Clota, la protagonista de esta historia, le alegró la vida a los casi 685 mil seguidores que su dueño Facundo Aguilera tiene en TikTok y a otros 43 mil que lo siguen por Instagram. Desde Córdoba y para el mundo, el joven estudiante de ingeniería agronómica, graba videos graciosos desde hace un año y medio junto a su vaca de 10 años, que es tan dócil como un perro doméstico.
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Clota, la protagonista de esta historia, le alegró la vida a los casi 685 mil seguidores que su dueño Facundo Aguilera tiene en TikTok y a otros 43 mil que lo siguen por Instagram. Desde Córdoba y para el mundo, el joven estudiante de ingeniería agronómica, graba videos graciosos desde hace un año y medio junto a su vaca de 10 años, que es tan dócil como un perro doméstico.
"El día a día me sorprende esta viralización que no esperaba, no era un objetivo, ni una meta. Tampoco me esperaba la cantidad de seguidores en las redes sociales ni las entrevistas", contó Facundo a El Tribuno desde Villa General Belgrano, Córdoba.
Clota llegó a la vida de Facundo cuando tenía un mes de vida. Estaba a un costado de la ruta con sus patas traseras lastimadas producto de una doble fractura expuesta. Al parecer había caído de un dique cercano. En ese entonces el joven tenía 11 años y junto a su papá Néstor la rescataron. La idea era que se cure y encontrar a sus dueños, pero esto nunca pasó -probablemente porque el dueño de un animal suelto debe pagar una multa más cara que el propio animal-.
"Con mi viejo le tuvimos que dar la mamadera un buen tiempo, fue clave para generar el vínculo con ella", sostuvo. "La conexión se dio desde un primer momento. La figura materna eramos nosotros mi papá y yo, sobre todo él porque yo era muy chico. Mi viejo fue el protagonista de darle el alimento, leche industrial, lo más parecido a la que le hubiese dado su madre", agregó.
La vaca se hizo dócil, contrariamente a lo que generalmente ocurre en la crianza de ganado en el campo. "A las 2 o 3 semanas ella ya sabía que íbamos y se acercaba a nosotros que le demos el alimento. Nos veía llegar y venía desesperada".
Y al poco tiempo surgió ponerle un nombre como a cualquier animal doméstico. "El origen de Clota no tiene explicación. Había que buscarle un nombre y se nos ocurrió que a la hora de elegirle uno pienses que es un animal de granja. Mucha gente sin saber quien era, nos decía que por su nombre le daba la sensación de que era una vaca simpática".
Ya bautizada Clota, Facundo y Néstor se encargaron de pagar su tratamiento, pero perros salvajes la atacaron y tuvieron que comenzar de cero. "Cuando apenas se estaba empezando a recuperar de las fracturas expuestas, los perros salvajes le abrieron las heridas y le comieron las orejas, por eso se ve con las orejas cortadas. Hoy, por el tamaño que tiene, ya no corre el riesgo y si bien no juega con otros animales, tampoco se lleva mal con el perro que está en el campo, con los caballos ni las ovejas".
El sobrenombre y la viralización
Un día, durante la pandemia, Facundo comenzó a grabar los comportamientos de Clota. Para él no era nada extraño pero sabía que iba a ser una novedad para muchos, aunque -como dijo- no esperaba hacerse famoso ni estaba como objetivo que se viralicen sus redes.
"Desde que la tenemos fue presentando distintas cosas que inconscientemente la hace parecerse a un perro y de ahí quedó el sobrenombre de la 'vacaperro' que le puso la gente".
"Ella entra a la casa, saca pan y se roba facturas. Hace lo que haría un perro", dijo.
Y finalmente detalló lo que genera en las personas: "Hay mucha gente que llega a alguna conclusión, como de empezar a plantearse no comer carne. Más allá de eso estamos muy enfocados en sacarle una la sonrisa a la gente, porque muchos se ponen muy contentos cuando ven los videos. Es un humor sano".