La ruta 9 se tiñó de negro azabache. Desde Villa de Ojo de Agua en adelante (el límite entre Santiago del Estero y Córdoba), El Tribuno se topó con miles de cuervos en diferentes tramos de los 240 kilómetros que separan esa localidad y la capital cordobesa. Se esperan al menos 42 colectivos, más de 15 tráfics y otros tantos autos que arriben desde Salta al estadio Mario Alberto Kempes para el partido de 32avos de final de la Copa Argentina entre Independiente de Avellaneda y Central Norte.
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La ruta 9 se tiñó de negro azabache. Desde Villa de Ojo de Agua en adelante (el límite entre Santiago del Estero y Córdoba), El Tribuno se topó con miles de cuervos en diferentes tramos de los 240 kilómetros que separan esa localidad y la capital cordobesa. Se esperan al menos 42 colectivos, más de 15 tráfics y otros tantos autos que arriben desde Salta al estadio Mario Alberto Kempes para el partido de 32avos de final de la Copa Argentina entre Independiente de Avellaneda y Central Norte.
Los cuervos se ubicarán en la popular norte "Daniel Alberto Willington" y parte de la platea Osvaldo Ardiles y al menos habrá, según los cálculos de allegados al azabache, unos 6 mil simpatizantes de Salta en un estadio para 57 mil. Es una incógnita cuánta gente llevará el rojo, pero a Central le importa poco y nada. Prometen ser los dueños de la fiesta mientras esperan el batacazo en el campo de juego.
Villa de Ojo de Agua fue el primer punto de parada para muchos. De los 900 kilómetros entre Salta y Córdoba, ese punto significa 645 kilómetros, un lugar ideal para descansar y recargar combustible.
Desde la última localidad santiagueña hasta el Kempes, miles de azabaches transitaron y también fueron retenidos en diferentes ciudades: Villa de María, Villa del Totoral, Jesús María y antes del ingreso a la circunvalación. La policía requisó a la mayoría y les quitó bebidas alcohólicas. Y pese al accionar policial, hubo buena predisposición de los hinchas, quienes se mostraron ansiosos por llegar al estadio y también contaron a El Tribuno que fueron tratados con respeto "a diferencia de lo que pasa en Salta", sintetizó un hincha. Otro fue más contundente: "Acá están capacitados, no como allá (en Salta) que son inoperantes".