El tractorazo a la ciudad de Buenos Aires que los productores venían solicitando en diversas asambleas que se realizaron en los últimos días ya tiene fecha: será el 23 de abril.
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El tractorazo a la ciudad de Buenos Aires que los productores venían solicitando en diversas asambleas que se realizaron en los últimos días ya tiene fecha: será el 23 de abril.
Así se acordó en una reunión que se realizó anoche entre productores autoconvocados de distintas regiones del país y de entidades rurales, como el grupo de asociaciones del norte bonaerense que tiene una activa participación con críticas al Gobierno.
“Esto recién empieza”, señaló Román Gutiérrez, productor de la región de Pergamino. “Va a ser una gran movilización”, indicó Raúl Víctores, integrante de la Sociedad Rural de San Pedro.
“Se decidió y acordó el 23 de abril; esperamos que la Mesa de Enlace lidere la marcha”, agregó Víctores a La Nación.
En las distintas asambleas se venía solicitando a la Mesa de Enlace que fuera ella quien pusiera una fecha para la movilización. Por ahora no lo hizo y los productores lo hicieron por su cuenta. La Mesa de Enlace encabezó hoy una serie de reuniones con la oposición en la Cámara de Diputados y consiguió el compromiso de Juntos por el Cambio para librar "una fuerte ofensiva parlamentaria" con el objetivo de frenar el aumento de retenciones anunciado por el Gobierno nacional para el aceite de soja y la harina.
En este sentido, la principal alianza opositora reclama la puesta en funcionamiento de la comisión bicameral de Trámite Legislativo que es encargada de dictaminar en sentido favorable o desfavorable los decretos de necesidad y urgencia (DNU) que luego son convalidados o no en el Senado.
De hecho, los presidentes de los bloques del PRO y de la UCR de Diputados y del Senado ya mandaron notas a las presidencias de ambas cámaras para que se normalice la situación de la bicameral.
El Congreso, entonces, es el escenario elegido por la oposición para resistir y defender a ultranza los intereses del sector del campo que amenaza con sublevarse por el impacto de las últimas medidas en la rentabilidad de su negocio. .
FUENTE: LA NACIÓN