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"Mi misión en la vida es ayudar desde lo que siento que puedo hacer"

Juan Carlos Muñoz es un empresario tartagalense que trabaja en ser feliz y ayudar a quién lo necesite a acercarse a sus metas. Es coach ontológico y experto en finanzas.
Viernes, 30 de diciembre de 2022 22:49

Carlos Muñoz expresa sus ideas con fluidez porque lo asiste la convicción de que lo que está haciendo es lo correcto, lo que debe ser, es la misión para la cual se encuentra aquí y ahora. Este empresario de 62 años, integrante de una tradicional familia de tartagalenses cuyos abuelos llegaron desde España "para hacer la América". Así se decía en aquellos tiempos de los inmigrantes que venían con lo puesto pero espiritualmente con un bagaje lleno de esperanzas. Muñoz entiende que hasta hace unos años su vida fue un aprendizaje permanente para llegar a donde hoy se encuentra. 

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Carlos Muñoz expresa sus ideas con fluidez porque lo asiste la convicción de que lo que está haciendo es lo correcto, lo que debe ser, es la misión para la cual se encuentra aquí y ahora. Este empresario de 62 años, integrante de una tradicional familia de tartagalenses cuyos abuelos llegaron desde España "para hacer la América". Así se decía en aquellos tiempos de los inmigrantes que venían con lo puesto pero espiritualmente con un bagaje lleno de esperanzas. Muñoz entiende que hasta hace unos años su vida fue un aprendizaje permanente para llegar a donde hoy se encuentra. 

Padre de tres hijos adultos, abuelo de tres niños pequeños, Carlos no es el mismo de antes porque ha evolucionado fiel a su esencia. Es un hombre reacio a hablar de más, dice lo justo y lo necesario; pero cada frase que expresa tiene contundencia porque como él mismo lo explica: "Estamos más que para hablar, para escuchar". Muñoz es coach ontológico y realiza mentorías (acompañamientos, le llama) en finanzas, otro aspecto del coaching cada vez más utilizado por empresas, organizaciones y personas particulares que quieren alcanzar sus metas tomando de una vez por todas las riendas de su economía mediante la adopción de medidas bien concretas. 

En esa búsqueda de evolucionar, Carlos Muñoz, quién por familia y tradición siempre fue cristiano, en los últimos 20 años se había volcado con más devoción a lo religioso y como les gusta decir a los más jóvenes: "no era por ahí, al menos para mí; todo bien con la iglesia pero yo sentía que en una institución universal que tiene 2 mil años de historia, sus guías y pastores trabajan mucho sobre el tema de la culpa; y eso "del pecado " nunca me terminó de cerrar".

Para qué soy bueno

Lo que hace Muñoz parece demasiado sencillo, casi una obviedad pero por alguna razón al menos en el departamento San Martín no se conoce a otro coach ni mentor que haga este trabajo porque no alcanza la buena voluntad, el consejo desinteresado, sino que se requiere de técnicas, herramientas y una formación permanente. De hecho se muestra entusiasmado porque en pocos días realizará una especialización con Elena Espina (una máster coach argentina que reside fuera del país y es reconocida a nivel mundial) para avanzar en otras técnicas y nuevas estrategias de trabajo. 

Carlos trabajó desde que salió del secundario en la empresa familiar y le tocó la etapa de modernizarla, adaptarla a estos tiempos (la empresa de los Muñoz ya ronda el siglo de existencia y fueron los primeros en vender combustibles en el departamento San Martín, hoy modernas estaciones de servicios) por tanto siempre tuvo los pies puestos sobre temas bien terrenales.

"Eso de que solo los pobres entrarán al Reino de los Cielos y que la riqueza material es mala nunca me cerró porque hay que comprar la comida, pagar el alquiler, hacer estudiar a los hijos por tanto eso de que ser pobre era un mérito no me convencía. En definitiva, después lo entendí y por si acaso explico que esa enseñanza de la Biblia de que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos, no es literal, se escribió hace dos mil años pero como los líderes espirituales no explican nada, nos queda la convicción de que ser pobres es bueno y que tener riquezas es malo".   

Cuando se le pregunta por qué hace esta tarea de escuchar, acompañar, sugerir, aconsejar desde su propia experiencia como creyente, empresario, padre de familia y coach, Carlos lo explica con toda claridad: "Siento que es la forma, el medio que tengo para dejarle algo bueno a quienes lo necesitan. Yo hubiese querido tener a alguien que me guíe, que me escuche que me hubiera dicho si vos querés hacé esto, pero ojo que vas a meter la pata. Hoy siento que esta es mi misión porque sé a dónde voy, es mi propósito en la vida más allá de trabajar, acompañar a los hijos o mimar a los nietos. Yo le preguntaba a Él (señala hacia arriba) por favor decime para qué soy bueno, qué querés que haga, ayudame a encontrar mi misión porque sé que todos tenemos una y bueno, me escuchó y aquí estoy".

Para el empresario norteño, "el dinero, la riqueza no son malas, todo lo contrario; y las finanzas personales son importantes pero el punto es cuál es la relación que tengo con el dinero y en eso trabajo con quienes me consultan. Tomo mi propia experiencia personal y para mí, el dinero era sinónimo de problema y prefería invertirlo en lo que fuera y era como que me sacaba un peso de encima. El dinero es también energía y si tenés una mala relación con él, no lo cuidás, no analizás bien cómo invertirlo, cómo administrarlo, si no te dispones a ahorrar una partecita aunque sea pequeña, desde ya te anticipo que vas a trabajar toda tu vida 14 horas por días y solamente te alcanzará para subsistir. A mis alumnos les enseño que se escuchen a sí mismos y no a los amigos, a los parientes que siempre vienen con ideas "geniales" de cómo tenes que gastar o invertir "tus" ahorros, "tu" esfuerzo".  

La voz de tu compromiso 

Para el coach ontológico, organizacional y financiero "si no nos sentimos bien con lo que nos está pasando sea el tema que sea, deberíamos analizar dónde estamos parados y porqué; cuáles han sido tus juicios, prejuicios o creencias que te llevaron a estar atado ahí y lo tercero es que yo me ofrezco a que juntos elaboremos un plan de acción para encontrar ese objetivo para la salida. Como su coach o su guía le muestro varias opciones para que la persona elija cuál camino seguir. En ese plan de acción después de tres días comienzo a llamarlo para preguntarle qué estás haciendo con nuestro plan porque yo soy la voz de su compromiso". 

Carlos Muñoz tiene el mail que en parte identifica a esa misión que le dio otra dimensión a su vida. "Mi mail es: [email protected] porque eso es lo que quiero hacer y busco en esa persona que se acerca a mí, qué puedo hacer por ella. Quiero ayudarlos a que ellos mismos se den cuenta que pueden vivir mejor, más felices, con plenitud, con todo lo que tienen pero también con todo lo que no tienen porque es un cambio de percepción, de mirar las cosas desde otro lado. Eso te lleva a tener empatía con el otro, a disfrutar inclusive de tu trabajo y en todo caso si no lo disfrutas, emprender el camino para encontrar lo que te hará más feliz".

En relación a la actividad laboral, Muñoz precisa que "trabajar en lo que nos da satisfacción emocional es algo impagable y esas personas -me pasa a mí por ejemplo- no necesitamos que nadie nos diga, andá a tu trabajo, levantate temprano, porque el trabajo que hacemos todos los días nos gusta, casi diría que nos encanta porque es vida, es crecimiento, es progreso de todo tipo y en todo sentido. Pero si con tu trabajo eso no te pasa, tenes que buscar algo que ames, buscá concretar ese sueño que tenés. Todos sabemos que no se trata de "no me gusta mi trabajo, así que renuncio y chau"; no pasa por ahí. Pero no podemos quedarnos haciendo de por vida lo que no nos gusta y no ir por ese sueño; entonces mientras aseguramos nuestra fuente diaria de ingreso, vayamos aunque sea de a poco, pero vayamos por ese otro anhelo. Es todo un proceso como cuando sembras una semilla: plantala, cuidala, regala, proyectate hacia lo que vos queres y andá detrás de ese objetivo".

A nivel empresarial Muñoz enseña a liderar, armar equipos de alto desempeño, recurrir a los indicadores para ver cómo va el equipo "porque con la gente podés hacer lo que quieras; es impresionante cómo en ese rol de liderazgo te podes enriquecer con todas las iniciativas, con todas las ideas superadoras de la gente que trabaja con vos. Pero como en toda cosa hay estrategias, hay técnicas que pueden aplicarse para llegar a esos objetivos. Mi primera experiencia la hice en mi propia empresa porque la tenía como mi conejito de indias y estamos muy bien". 

Otra de las terapias con las que Carlos Muñoz trabaja es con las barras de access (la activación de 32 puntos) "y la utilizo cuando hago sesiones presenciales que nos dan excelentes resultados. La idea es recetear nuestras cabezas, sacarle toda la basura que vamos acumulando en el día a día y cuando esté limpia ayudar a aumentar la productividad, el entusiasmo, la creatividad, el trabajo en equipo", se entusiasma al explicar.   

De hecho que muchos sin conocer demasiado serán detractores de su trabajo ("cuando le sugerís a alguien tendrías que consultar un psicólogo, la respuesta muchas veces es "yo no estoy loco" así que imaginate lo que pasa con los coach", explica) pero tienen tanta convicción en lo que hace que solo puede avanzar por este camino que encontró después de casi 60 años de vida. 

 

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