La defensa del dirigente del "movimiento por las dos vidas" Andrés Suriani apeló ante la Cámara de Apelaciones Civil la resolución del Juzgado en la causa que se inició por un supuesto escrache contra una médica del Hospital Público Materno Infantil (HPMI).
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La defensa del dirigente del "movimiento por las dos vidas" Andrés Suriani apeló ante la Cámara de Apelaciones Civil la resolución del Juzgado en la causa que se inició por un supuesto escrache contra una médica del Hospital Público Materno Infantil (HPMI).
La jueza subrogante de Violencia Familiar y de Género 2, Gisela Centeno, resolvió días atrás intimar a Suriani a abstenerse de ejercer violencia psicológica en medios de comunicación, redes sociales o cualquier otro medio de libre elección en contra de una médica del HPMI.
En diálogo con El Tribuno, el abogado defensor de Suriani, Matías Adet, confirmó que apelaron la resolución y que por lo tanto la misma no está firme. El letrado consideró fundamental dejar aclarado dos aspectos respecto de la resolución de la jueza: en primer lugar "afecta seriamente la intimidad y la privacidad de las comunicaciones del licenciado Andrés Suriani, que lo ampara nuestra Constitución en su artículo 18", y, en segundo lugar, "afecta severamente, y más grave aún, su libertad de opinión y de expresión respecto de un tema concreto".
"Consideramos, con mucho respeto pero con solidez, que la resolución presenta muchísimas contradicciones y la entendemos, incluso, arbitraria", indicó Adet.
Según el abogado, "la resolución nunca expresa en concreto cuál ha sido la supuesta acción u omisión de Andrés que pueda enmarcarse en términos de violencia, cosa que es fundamental", y advirtió en este sentido que "la resolución confunde la discusión sobre el aborto y las personas que están a favor o en contra de la práctica con lo que es la violencia de género, banalizando en este sentido o faltándole el respeto a las mujeres, realmente quedan en un contexto de violencia y eso es lo que más preocupa".
"Además es difamante para él, para su honor y su imagen que se asocie su nombre con la idea de violencia contra las mujeres, que es una situación alejada de su vida cotidiana y más aún en este caso concreto", argumentó Adet, y agregó que "es injusto que hoy se lo coloque en ese lugar y se relacione su nombre con un juzgado y un expediente de violencia contra la mujer, cuando esa no es la discusión". Señaló, asimismo, que "hay un detalle puntual que es el hecho de que porque se haya dictado normativamente una legalización en determinados aspectos en la posibilidad de interrumpir voluntariamente un embarazo, ello no volvió ilegal opinar en contra de esa práctica". "Sentimos que acá se buscó acallar su ideología, su postura y su pensamiento, y querer imponer por la fuerza el silencio de un ciudadano que tiene derecho a expresarse", advirtió Adet.
Finalmente aclaró que "no es real que él (Suriani) no puede hablar sobre el tema. La resolución, entre las tantas deficiencias que presenta, no indica en concreto qué considera que sea un acto violento por parte de Suriani sino que cuando resuelve le restringe ejercer actos de violencia psicológica respecto de esta médica, cuando esto no va a pasar. Es como el absurdo de prohibirle a una persona abrir vehículos para sustraer cosas del interior".