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Van Gaal, el DT que rechazó a Riquelme, critica a Messi y no quiere a los argentinos

Es el entrenador más veterano de Qatar 2022. Estaba retirado, pero volvió al fútbol porque sueña con ser campeón con Países Bajos (Holanda). En 2020 tuvo cáncer: se recuperó pero se retirará tras el Mundial.
Domingo, 04 de diciembre de 2022 10:54

Amado y odiado casi por igual, hay algo en que el sentimiento por Louis Van Gaal es unánime: todos lo respetan. Con sus modales, a veces malísimos, quienes lo disfrutaron o lo padecieron como entrenador, destacan su frontalidad. Es el entrenador que en Qatar 2022 accedió por segunda vez en su carrera a los cuartos de final de la Copa del Mundo.

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Amado y odiado casi por igual, hay algo en que el sentimiento por Louis Van Gaal es unánime: todos lo respetan. Con sus modales, a veces malísimos, quienes lo disfrutaron o lo padecieron como entrenador, destacan su frontalidad. Es el entrenador que en Qatar 2022 accedió por segunda vez en su carrera a los cuartos de final de la Copa del Mundo.

Referente fundamental de Marcelo Bielsa, Van Gaal supo reconocer al Loco por sus cualidades como DT. Raro en el neerlandés, que desprecia a los argentinos o a todo lo que huela a sudamericano. Incluso, se podría hacer extensivo a lo latino, como alguna vez dijo el italiano Luca Toni, que sufrió a Van Gaal en el Bayern Munich: “Odia a los latinos”, declaró.

Pero del mismo modo en que Bielsa es su más fiel alumno argentino, es Juan Román Riquelme el que está en las antípodas: para él, el fútbol nace desde lo individual y se hace colectivo. Por eso el técnico neerlandés rechazó al ahora vicepresidente de Boca en el Barcelona (como también lo hizo Bielsa en la Selección, en su proceso entre 1998 y 2004).

El propio Riquelme contó que en su primer día en Barcelona, aún con la sonrisa dibujada por la presentación oficial, fue llevado por Van Gaal a una oficina. Sobre la mesa había decenas de CDs con imágenes de sus partidos y las palabras del técnico lo fulminaron: “Con la pelota en los pies, usted es el mejor del mundo. Cuando no la tiene, es un jugador menos”.

Van Gaal lo hizo jugar de extremo izquierdo y Román, en el primer partido, eligió desobedecerlo, convencido de que suelto era más eficaz. Y lo fue, al menos para él, porque se cambió de posición y hasta dio dos asistencias que terminaron en goles. Pero para el entrenador, el equipo está sobre las individualidades, y JR lentamente fue desapareciendo de los titulares. Eso sí: no hubo traición porque Van Gaal le dijo en la cara lo que pensaba.

En la misma línea, Van Gaal puso reparos en la utilidad que le encuentra a Lionel Messi en un equipo de fútbol. Cuando la Pulga estaba en su etapa final en el Barcelona, en 2019, el orientador neerlandés le dio una extensa entrevista al diario El País de España, en tiempos en los que se había retirado por segunda vez como entrenador.

“Mire al Barcelona. ¿Cuántas Champions han ganado con el que dicen que es el mejor jugador del mundo? Mire a Neymar en el PSG. ¿Cuántas Champions ganó? Neymar y Messi me gustan como futbolistas individuales, no como jugadores de equipo. Yo creo que en los juegos colectivos no hay nada más importante que el jugador de equipo”, fue lo primero que dijo sobre Messi en relación a lo que él considera la falta de juego colectivo del crack argentino.

Y reforzó: “Creo que Messi debería preguntarse cómo es posible que lleve tanto tiempo sin ganar una Champions. Me gusta Messi como jugador individual. Es el mejor jugador individual del mundo porque sus estadísticas son asombrosas. ¡Me gusta! Pero, ¿por qué no gana la Champions desde hace cinco años? ¿Por qué? Como capitán, debe preguntarse por qué el equipo no gana en Europa”.

El duro al que la vida golpeó fuerte

Nacido en Ámsterdam hace 71 años, Van Gaal está al borde del retiro. En realidad, al borde de su tercer retiro, porque ya había decidido dejar de entrenar hace cinco años. Pero la posibilidad de volver a conducir a la Selección de su país lo puso de vuelta en carrera pero con una certeza: será su último viaje. Y su sueño es ser campeón mundial.

Hace dos años, unos estudios clínicos le dieron muy mal. Y el diagnóstico fue contundente: cáncer de próstata. Pero no cualquier cáncer sino uno agresivo, que podía llevárselo puesto. Siguiendo la gran premisa de su vida, ésa que “el equipo está siempre por delante de las individualidades”, el entrenador prohibió a quienes sabían de su estado que les dijeran a los jugadores, porque podría afectar sus rendimientos.

Su tratamiento abarcó parte de las Eliminatorias para Qatar 2022 y también la última Eurocopa y recién recibió el alta médica este año, en abril. “En la mayoría de los casos -reveló en una entrevista reciente- uno no se muere de cáncer de próstata. Lo más común es que sean las enfermedades que se derivan de este tipo de cáncer las que acaban siendo mortales”.

Pero el tratamiento oncológico, que además de la fuerte medicación incluyó 25 sesiones de rayos y una espera de casi medio año para esperar la confirmación de que el cáncer había desaparecido, fue un éxito. La procesión del Van Gaal enfermo fue por dentro: por fuera, fue el Van Gaal de siempre.

El hombre que revivió al fútbol neerlandés

Hablar de Países Bajos (o de Holanda) en fútbol, es hablar de Rinus Michels y de Cruyff. Del Ajax y de la “Naranja Mecánica”. Y para los años 90, el equipo de Amsterdam reverdeció de la mano de Van Gaal, conquistando varios títulos locales pero volviendo a estar en la consideración europea: en 1991/92 ganó la Copa UEFA (hoy Europa League) y en 1994/95 obtuvo la Champions League y la Copa Intercontinental.

Medio año antes de iniciar esa temporada ganadora, vivió una de las grandes tragedias de su vida: en enero de 1994, su esposa Fernanda Abbes murió víctima de un cáncer de páncreas e hígado. Estaban juntos desde 1969. Como siempre en la estructura Van Gaal, lo individual quedó en un segundo plano, y en medio su duelo encaró la que fue terminó siendo la mejor temporada de su carrera en el Ajax.

Pensó en retirarse de la dirección técnica luego del Mundial 2014, en el que salió tercero ganándole ese lugar a Brasil después de haber perdido la semifinal con la Argentina de Sabella, el día en que Chiquito Romero se convirtió en héroe en la serie de penales. Pero aceptó ser el sucesor de Ferguson en el Manchester United.

Volvió a hablar del retiro en 2017, esta vez atravesado por el dolor de su hija y el suyo propio tras la muerte con poco tiempo de diferencia de su yerno y de su hermana menor. Pero la convocatoria a su “last dance” con la selección lo pudo. A los 71 años, ya está en los cuartos de final de Qatar, después de haber eliminado a Estados Unidos. Y fiel a su estilo, con su esquema por sobre todo, quiere ir por su sueño pendiente, ser campeón mundial.

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