Audaces, sin escrúpulos y con muy poco que perder, dos hombres se sentaron en una de las mesas que tiene el popular carro sandwichero La Tablita, ubicado en una de las esquinas de la plaza Sergio Alberto Gareca del barrio El Periodista, zona sur de la ciudad. Bajo engaño, se hicieron pasar por clientes y dijeron estar "esperando a un amigo", los sujetos se sentaron y se hicieron atender. Lejos de poder cobrarles lo consumido, quienes atendían en ese momento en el carro sufrieron el ataque del mayor de los delincuentes y la amenaza permanente: "Sacá el fierro vos o lo sacó yo", decían los ladrones, quienes impunemente se llevaron un parlante, un teléfono, una cámara de seguridad y un táper con papas marcadas.
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Audaces, sin escrúpulos y con muy poco que perder, dos hombres se sentaron en una de las mesas que tiene el popular carro sandwichero La Tablita, ubicado en una de las esquinas de la plaza Sergio Alberto Gareca del barrio El Periodista, zona sur de la ciudad. Bajo engaño, se hicieron pasar por clientes y dijeron estar "esperando a un amigo", los sujetos se sentaron y se hicieron atender. Lejos de poder cobrarles lo consumido, quienes atendían en ese momento en el carro sufrieron el ataque del mayor de los delincuentes y la amenaza permanente: "Sacá el fierro vos o lo sacó yo", decían los ladrones, quienes impunemente se llevaron un parlante, un teléfono, una cámara de seguridad y un táper con papas marcadas.
"Llegaron entre las 20.30 y las 21, eran dos, uno de ellos al parecer menor de edad. Pidieron un sandwich con una gaseosa, el mayor tenía una botella de vidrio que parecía vino o una bebida blanca", le dijo a El Tribuno uno de trabajadores del lugar, quien tuvo que lidiar con la violencia de los asaltantes desatada el domingo. Según la víctima, en ese momento había unos nenes jugando en la plaza, "una familia al frente que vio todo y los chicos de la estación de servicios", contó el joven.
El sandwichero intentó cobrarle varias veces hasta que el mayor de los ladrones, molesto, le dijo: "No te quiero pagar y te voy a robar todo". Se levantó, arrancó el metal de acero inoxidable que cubre el mostrador y antes de ser interceptado por uno de los trabajadores del lugar lo golpeó con la chapa en la cara. Al intentar alejarse "se cayó y cuando lo quise agarrar el changuito -por el menor- amagó con sacar algo de la cintura". El empleado salió corriendo hasta la playa de la estación de servicios, donde llamó al 911.
Los delincuentes cruzaron la avenida Ex Combatientes de Malvinas con dirección al barrio Bancario, "el que llevaba el táper se cayó y las papas quedaron desparramadas en la ruta". Al menos unos 20 minutos pasaron hasta que llegó un patrullero y personal de la motorizada en dos vehículos, los uniformados quedaron en avisar si atrapaban a los delincuentes. Hasta pasada la medianoche de ayer no había novedades de los ladrones.
Sin denuncia
Tras el robo, empleados de La Tablita intentaron denunciar lo ocurrido, sin embargo los policías les dijeron que debían trasladarse hasta la comisaría para dejar asentada la denuncia. “La verdad que todavía no la hice porque estoy trabajando, no puedo ir y dejar mi puesto”, dijo una de las empleadas del lugar. Habrá que analizar la cámara de seguridad instalada en uno de los postes ubicados en la plaza, con la esperanza de que dicho artefacto funcione.