Luego de que la FIFA comunicara, en una fallo polémico, que el partido entre Argentina y Brasil, suspendido el 5 de septiembre cuando Anvisa entró al estadio en San Pablo, deberá definirse dentro de una cancha, más allá de las multas y sanciones (a cuatro argentinos) que completan la notificación, ya se instaló el supuesto posible escenario para albergar al clásico sudamericano y es afuera del continente.
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Luego de que la FIFA comunicara, en una fallo polémico, que el partido entre Argentina y Brasil, suspendido el 5 de septiembre cuando Anvisa entró al estadio en San Pablo, deberá definirse dentro de una cancha, más allá de las multas y sanciones (a cuatro argentinos) que completan la notificación, ya se instaló el supuesto posible escenario para albergar al clásico sudamericano y es afuera del continente.
Si bien la AFA apelará el fallo y Claudio Tapia ya mostró su disconformidad con lo decidido, empiezan a vislumbrarse posibles sedes por si la FIFA y el TAS le dan luz verde a la primera determinación.
Así, aparecen dos horizontes: Europa, con Wembley a la cabeza, o Qatar, para inaugurar el único estadio que falta abrirse al público, el Lusail, con capacidad para 80 mil personas, donde se disputará nada menos que la final del Mundo.
Este imponente estadio se inauguraría con el postergado encuentro por eliminatorias entre Brasil y Argentina, que fuera suspendido en septiembre pasado en San Pablo a los cinco minutos de juego, en medio de una gran polémica.