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Toda historia que encierra el dique Cabra  Corral, al cumplirse sus Bodas de Oro 

Al concluir las obras, técnicos de Agua y Energía calcularon que la vida útil del embalse sería de cien años.
Domingo, 24 de abril de 2022 02:15

Hace pocos días el embalse General Manuel Belgrano, más conocido como Cabra Corral, cumplió cincuenta años de vida, un hecho que para los salteños pasó lamentablemente, casi inadvertido.
Cabra Corral fue inaugurado el 15 de abril de 1972 por el expresidente de facto, general Alejandro Agustín Lanusse, unos setenta años después de concebida su construcción. Se concretó a 24 años de iniciados los estudios del proyecto y seis después de que el presidente, Dr. Arturo Humberto Illia, diera por iniciada la obra en enero de 1966.
Y si bien la idea de embalsar las aguas de los ríos Arias y Guachipas era de vieja data (hay quienes arriesgan decir que es de fines del siglo XIX), la primera vez que se propuso el proyecto del dique Las Juntas fue en la gobernación de don Luis Patrón Costas (1936 - 1940). Fue para entonces que YPF hizo los primeros estudios de factibilidad por encargo de la provincia de Salta. Esto dio lugar que entre los pobladores de entonces corriera la creencia de que en la zona había petróleo. De todos modos, esos primeros estudios sirvieron para elaborar el proyecto del embalse Las Juntas, una obra de menor envergadura, concebida únicamente para riego y con un muro de contención de solo 50 metros de altura. Este proyecto, al igual que el de Laguna San José en el río Bermejo, Embarcación, nunca traspusieron los anaqueles de la División Técnica de la Dirección Provincial de Irrigación.

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Hace pocos días el embalse General Manuel Belgrano, más conocido como Cabra Corral, cumplió cincuenta años de vida, un hecho que para los salteños pasó lamentablemente, casi inadvertido.
Cabra Corral fue inaugurado el 15 de abril de 1972 por el expresidente de facto, general Alejandro Agustín Lanusse, unos setenta años después de concebida su construcción. Se concretó a 24 años de iniciados los estudios del proyecto y seis después de que el presidente, Dr. Arturo Humberto Illia, diera por iniciada la obra en enero de 1966.
Y si bien la idea de embalsar las aguas de los ríos Arias y Guachipas era de vieja data (hay quienes arriesgan decir que es de fines del siglo XIX), la primera vez que se propuso el proyecto del dique Las Juntas fue en la gobernación de don Luis Patrón Costas (1936 - 1940). Fue para entonces que YPF hizo los primeros estudios de factibilidad por encargo de la provincia de Salta. Esto dio lugar que entre los pobladores de entonces corriera la creencia de que en la zona había petróleo. De todos modos, esos primeros estudios sirvieron para elaborar el proyecto del embalse Las Juntas, una obra de menor envergadura, concebida únicamente para riego y con un muro de contención de solo 50 metros de altura. Este proyecto, al igual que el de Laguna San José en el río Bermejo, Embarcación, nunca traspusieron los anaqueles de la División Técnica de la Dirección Provincial de Irrigación.

 La Damond Dinerman

El 19 de mayo de 1947, el Gobierno nacional creó la empresa estatal Agua y Energía Eléctrica de la Nación (AyE), ente que tenía entre otros fines, “la evaluación y construcción de obras de ingeniería hidráulica” en todo el todo el territorio nacional. Así fue que AyE comenzó a evaluar casi todos los proyectos hidráulicos provinciales y entre ellos dos de Salta: Las Juntas, en el río Juramento y Laguna San José, en el río Bermejo.
Un año después, AyE resolvió revisar en el Valle de Lerma el proyecto Las Juntas, en la confluencia de los ríos Guachipas y Arias, cerca de la estación ferroviaria Coronel Moldes. Con ese fin contrató los servicios de la empresa norteamericana Persons, Brinckerhoff, Hogan y Mac Donald, representada en nuestro país por Damond Dinerman y Cía.
A poco, los técnicos llegaron a Salta y de inmediato se establecieron en Cabra Corral para iniciar los estudios. Tan rápido fue todo, que el campamento de la Damond Dinerman fue sorprendido en la noche del 25 de agosto de 1948, por aquel terremoto que sacudió todo el noroeste argentino. Fue tal la magnitud del sismo, que los directivos de la empresa vieron la necesidad de comunicarse con Estados Unidos y para ello debieron acudir a la red de radioaficionados. Y así fue que lograron contactarse a través de la estación de radio que don Francisco Martín (LU5OB) tenía en Cerrillos.
Sobre este primer campamento, don Eugenio Taruselli cuenta: “Eran los años de la posguerra y el campamento de esta empresa parecía una sucursal de la Sociedad de las Naciones en pleno monte salteño. Había topógrafos y agrimensores polacos, rusos blancos, italianos, franceses, norteamericanos... Algunos de ellos se aquerenciaron en la zona, subyugados por los profundos ojos de las salteñas, se casaron y hoy en día sus hijos ya son jóvenes ciudadanos argentinos”. 
Los estudios de factibilidad no solo fueron topográficos, también se hicieron trabajos geológicos, sismológicos, pluviométricos y níveos en las altas cumbres. El Ferrocarril General Belgrano aportó datos sobre las lluvias caídas en el Valle de Lerma desde octubre de 1898 y entre muchos otros trabajos, se aforaron todos los cursos de agua de las cuencas de los ríos Arias y Calchaquí.
Y si bien en 1952 los estudios encomendados por Agua y Energía aún no estaban concluidos, ya se sabía que el proyecto original de Las Juntas había sufrido un cambio fundamental, pues ahora contemplaba la construcción de un complejo hidroeléctrico, tal como fue incluido en el Segundo Plan Quinquenal del gobierno de Perón (1952-1957).
Para 1955, los estudios estaban concluidos y en 1957, AyE estableció la primera estación de aforo de Cabra Corral sobre el río Juramento y que funcionó en forma permanente hasta 1966, cuando se inicia la construcción.

 Licitaciones

Desde 1955, las obras de Cabra Corral ya estaban en condiciones de ser licitadas, sin embargo avatares de la política argentina hicieron que su construcción se postergara en dos oportunidades. La primera fue en enero de 1956 cuando AyE debió priorizar el Dique Frontal de Santiago del Estero, tierra natal del entonces vicepresidente de facto, contraalmirante Isaac Rojas.
La segunda postergación fue durante la presidencia del Dr. Arturo Frondizi, cuando en julio de 1958 AyE licitó por primera vez la construcción del Cabra Corral. Sin embargo, y también por influencias políticas, esos fondos fueron a satisfacer las exigencias del gobernador de Tucumán, don Celestino Gelsi. De esta forma, en 1962 comenzó a construirse el dique El Cadillal de Tucumán.
Finalmente y como dice un viejo refrán, la tercera fue la vencida. Luego que en 1965, Salta y Santiago del Estero acordaran el uso del agua y la electricidad del Cabra Corral, AyE autorizó el inicio de obra a Panedile Argentina SA, empresa que había ganado la licitación. 

 Inicio de obra

En enero de 1966, desde los balcones del Cabildo de Salta, el presidente Dr. Arturo Humberto Illia dio por iniciadas las obras del Cabra Corral. Ese día la lluvia impidió que la comitiva pudiese llegar hasta el paraje donde se había previsto realizar la tradicional ceremonia de la piedra fundamental del embalse. Meses después el presidente Illia fue depuesto por un golpe militar encabezado por el general Juan Carlos Onganía y por ello no pudo visitar oficialmente la obra en Coronel Moldes. 
Pero un día de 1967, el expresidente llegó a Salta dispuesto a conocer Cabra Corral. Lo hizo junto a sus correligionarios Francisco Martín y su hijo “Buby”, los mismos que en 1948 habían permitido que la Damond Dinerman se comunicara con Estados Unidos, después del terremoto.

 La construcción 

En 1966, Panedile y AyE se instalaron en Coronel Moldes y desde allí se ordenaron dos trabajos preliminares: el replanteo de la obra y limpieza de los predios donde se instalarían los campamentos. A fines de ese año ambas empresas ya se habían mudado de Coronel Moldes a Cabra Corral y contaban con barrios confortables donde al principio alojaron a 1.500 personas, cifra que las ampliaciones trepó a 4.500. Además, se habían acondicionado los primitivos caminos para permitir un tránsito de hasta 70 toneladas.
En 1967 llegaron las primeras familias de técnicos y obreros y el Consejo Nacional de Educación creó para sus hijos una escuela en el lugar. Se construyó el puente sobre el río Guachipas y se comenzaron a perforar dos túneles de 500 metros de largo, y las rocas donde descansarían los comandos de las compuertas de los túneles y las estructuras del aliviadero.
En 1968 se iniciaron las obras previas a la construcción del dique y se revistieron con hormigón armado los túneles. Uno para desviar el río Juramento durante la etapa constructiva del embalse y luego como descargador de fondo; y el segundo para la central hidroeléctrica.
En septiembre visitó la obra el director de El Tribuno, don Roberto Romero, juntamente con un equipo de periodistas y fotógrafos que se interiorizaron al detalle de la obra. A consecuencia de ello el diario publicó dos suplementos a todo color de los trabajos en Cabra Corral. 
Por último, a fines de 1968 se comenzó a pavimentar y reforzar el camino (RP47) entre la presa y el pueblo de Coronel Moldes.
En 1969, la construcción ingresa a una etapa clave. Vialidad de la Nación había terminado de asfaltar la RN 9 (ahora 68) entre El Carril y La Viña, y se había concluido el tramo de la RP47.

  Vista aérea del sector del puente del espejo de agua.

No bien llegó el otoño y las lluvias aminoraron, comenzaron a llegar los camiones medianos (10 y 20 tn) y pesados (60 y 70 tn) con los cuales se iniciaría de inmediato la construcción de la presa o lo que comúnmente se llama “murallón”. En los primeros días de la primavera, las topadoras cerraron el último portillo por donde el río Juramento corría desde hacía siglos. A partir de entonces sus aguas no volverían a pasar por ese lugar pues serían forzadas a adentrarse en la montaña a través de los túneles. El año concluyó con un intenso tránsito de grandes camiones y topadoras que construían el muro de contención.

 Murallón

En 1970, el murallón continuó ganando altura gracias al permanente aporte de tierra especial que transportaba la flota de grandes camiones Euclid B-70.
Y mientras las máquinas trabajaban día y noche, en Salta surgió una polémica para que el camino de ingreso al embalse sea desde Coronel Moldes y no desde el caserío de Juramento, a orillas de la RN34. El Tribuno, como protagonista principal, llevó adelante una campaña a favor del camino por Coronel Moldes, es decir desde la RN9. A poco, el gobierno de Salta se sumó a esa campaña hasta que AyE accedió cambiar el acceso al embalse. 
A consecuencia de ello se debió trazar un nuevo camino por los cerros (actual perilago) totalmente pavimentado y además, se construyó el puente que con el tiempo se transformaría en la imagen emblemática de Cabra Corral. 
Lamentablemente, el acceso desde Juramento por RP47 nunca se pavimentó y ello impidió e impide el ingreso al dique desde la RN34, de contingentes turísticos.
En 1971 los trabajos de la presa continuaron a buen ritmo, mientras paralelamente se iniciaba la construcción de los recintos que alojarían la Central Hidroeléctrica y se licitaba la compra de las turbinas. A fines de ese año, la obra estaba prácticamente concluida, solo faltaban detalles por lo que AyE resolvió inaugurarla el 11 de abril de 1972, ceremonia que finalmente se concretó cuatro días después.
 
 

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