Madre empeñada, intensamente apasionada con lo que hace, emprendedora, luchadora, puntillosa con el trabajo y con 31 abriles sobre sus espaldas, Laura le dedica gran parte de su vida al fútbol y a los niños, amalgamando en una misma actividad sus dos pasiones: el amor por la pelota -transmitido por herencia familiar, y principalmente por su hermano Diego, quien es director técnico, con quien trabajó y de quien dice haber aprendido mucho- y sus virtudes para enseñar, contener, formar, transmitir los valores colectivos de un equipo y darle forma a un sueño conjunto.
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Madre empeñada, intensamente apasionada con lo que hace, emprendedora, luchadora, puntillosa con el trabajo y con 31 abriles sobre sus espaldas, Laura le dedica gran parte de su vida al fútbol y a los niños, amalgamando en una misma actividad sus dos pasiones: el amor por la pelota -transmitido por herencia familiar, y principalmente por su hermano Diego, quien es director técnico, con quien trabajó y de quien dice haber aprendido mucho- y sus virtudes para enseñar, contener, formar, transmitir los valores colectivos de un equipo y darle forma a un sueño conjunto.
Ella es Laura Moyano, quien recientemente hizo historia defendiendo a la celeste y blanca y representando con orgullo a Salta, como entrenadora del seleccionado argentino de fútbol 7 de la categoría 2009, que se consagró campeón en la primera edición de la Copa América Infantil disputada semanas atrás en Montevideo, la capital del vecino país Uruguay.
Desde Joaquín V. González, su tierra natal, que hoy sigue siendo la base operativa de todos sus sueños sin olvidar ni dejar de lado sus raíces, desde su Anta querida, directamente para Sudamérica volaron los sueños de Laura, sin abandonar el anhelo y la convicción de que las escalas se multipliquen por el mundo.
Por iniciativa de un grupo de entusiastas formadores argentinos, a la que se sumaron apoyos de Brasil y del resto de Sudamérica, se formó en 2019 la Asociación Internacional de Fútbol Infantil (AIFI), pensada inicialmente como un ámbito que fomente y expanda más allá de las fronteras geográficas la formación, la contención, la interacción y la competencia de los más jóvenes valores del fútbol en el continente, y con el objetivo de darle un tempranero impulso con la disputa de la primera Copa América Infantil. A causa de la pandemia y su coyuntura crítica mundial, la concreción de esta primera competencia se vio dilatada, y recién pudo hacerse realidad en abril de este año, con Montevideo, Uruguay, como primera sede del certamen.
Bajo la modalidad de Fútbol 7, y con la participación de seis países (además de Argentina, compitieron Brasil, Uruguay, Colombia, Ecuador y Bolivia), se puso en marcha la primera Copa América en tres categorías (2009, 2010 y 2011).
Y para dirigir a los futbolistas de 13 años fue elegida Laura Moyano, la salteña que viene trabajando incansablemente desde hace casi una década en la formación de chicos, en su querido club Barrio Obrero de Joaquín V. González. Desde allí llegó la recomendación y Laura tomó el buzo de DT, armó el plantel, estuvo a la altura de la exigencia y encaminó a sus dirigidos a la gloria, tras vencer en la final a Brasil, en la primera competencia sudamericana a nivel infantil.
Así, Laura le relató su experiencia a El Tribuno: “Me tocó estar en la categoría más competitiva y pudimos obtener la Copa. La experiencia fue inolvidable, casi todo el país nos vio, de todas las provincias nos estuvieron apoyando muchísimo, algo que nos sorprendió y no lo esperábamos. Tuve la oportunidad de ser convocada y estar al frente de tamaña responsabilidad, para asumir lo más importante que hice en mi carrera, después de tantos años en la formación en Barrio Obrero (donde aún se sigue desempeñando)”, contó Laura, para luego referirse a la saludable composición federal de la Selección argentina que hizo historia en Montevideo.
“Entre los campeones hubo chicos de Misiones, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Tucumán, de todo el país. Para ellos fue una linda experiencia la interacción con otros chicos, esto le llena el alma a ellos. Yo con que ellos sean felices y los verdaderos protagonistas del logro, yo feliz, yo me corro del protagonismo. Fue algo muy lindo para ellos interactuar con pares de todo el continente”, relató emocionada la salteña entrenadora.
Laura le dedicó el título a su hija y a su madre: “Por seguir esto, que es mi pasión, a veces descuido a mi hija, pero ella me banca, y también mi madre, que la cuida cuando yo no estoy. Ellas son parte de todo esto que estoy viviendo”, concluyó.
Ir por más es la tarea
La buena performance del seleccionado argentino de la categoría 2009 en la primera Copa América Infantil de Fútbol 7 de la Asociación Internacional de Fútbol Infantil, Montevideo 2022, y por la aceptación de los chicos y su buen desempeño al frente y representando al país, a Salta y a su Joaquín V. González natal, Laura Moyano fue nuevamente convocada por la delegación nacional de la AIFI para hacerse cargo en el rol de entrenadora de la Selección argentina, esta vez de la categoría 2010, para una nueva Copa América.
La próxima cita sudamericana se llevará a cabo en Camboriú, Brasil, en 2023, y Laura ya se enfocó en ese objetivo. Pero esto es solo parte de sus múltiples actividades.
La joven salteña cursa la carrera de Profesorado de Educación Física, a la cual reconoce que la tiene “descuidada” por su pasión por el fútbol. “Mi madre me reta (risas) porque aún no me recibí, pero de a poco avanzo y me sigo perfeccionando. Estoy cursando a través de AFA la carrera de Director Técnico profesional, el club Argentinos Juniors me invitó para una capacitación y estoy preparándome permanentemente”, contó Laura Moyano.
Fabricio Sánchez Varela es el responsable argentino del proyecto de la flamante Asociación Internacional de Fútbol Infantil, que apenas cuenta con menos de 3 años de vida, y que y que ya dio sus primeros pasos con la última edición de la Copa América que se desarrolló en Uruguay y que fue un éxito. La idea en Argentina a la hora de convocar jugadores para la Selección es abarcar a la mayor parte del país, apelando a una real federalización para que todos los niños tengan chances por igual.