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Una homilía pascual de Mario Cargnello con sabor a poco

A diferencia de otras celebraciones, el arzobispo de Salta pronunció un discurso alejado del contexto social actual de la provincia y el país.
Lunes, 18 de abril de 2022 02:13

Una pobre homilía pronunció anoche el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, la cual estuvo alejada de la coyuntura actual, a diferencia de otras oportunidades, cuando sus palabras solían tener alguna correlación con la situación social del país o la provincia. Luego de una semana que lo tuvo en el ojo de la opinión pública tras ser denunciado por supuestos hechos de violencia de género contra una monja, Cargnello limitó su mensaje pascual a una breve narración de la resurrección de Cristo.

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Una pobre homilía pronunció anoche el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, la cual estuvo alejada de la coyuntura actual, a diferencia de otras oportunidades, cuando sus palabras solían tener alguna correlación con la situación social del país o la provincia. Luego de una semana que lo tuvo en el ojo de la opinión pública tras ser denunciado por supuestos hechos de violencia de género contra una monja, Cargnello limitó su mensaje pascual a una breve narración de la resurrección de Cristo.

El arzobispo de Salta remarcó que en esta época "ofrecemos al cordero nuestro sacrificio de alabanza, y ese cordero es Jesús, que cargó con los pecados del mundo sin reparos ni objeciones para limpiar nuestras condiciones humanas, mi condición humana. Y ofrecerse Él por nosotros".

Cargnello se permitió una digresión para hacer una comparación con el "Señor del Milagro... Es un Cristo crucificado, pero el pueblo de Salta captó que en la crucifixión del amor estaba el triunfo de la vida y por eso hicieron los rayos y, por eso, desde hace tanto tiempo celebramos el Pacto".

"Ahí está el punto donde uno entiende qué es ser hombre. Buscamos modelos, queremos interpretar la historia, hacemos lecturas políticas, económicas e ideológicas de la historia. Pero todo eso pasa y lo que queda es la pregunta: ¿quién es el hombre?, ¿quién soy yo? Y la respuesta es que Él me hizo hijo porque me hizo hermano, el Señor Jesús, y yo lo puedo celebrar en la Pascua, un lugar que me proyecta para la vida eterna y me hace vencer a mí también a la muerte, porque lo último de nuestra vida no es la tierra sobre nuestra tumba, sino la resurrección", dijo.

Resaltó que "la Pascua, la resurrección del Señor no es el último capítulo del libro, sino el primero. Hay que ir aprendiéndolo, los apóstoles lo fueron aprendiendo".

"La Pascua aconteció en la noche, así como la Navidad y el inicio del éxodo del pueblo judío. Todo se da en la noche, que es oscura pero a la vez clara porque nos permite ver las estrellas que de día no se pueden ver. Y en esa noche, en una noche empezó una nueva historia que es la mía, porque he sido bautizado en la muerte y resurrección de Jesús. Aconteció la victoria de la vida sobre la muerte", señaló.

A continuación reveló que "por eso, en la madrugada, cuando empieza a captarse la nueva realidad y va una mujer, María Magdalena, al sepulcro y ve que la piedra había sido sacada, va a buscar respuestas a la Iglesia. Y entonces Juan y Pedro van a ver y se dieron cuenta que lo que había enseñado el Señor era verdad, Él es el camino nuestro. La novedad es Él, no busquemos otro. Hay que plantearse si nuestra fe se centra en Jesús o en otras cosas".

 

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