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Tras 45 años de lucha, el crimen de Fidel Yazlle tendrá su juicio oral

El secuestro y asesinato del comerciante y dirigente radical de Morillo fue en 1977. El juicio por este crimen de lesa humanidad tiene fecha y hora: 29 de marzo a las 10.
Jueves, 24 de marzo de 2022 02:36

En 45 años, Teresa Francisca Toledo nunca bajó los brazos en su afán de lograr justicia por la muerte de su esposo Fidel "Toto" Yazlle, un comerciante, militante de la UCR e instructor de básquet, asesinado en Morillo por el aparato represivo de la última dictadura, cuando tenía 36 años.

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En 45 años, Teresa Francisca Toledo nunca bajó los brazos en su afán de lograr justicia por la muerte de su esposo Fidel "Toto" Yazlle, un comerciante, militante de la UCR e instructor de básquet, asesinado en Morillo por el aparato represivo de la última dictadura, cuando tenía 36 años.

Ella y sus tres hijos, huérfanos desde muy niños, sienten que por fin este Día de la Memoria también los incluye. Es que el tan esperado juicio oral y público por el salvaje crimen tiene fecha después de casi medio siglo de injusticias. La primera audiencia será el próximo martes 29 de marzo, a las 10.

En todos estos años de constante peregrinar por los tribunales, los Yazlle no recibieron ni una moneda del Estado como familia víctima de crímenes de lesa humanidad. Quizás porque desde las grandes capitales donde el terrorismo de estado se condenó fuertemente con cuantiosos resarcimientos a sus víctimas, no se pudieron ver hasta ahora todos los estragos que hizo el aparato represivo en localidades del interior profundo, como Morillo. Ahí tenía un bar y hospedaje Fidel Yazlle. Teresa lo recordó con dolor a pesar de los años transcurridos: "Mi esposo era un ciudadano pacífico, trabajador, excelente persona, solidario con todos y especialmente con los aborígenes, apreciado por sus vecinos y amado por su familia. Fue cruelmente asesinado el 11 de febrero de 1977 por el grupo de tareas Guardia del Monte. Pasaron 45 años y no tenemos el consuelo de ver presos a los responsables, unos murieron y otros andan sueltos gozando de una libertad que no merecen y amenazando a los familiares de las víctimas".

Agregó: "Llevo 45 años esperando este juicio y gastando todo lo que tengo y más. Nunca el Estado me dio lo que me corresponde por ser mi marido una víctima de la dictadura militar y del terrorismo de Estado. Hay una ley que indemniza a las víctimas de lesa humanidad y yo nunca tuve esa consideración del Estado. Ahora he ido a ver a la secretaria de Derechos Humanos de la Provincia para que me hagan este reconocimiento como devolución de todos los gastos que tuve en 45 años con un sueldo de docente y de jubilada docente, solo para hacer justicia".

Comentó: "Mire qué incoherente que es todo: en el 86 pedí un defensor oficial y me negaron esa asistencia. En cambio, Soraire, un asesino, tiene la defensa oficial y gratuita".

"Yo nunca bajé los brazos porque tengo una gran necesidad de hacer justicia. Amaba a mi esposo y padre de mis tres hijos, pasé más de la mitad de mi vida luchando por esto, no quiero irme de este mundo sin ver los frutos de estos 45 años de dolor y de lucha", expresó.

El cordero y los lobos

En 1977, "Toto" Yazlle tenía 36 años y un bar, comedor y hospedaje en el que despuntaba su militancia radical junto con otros vecinos de Coronel Juan Solá (Morillo), denunciando actos de corrupción. Poco antes de su secuestro había formalizado ante la Unidad Regional de Policía de Orán y el destacamento de Gendarmería de Embarcación denuncias que implicaban al interventor municipal de facto, Humberto Lazarte, y al comisario del pueblo, Adolfo Ávila, en supuestos contrabandos, talas clandestinas y otros ilícitos.

Con este panorama, la noche del 11 de febrero de 1977, Yazlle fue sorprendido en las puertas de su negocio por sujetos armados que lo subieron en una camioneta Ford y lo acribillaron a balazos en la ruta 81.

El peor día de la vida

Si hay fechas nefastas para recordar, el 12 de febrero de 1977 fue el peor día de la vida de Teresa Francisca Toledo. Ella llegó desde Orán a la comisaría de Morillo convocada por las autoridades porque su esposo, Fidel Yazlle, había sufrido "un accidente" el día anterior. Mientras su cuñado y su hermano entraron a un cuarto con el comisario Adolfo Zenón Ávila (uno de los procesados en la causa), ella recorrió un pasillo que conducía a tres celdas vacías. En la tercera pudo ver la ropa de Fidel: "Está muerto", pensó.

De todos los imputados y procesados por el crimen de lesa humanidad de Fidel “Toto” Yazlle, sólo están vivos Mario Palermo y Andrés Soraire, ambos tienen más de 80 años. “Les veré la cara por fin en el juicio oral y público el martes 29 de marzo a las 10. Yo soy querellante con mi hijo Daniel y además soy testigo clave en esta causa. Esperamos 45 años que llegue este momento”, expresó la viuda. 

 

Teresa Francisca, en un infierno de desolación, advirtió que la muerte de su esposo no había sido un accidente. Es que los siniestros criminales, tras quitarle la vida a tiros, desnudaron el cuerpo de Yazlle y lo arrojaron a las vías del ramal C25, cerca de Pluma de Pato (departamento Rivadavia) para que el tren de las 22, que unía Embarcación con Formosa, triturara sus restos.

Así, de a pedazos y en una bolsa, terminó a los 36 años la vida de este comerciante, padre de tres hijos, árbitro de básquet y hombre idealista inscripto en las líneas de la Unión Cívica Radical.

"Acá sigo de pie"

En su charla de ayer con El Tribuno, Teresa dijo: "Fue un final salvaje para una persona pacífica y honesta. Las pruebas contra la Guardia del Monte de la policía son contundentes. Los criminales que debían ser juzgados eran varios: Andrés Soraire, que era el jefe de la Guardia del Monte; Fortunato Saravia, que era policía; Mario Palermo, jefe de la Brigada de Investigaciones de toda la zona norte; el comisario Zenón Ávila, que era de Salta pero fue trasladado por inconducta a Morillo donde hacía estragos y operó con otros policías para terminar con la vida de mi esposo. De todos ellos, solo están vivos Palermo y Soraire, tienen más de 80 años y están procesados ampliamente. Les veré la cara por fin en el juicio oral y público el 29 de marzo a las 10. Yo soy querellante con mi hijo Daniel y además soy testigo clave en esta causa".

"A estos criminales les he rebatido con pruebas cada una de las mentiras, hasta le echaron la culpa al ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), pero les demostré que era mentira con peritaje tras peritaje. Me han perseguido, me han amenazado, he tenido mucho miedo. Pero acá estoy, sigo de pie, espero que este Día de la Memoria sea también para recordar el crimen terrorista cometido contra Fidel Yazlle en el interior de Salta".

 

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