En la oscuridad de su pequeña casita de barrio El Círculo 2, Fátima Aráoz reclamó anoche que la Justicia la escuche y que al menos le haga conectar la luz a su domicilio por razones humanitarias, si los derechos de "los niños aún tienen cabida en nuestra sociedad".
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En la oscuridad de su pequeña casita de barrio El Círculo 2, Fátima Aráoz reclamó anoche que la Justicia la escuche y que al menos le haga conectar la luz a su domicilio por razones humanitarias, si los derechos de "los niños aún tienen cabida en nuestra sociedad".
"Hace un tiempo decidí luchar por la filiación de mis hijos, ya que el padre de los mismos se niega a reconocerlos y de poco me echó de su casa, vivienda que ayudé a construir incluso como albañil", dijo Fátima.
"Me trajo desde Catamarca con promesas que hoy elude cumplir. Me tomó como empleada doméstica a los 15 años y desde entonces le serví durante casi 17 años.Hoy me echa junto a mis hijos a la calle. Me hizo cortar la luz para que no pueda vivir y resistir toda la violencia que soporté durante tanto tiempo", recordó la mujer.
Según había denunciado, el hombre no se hace cargo de la alimentación ni de los cuidados de sus tres hijos y el juicio de filiación que inició no avanza.
"Desde que salí en los medios me llamaron,entre personas, otras autoridades del Polo de Mujeres, del Observatorio de allá, Fiscalía y no sé ya cuántas más y no pasó nada", dijo.
Velas
Anoche, cuando El Tribuno la visitó, la mujer estaba con su hija haciendo la tarea, con velas.
"Yo sé que puede haber un problema de dominio o propiedad de este lugar para que Edesa me devuelva la luz. La Justicia tiene el poder de hacer valer los derechos de los niños", insistió.
Entrevistas, promesas que no llegan, alimentos que no vieron, expedientes por violencia de género, denuncias, amenazas. Todo es forma parte de la historia de Fátima.
Fátima asegura haber vivido junto al padre de sus hijos 17 años. Desde que ella tenía 15 y él 55, la sometió a su antojo. Tuvieron tres hijos. Hoy esa persona de 72 años, que vive con otra mujer en la misma propiedad, no quiere reconocer a sus hijos.
La mujer, acompañada de sus pequeños hijos de 9, 5 y 2 años, hace semanas que reclama en los pasillos judiciales que sus demandas se agilicen; mientras eso sucede, de la otra parte comenzó un desempoderamiento de bienes del hombre que les niega la paternidad a tres niños, que nacieron en esa propiedad y que ahora intenta desalojarlos cortándoles todos los suministros y exponiéndolos a situaciones límite.
Fátima Aráoz dijo anoche que tal vez la empresa eléctrica de la provincia pueda hacer el tan mentado "milagro de la luz", y devolverle la dignidad a unos niño "asustados, por la noche y el abandono".