"Al cuervo lo hace su gente", una famosa frase que lleva años en la tribuna de Central Norte está desplegada en la cabecera norte, la popular Willington del estadio Mario Alberto Kempes. Detrás del trapo, seis mil cuervos festejan y cantan desde mucho antes del inicio del partido por Copa Argentina entre Central Norte e Independiente, en los 32avos de final de la Copa Argentina. En frente los diablos rojos miran un tanto desconcertados, el equipo de primera se mide ante uno del Federal A y los cuervos son los que en la previa desatan la fiesta en la provincia del cuarteto y el fernet.
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"Al cuervo lo hace su gente", una famosa frase que lleva años en la tribuna de Central Norte está desplegada en la cabecera norte, la popular Willington del estadio Mario Alberto Kempes. Detrás del trapo, seis mil cuervos festejan y cantan desde mucho antes del inicio del partido por Copa Argentina entre Central Norte e Independiente, en los 32avos de final de la Copa Argentina. En frente los diablos rojos miran un tanto desconcertados, el equipo de primera se mide ante uno del Federal A y los cuervos son los que en la previa desatan la fiesta en la provincia del cuarteto y el fernet.
Muchas familias, desde ancianos a bebés de apenas días es que "ser del cuervo es desde la cuna", argumenta una madre con el niño en brazos. Otros cumplen el sueño de llegar a un partido histórico con amigos o varias generaciones de un mismo apellido e igual pasión porque este duelo no es común. De hecho es la tercera vez que se enfrentan dos clubes con historias muy diferentes y con más de cien años de vida. De un lado el máximo ganador de la Copa Libertadores y del otro el equipo humilde de Salta. En la previa de esta copa solo se habían enfrentado en dos oportunidades, ambas en 1980. Una en la vieja doble visera el 5 de octubre con victoria roja por 5 a 0 (Alzamendi x 2, Sanabria x 2 y Olguin. La otra, en Salta el 16 de noviembre del mismo año. Fue 4 a 1 para el rojo con los goles de Brailovsky x 3 y Alzamendi.
Sin embargo eso no le importa a los azabaches que cantan sin parar mientras observan el imponente Kempes y a los equipos calentar. En un rato serán 11 contra 11 y en las tribunas mucha gente de ambos equipos.