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“Veíamos mujeres y decíamos lo que le haríamos”

Uno de los seminaristas que declaró este jueves dijo que compartía momentos de ocio con el sacerdote, que miraban programas de TV y hablaban groserías. Además, un cura salió en defensa del exobispo de Orán.
Jueves, 24 de febrero de 2022 19:41

A las coincidentes testimoniales sobre las visitas que el exobispo Gustavo Zanchetta realizaba en las habitaciones de los seminaritas, se sumó la de otro joven, N. A. que también afirmó haber visto al religioso merodeando en su habitación: “Un día entredormido, no sé qué hora era, vi al obispo caminar dentro de la pieza, sentarse a los pies de la cama de un compañero con una linterna”. 

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A las coincidentes testimoniales sobre las visitas que el exobispo Gustavo Zanchetta realizaba en las habitaciones de los seminaritas, se sumó la de otro joven, N. A. que también afirmó haber visto al religioso merodeando en su habitación: “Un día entredormido, no sé qué hora era, vi al obispo caminar dentro de la pieza, sentarse a los pies de la cama de un compañero con una linterna”. 

El mismo testigo además contó que junto al obispo “veíamos la tele y hablábamos groseramente, veíamos mujeres y decíamos lo que le haríamos”, admitió, avergonzado, ante el Tribunal. 

Consultado por el silencio que se repite en los diferentes testimonios, explicó que “en la iglesia se habla de la obediencia, y él era el obispo”.

Gustavo Zanchetta es juzgado por abuso sexual simple en perjuicio de dos exseminaristas y este jueves se llevó a cabo la cuarta jornada del juicio en la ciudad norteña.

Otros dos exseminaristas se sumaron también a las declaraciones. Si bien negaron haber sido testigos directo de los hechos denunciados,  aseguraron haber sido blanco de los maltratos de Zanchetta: “Una vez que volvió de Roma le regaló un alba a K. y a mi y mi compañero nos dijo que nos daba esas crucecitas porque eso era lo que valíamos”, recordó uno de los jóvenes.

Por su lado, Víctor Ranieri, un viejo colaborador del obispado, “de la época de Cargnello”, aseguró haber sido acusado por Zanchetta. “Me trató de ladrón, se creía Dios, era soberbio”, indicó y aseguró haber sido testigo de los pedidos de masajes del exobispo.

Durante la mañana, también declaró un administrativo del obispado. “La ventana de mi oficina daba al seminario. Cuando el padre martín salía (rector del seminario), Zanchetta entraba”, destacó. Además confirmó haberse encargado de las compras de las bebidas alcoholicas para los asados que organizaba el exobispo los viernes. “Compraba champagne”, precisó.

Un cura apoyó a Zanchetta

El único testimonio en apoyo directo a Zanchetta fue el del cura R.B., que apuntó a la misma hipótesis que sostiene la defensa a cargo de Enzo Gianotti. 

El defensor oficial, que en cada audiencia es asistido por dos abogados canonistas, sostuvo que las denuncias por abuso son parte de un plan orquestado por 3 sacerdotes: Martín Alarcón, Gabriel Acevedo y Juan Manzano. Los tres curas oranenses,  junto a otros dos reconocidos sacerdotes, denunciaron ante la Nunciatura los comportamientos de su por entonces superior, denuncia que terminó con la salida de Zanchetta al Vaticano. “La pelea entre los padres la pagan los hijos”, resumió Zanchetta en su declaración.

Durante su declaración, el cura R.B., advirtió que una vez que Zanchetta dejó el obispado, lo excluyeron: “Perdí la confianza en el padre Martín, me dijo que como era muy cercano al obispo, los seminaristas me tenían recelo”, aseveró. 

Consultado por la hipótesis de la defensa, el cura aseguró estar de acuerdo, porque estos sacerdotes “hicieron toda una movida para demonizar a monseñor Gustavo y todo lo que hizo y dejó en la diócesis”. Afirmaciones a las que volvió el juez López: “¿Qué dejó? ¿Porque el seminario luego de esto se cerró”. 

Mientras que la fiscalía a cargo de Soledad Filtrín y Pablo Rivero consultaron por el fin del complot denunciado: "Por poder", dijo el sacerdote.


 

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