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El Aybal y El Pajeal, caminos narcos que ofuscaron a Delfín Castedo

Una alférez que trabajaba en la Unidad de Operaciones Antidrogas de Gendarmería expuso un detallado informe. Tres caminos conducían al vecino país de Bolivia, por donde habrían ingresado toneladas de droga.
Miércoles, 13 de abril de 2022 02:33

Desde el 3 de noviembre, todos los miércoles, se viene llevando a cabo en el Tribunal Oral Federal 1 el juicio contra los hermanos Castedo, Delfín y Raúl, y otros integrantes de una supuesta asociación ilícita. En la última audiencia hubo varios momentos tensos, uno de ellos fue cuando el líder de la organización narco criminal solicitó la palabra para, según él, desmentir todo lo que se expuso hasta el momento.

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Desde el 3 de noviembre, todos los miércoles, se viene llevando a cabo en el Tribunal Oral Federal 1 el juicio contra los hermanos Castedo, Delfín y Raúl, y otros integrantes de una supuesta asociación ilícita. En la última audiencia hubo varios momentos tensos, uno de ellos fue cuando el líder de la organización narco criminal solicitó la palabra para, según él, desmentir todo lo que se expuso hasta el momento.

Junto a los hermanos Castedo, están siendo juzgados su exmujer Melba Araujo, los comerciantes Alberto, Luis y Mario Alberto Yudi y el martillero público Eduardo Torino. Están acusados por los delitos de asociación ilícita y lavado de activos provenientes del narcotráfico. El debate es presidido por el juez Federico Díaz, junto a los vocales Marcelo Juárez Almaraz y Marta Liliana Snopek.

En los cinco meses que lleva adelante el juicio la fiscalía -a cargo del fiscal general Carlos Martín Amad y el auxiliar fiscal Jorge ViltesMonier-, presentó más de 80 testigos. En ese marco, el miércoles pasado la fiscalía llamó a declarar a una alférez que, al momento de las investigaciones seguidas contra el Clan Castedo, se desempeñó en la Unidad de Operaciones Antidrogas de Gendarmería Nacional, quien, entre otros puntos, expuso un detallado informe sobre las fincas El Pajeal y El Aybal, propiedad de Delfín Castedo.

Caminos y portones

La testigo confirmó que dichos campos, ubicados en Salvador Mazza, colindaban con territorio boliviano y describió tres caminos dentro de la finca que conducían al país vecino. "Eran tres caminos bien marcados, muy limpios para circular con vehículos, los que daban con tres portones", declaró. Pasando esos accesos, ya era Bolivia.

"Uno de los portones era enorme, podía entrar un camión grande, parecía de ripio y era muy transitable", agregó la testigo. En este tramo, se hizo alusión a un caso de un transporte de 180 kilos de cocaína desbaratado el 12 de diciembre de 2016, en la ruta 50, a la altura de El Quebrachal.

  Camino conducente al vecino país de Bolivia. 

En dicho procedimiento, cayó detenido Bernardo Flores, quien llevaba la droga en un camión Scania, el cual habría salido de la finca El Pajeal, hipótesis que se barajó en su momento a partir de distintas evidencias que sugerían cierta relación del camionero con los Castedo. Al respecto, la testigo afirmó que un camión de esa característica podía haber transitado en los caminos descriptos. "En el recorrido aéreo marcamos todo", aseguró.

Asimismo, describió cómo eran los portones, explicación que dejó en claro que dichos accesos estaban restringidos. "Tenían candados y no pudimos encontrar la llave, nadie sabía quién tenía la llave", recordó la testigo sobre el informe.

Sobre la finca El Aybal, indicó que dicha propiedad estaba compuesta por un campo abierto, sin mucha infraestructura, aunque sí recordó que existían caminos, los cuales "marcamos en el relevamiento aéreo, eran los que llegaban a Bolivia".

Los detalles de cada uno de esos caminos, con las coordenadas exactas, tanto de la senda como de los portones, fueron exhibidos en el juicio por el auxiliar fiscal, instancia en que la testigo ratificó la existencia de las vías que, desde la finca El Pajeal, conducían a Bolivia sin ningún tipo de control.

Ex y administradora

Al explicar el rol de los integrantes volvió a surgir la rispidez entre ellas en las defensas de Araujo y Torino, quienes según lo descriptos tenían roles como "administradora" y "testaferro" en la finca El Pajeal, respectivamente.

También se refirió a la "información sensible" que le llegaba a Delfín respecto a las diligencias judiciales dispuestas en la investigación en su contra, tanto al momento en que era prófugo como después. Sobre quién podía ser ese informante, señaló que Castedo "tenía muchas comunicaciones con Torino y éste, a su vez, hablaba con un comisario de apellido González".

Sobre Araujo, y dado que participó de la detención de la misma en julio de 2017, la alférez recordó que el procedimiento fue en Salvador Mazza, cuando la ex de Castedo circulaba en un auto que el capo narco le había regalado. Dijo que Araujo intentó darse a la fuga, algo que la acusada trató de presentar como confuso y que su reacción se debió al temor de un secuestro, cuando la testigo fue contundente al sostener que, previo a reducirla, se identificaron como personal de Gendarmería Nacional.

Al responder sobre el rol que adquirió Araujo tras la detención de su ex, no dudó en sostener que la acusada asumió la administración de la finca El Pajeal, ya que muchas decisiones pasaban por ella, lo que surgió, tanto de lo declarado por testigos como de las intervenciones telefónicas.

Pidió la palabra

Cada vez que Delfín Castedo vio que su coartada sufrió algún golpe, solicitó la palabra y esta vez no fue la excepción. Molesto por lo expuesto por la alférez, apuntó que se trata de una "persecución". El capo narco reconoció la existencia de caminos, algunos de los cuales se los adjudicó y otros afirmó que fueron realizados por "los bolivianos", o bien, por una empresa petrolera.

Dijo que, al tomar posesión de la propiedad, no desarmó tales caminos porque los bolivianos se lo pidieron, ya que necesitaban para sacar sus animales. No obstante, dejó en claro que los tres caminos descriptos en el debate sirven para el paso de camiones de peso. "Lo único que pasa acá es que tratan de confundir, escuchan una cosa y terminan diciendo otra. Mañana viene otro gendarme con un libreto y todos dicen lo mismo", se quejó Castedo.

 

 

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