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El gran sueño de dos adolescentes de Salta dentro del mundo de la danza

Santino Herrera y Martina Sánchez, cuentan con enorme talento para la disciplina. La falta de recursos económicos dificultaría el viaje a Italia. 
Viernes, 30 de diciembre de 2022 11:57

Recientemente un grupo de alumnos salteños de ballet viajaron a la ciudad de Buenos Aires para representar a la provincia en el YGP (Youth Grand Prix), certamen internacional de danza de alto nivel. Entre ellos Santino Herrera (14 años) y Martina Sánchez (13 años), alumnos de la maestra Andrea Montero.
Después de varias instancias de competencia, Santino y Martina fueron premiados con becas de estudio para las más prestigiosas escuelas europeas: Royal Ballet School (Londres), Ballet Schule Theater Basel (Suiza) y Princess Grace School (Mónaco).

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Recientemente un grupo de alumnos salteños de ballet viajaron a la ciudad de Buenos Aires para representar a la provincia en el YGP (Youth Grand Prix), certamen internacional de danza de alto nivel. Entre ellos Santino Herrera (14 años) y Martina Sánchez (13 años), alumnos de la maestra Andrea Montero.
Después de varias instancias de competencia, Santino y Martina fueron premiados con becas de estudio para las más prestigiosas escuelas europeas: Royal Ballet School (Londres), Ballet Schule Theater Basel (Suiza) y Princess Grace School (Mónaco).

Además, entre todos los docentes argentinos, brasileños y uruguayos, entre otros, que presentaron a sus alumnos, Andrea Montero tuvo el honor de recibir el reconocimiento a Mejor Maestro Preparador. “Un orgullo para los salteños estar a la altura de este evento de gran envergadura”, dijo la profesora.
Decididieron aceptar la beca de la última escuela, perteneciente a la ciudad italiana de Roma. Se trata de una de las más prestigiosas del mundo, dirigida por el maestro Luca Masala. Si bien la academia recibe más de 10.000 solicitudes de ingreso al año, solo logran ingresar 10 chicos.
“Los alumnos viven en la escuela donde reciben formación completa en danza. La institución es más que un semillero de talento, también es una guía de vida, en la que a los estudiantes se les enseña la importancia de la responsabilidad y se los prepara para forjar sus propias carreras. La enseñanza multidisciplinaria incluye clases de danza clásica y contemporánea, formación artística y académica, adaptadas a las necesidades de las diferentes nacionalidades de los alumnos. Para cumplir con este ambicioso objetivo, cuenta con profesores y artistas con carreras internacionales en sus espaldas”, agregó la profesora.
“Si bien la beca es por una semana, Santino y Martina serán evaluados permanentemente durante su estadía para ver si están preparados para ingresar a la escuela como alumnos regulares”, acotó Montero.

“La realidad es que todo esto de viajar para poder audicionar en la Princess Grace de Mónaco es todavía un sueño a alcanzar ya que la situación económica de ambos pequeños no les permite afrontar los gastos necesarios de pasaje, estadía y comida. Debemos juntar el dinero hasta el 30 de enero ya que la fecha de viaje sería el 25 de febrero y permanecerían hasta el 3 de marzo del 2023. Es por esto que estamos haciendo gestiones en el gobierno solicitando los pasajes. Además, solicitando a los reponsables de la Casa de la Cultura, nos preste sin costo la sala Juan Carlos Dávalos para poder realizar una función a beneficio. Por último, viendo la posibilidad de abrir una cuenta para que aquellos que quieran colaborar puedan hacer allí un donativo. Para los interesados en contribuir pueden comunicarse al 155348047”, aseveró Andrea.

 


Montero, graduada en el estudio de Miryan Pedrazzoli, realizó cursos de perfeccionamiento en técnica clásica y contemporánea con maestros de diferentes países. Durante su carrera como bailarina recibió becas y participó en certámenes internacionales, donde obtuvo varias medallas. Fue seleccionada por la CIAD como mejor bailarina del Noroeste argentino.
“Suelo decir a mis alumnos que son mis hijos de la danza, me encariño mucho con ellos. Soy muy exigente, siempre les pido más, no los dejo darse por vencidos y los animo a pasar obstáculos. Intento acompañarlos en el proceso y enseñarles responsabilidad y respeto por esta actividad, y por sus compañeros. Siento que más alla de la técnica, la danza es disciplina, una forma de vida. me gusta creer que lo que ellos aprenden acá les va a ser útil para todo lo que quieran emprender en la vida. Tengo casi 50 años de vida y 33 de ellos los pasé enseñanado y formando niños. En lo personal, he atravesado por situaciones muy dolorosas, la pérdida de mi esposo, el amor de mi vida, pero siempre encontré un refugio en esta pasión por la danza, una fortaleza. Sería maravilloso que ellos puedan encontrar lo mismo en la actividad que deseen desempeñar. A veces entro a la sala a dar clase con el corazón partido, pero al ver a mis niños, el alma vuelve al cuerpo. Trabajamos, jugamos, reímos, nos divertimos, los reto, los ubico, aprendemos...todo esto me ayuda a seguir adelante”, sentenció.

Una increíble historia de vida

Santino cuenta con una historia de vulnerabilidad social y familiar muy particular. Un papá ausente y una mamá, Laura, que lamentablemente atraviesa una enfermedad degenerativa llamada esclerosis múltiple en muy avanzado estado. Desde muy pequeño, cuida de ella con la ayuda de una buena samaritana a quien el llama “abu”.
No tienen un hogar propio, y en el medio un proceso de desalojo que pronto los dejará sin vivienda y las necesidades son muchas. A los gastos básicos, se le suman los de la enfermedad de su mamá, por lo que viven con muy poco, con ayuda de los planes del gobierno y de la generosidad de la gente.
Hace ya algún tiempo, la profesora Montero tomó conocimiento de la situación. Santino ama bailar, pero que no tiene los recursos para acceder al estudio de la técnica. La maestra, no tan solo lo becó, sino también colabora con Santino en lo que puede.
“Cuando conocí a Santi y su historia, decidí que lo iba a adoptar desde el corazón, él cuenta con las herramientas para bailar, e intento guiarlo en todo lo que edstá a mi alcance. Es especial, un niño dotado para la danza. Aprende rápido, tiene un cuerpo inteligente y ama la disciplina. Me escucha atento, recibe las correcciones y las absorbe, me mira siempre esperando la aprobación. En poco tiempo logró mucho, hizo un gran avance. Estoy tan orgullosa de él, se que lo presiono y le exijo, pero estoy convencida que puede llegar muy lejos, quizás más lejos de lo que él nunca soñó. A veces me emociono al verlo bailar, si bien le falta experiencia, es como un ángel en la escena, tiene espíritu, pasión y sangre”, resaltó Andrea.
“Pienso que encontró su lugar en el mundo, estas becas son la oportunidad de salir y crecer, ver la vida de otra manera. Desde hace un tiempo a esta parte que estaba buscando un lugar así para él, una escuela guía donde pueda terminar de formarse y conseguir en unos años un trabajo seguro como bailarín profesional. Esta es su gran oportunidad. Lógicamente, su mamá Laura, a pesar de su grave cuadro de salud, alienta para que su hijo cumpla sus sueños, aunque todavía no cuenta con los medios económicos para realizar el viaje. Un grupo maravilloso de abogados ayudan y apoyan a Santino, trabajan con todas sus fuerzas y están haciendo todo lo humanamente posible para sacarlo adelante. Admito que estoy ansiosa, nerviosa y expectante, por cumplir con el cometido. Parte de este proyecto de Santino está en mis manos es una gran responsabilidad, sería maravilloso que llegue lejos. Lo más grandioso sería sentir que puse un granito de arena para que él pueda volar”, afirmó Montero.

La niña

Martina, a pesar de tener sus padres separados, es una pequeña rodeada del amor de una familia. Vive con su mamá, Valeria Tolaba y viaja 2 veces al año a visitar a su pápá, Lucas Sánchez, quien vive en el sur.
Comenzó a bailar desde muy pequeña y hace 5 años ingresó al estudio de la maestra Andrea Montero.
“Marti es una nena muy dulce, cariñosa, responsable, inteligente y muy trabajadora. Cuando la conocí fue amor a primera vista. Hermosa, llena de condiciones y de ganas de bailar. Al principio temerosa e insegura, pero con el correr del tiempo y la suma de experiencias se fue convirtiendo en una bailarina poderosa...es fabuloso ver y acompañar ese proceso, un honor y un orgullo para mi”, sentenció la profesora salteña.
 

 

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