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Merienda solidaria: una dulce manera de trabajar por los demás

Desde los primeros días de mayo, todos los días sirven la merienda a los alumnos de la escuela de comercio Nº 5023 del barrio 20 de febrero de la ciudad de Orán.
Viernes, 13 de mayo de 2022 01:45

Esta acción se inició hace algunos años antes de la pandemia. Hoy docentes y alumnos volvieron a retomar las meriendas solidarias con la intención de brindar no solo una contención calórica, sino también emocional.

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Esta acción se inició hace algunos años antes de la pandemia. Hoy docentes y alumnos volvieron a retomar las meriendas solidarias con la intención de brindar no solo una contención calórica, sino también emocional.

"Comenzamos hace algunos años con la merienda solidaria en la Escuela de Comercio N´ 5023, turno vespertino. Ya tenemos recursos para esta semana y la servimos de forma gratuita. Seguimos buscando ayuda de quienes puedan colaborar para que estos jóvenes vengan a la escuela y sigan estudiando. Los alimentos los preparan y atienden la barra los mismos alumnos de todos los cursos de manera rotativa" expresó a El Tribuno el profesor Samuel Huerga.

Estudian y trabajan

La mayoría de los alumnos que asisten a la escuela trabaja durante todo el día, ya sea atendiendo los quehaceres del hogar, cuidando a los más pequeños de la familia, trabajando en el bagayo o trabajando en fincas.

El docente explicó que el objetivo de brindar la merienda es mejorar las condiciones de convivencia, bajar los niveles de tensión y mejorar la sociabilización. "Cuando un niño va con hambre a la escuela, generalmente se duerme. En cambio en la misma circunstancia, a un joven adolescente, el hambre lo pone irascible".

El colegio de comercio N´ 5023 con orientación en economía y administración funciona en el barrio 20 de febrero, en turno vespertino, asisten 750 alumnos y 150 docentes. "Todos se involucran, asegurar los alimentos y compartirlos es un acto revolucionario" aseguran.

Los docentes a cargo confirmaron que no tienen ayuda del Estado, así que a diario es un desafío conseguir los recursos. "Todos los días necesitamos alrededor 2500 pesos", informaron.

Un acto  reparador

Docentes y alumnos hacen un aporte mínimo, otros traen azúcar, un poco de yerba y de esta manera los jóvenes tienen garantizado, por su trabajo solidario, su taza de mate y un pedazo de pan. Muchas veces es la última comida. Este trabajo altruista humaniza. "Es un acto reparador. Ya lo hemos comprobado, por eso esperamos sostenerlo", expresaron. La tarea de conseguir los recursos, hacer la merienda y servirla es responsabilidad de los alumnos supervisados por los docentes. Se dividen en grupo y se rotan cada semana

Los jóvenes estudian contabilidad por lo tanto deben llevar el control contable de los ingresos y egresos. "Tienen la materia Procesos de Administración Contable, por lo tanto, combinamos acción práctica y pedagógica" dijo el docente Huerga

 

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