingresó en el aspirantado salesiano. Su anhelo era ser sacerdote. Pero en una ocasión, cuidando a un enfermo de tuberculosis, se contagió la enfermedad.
Trasladado a un hospital misionero en Viedma, recibió allí el consejo de un enfermero salesiano: “Si Ella te cura, tú te dedicarás toda la vida a estos enfermos”. Y Artémides prometió a María Auxiliadora que si obtenía la gracia de una sanación total se entregaría por completo al cuidado de los enfermos. Así fue. Tiempo después él recordaba esa promesa: “Creí, prometí, curé”.
Artémides hizo su primera profesión como hermano coadjutor en 1908 y la perpetua en 1911. Su primer servicio fue en el mismo hospital en el que curó, donde tras el fallecimiento del enfermero que le había recomendado la promesa a la Virgen se hizo cargo del hospital.
Desde Viedma y como enfermero fue haciéndose conocido en toda la Patagonia. El enfermero Don Zatti no sólo atendía en el Hospital, sino que, y sobre todo por esto se hizo conocido, visitaba a los enfermos en su bicicleta. Los amaba profundamente.

 

Una frase de un diálogo con una religiosa ilustra cómo los veía: “Hermana, ¿tiene ropa para un Jesús de 12 años?”.

 

Cada mañana, en su visita a los enfermos del Hospital, los saludaba con unas palabras muy especiales y la mejor de sus medicinas, el buen humor: “Buenos días. Vivan Jesús, José y María. ¿Respiran todos?”.


Entre quienes atendió estaba un niño, Emilio Barasich, que en 1946, cuando estaba en sexto grado, hirió gravemente su mano con el peso de una tapa de hormigón.

Relataba Barasich años después, ya sacerdote, muy querido en la Patagonia, salesiano como don Zatti: “¿Qué te pasa, hijito? Me preguntó, cuando me vio llegar lloroso y dolorido. Buscó una pomadita y me vendó, mientras me hablaba y me tranquilizaba, me pareció que me curaba más con la palabra que con el remedio. Fue así que a los pocos días estaba sano y salvo. Pasaron los años y esa mano fue consagrada para ir levantando la hostia. Siempre pienso que Zatti se hizo presente con su gesto, de cercanía, tratando de sanar, a veces más preocupado que el mismo paciente”.
Artémides Zatti falleció en 1951, un año después de enterarse de un grave cáncer que sobrellevó con la misma templanza y alegría con la que cuidaba a sus enfermos.
Fue beatificado por Juan Pablo II en 2002. Su fiesta se celebra el 15 de marzo.

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