Pronto a llegar a la mitad del año la vertiginosa inflación no se detiene. Según informó el Indec, la inflación de abril fue de 6%, ubicando la suba de precios de los últimos doce meses en el 58%. Interanualmente superó a los índices de las últimas tres décadas, dejando atrás el triste récord conseguido durante la presidencia de Mauricio Macri donde en mayo de 2019 alcanzó el 57,3%.
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Pronto a llegar a la mitad del año la vertiginosa inflación no se detiene. Según informó el Indec, la inflación de abril fue de 6%, ubicando la suba de precios de los últimos doce meses en el 58%. Interanualmente superó a los índices de las últimas tres décadas, dejando atrás el triste récord conseguido durante la presidencia de Mauricio Macri donde en mayo de 2019 alcanzó el 57,3%.
"La única forma que tienen para que bajen los precios en esos productos que subieron mucho es que haya mayor oferta, eso se regula solo. Hay ciertas cuestiones en que el Estado debería inmiscuirse para contemplar ciertas imperfecciones del mercado. Por ejemplo, acá la carne es la más barata de Latinoamérica cuando la dolarizás, pero acá su precio es un escándalo y es inalcanzable",expresó Dapena.
Los argentinos ya están acostumbrados (o tal vez resignados) a convivir desde hace décadas con la inflación, sin embargo la precarización salarial comienza a ganar un lugar importante en la pérdida de calidad de vida. En Argentina, uno de cada tres trabajadores "en blanco" o registrado en el sector privado, es pobre. Poder recomponer el salario de los asalariados representa uno de los principales desafíos de este gobierno y los que vendrán.
"Hay sectores que no pueden subir las actualizaciones salariales porque el empresario no puede trasladar a precio. En este momento el sistema de precios está fallando porque la moneda tiende a perder permanentemente su valor. En los dos últimos meses perdió más del 12% de su valor, es decir somos un 12% más pobres si es que no nos aumentaron los sueldos", aseguró.
La variación salarial en este país es también un problema porque no acompaña a las subas que se producen con la inflación. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, en los últimos cuatro años los salarios del sector privado registrado perdieron contra la inflación en 30 meses, lo que equivale al 63%, mientras que los del sector público cayeron en 33 meses (69%), y los del sector privado no registrado en 34 meses (71%).
"Sacando algunos gremios que están consolidados, lo que más se está contrayendo es el valor del trabajo. Ahora se está dando este fenómeno por el que están tan preocupados los políticos; es que la gente trabaja pero no llega a fin de mes, cosa que nunca antes había ocurrido", destacó Dapena.
Desde que Argentina salió de la convertibilidad implementada en el gobierno de Carlos Menem, el país volvió a enfrentarse a dos problemas económicos frecuentes a lo largo de su historia: la inflación y la volatilidad del dólar oficial.
Al finalizar remarcó que en el país está fallando el sistema de precios porque la moneda pierde valor y que además haya sectores que tienen más fortaleza para negociar subas, esto desvirtúa todo este sistema. "A eso también hay que sumarle que nosotros tenemos dos tipos de dólar, la gran mayoría de las transacciones de exportaciones se hacen con el oficial, pero después en el resto de la economía hay muchas cosas que están actualizadas con el dólar blue", finalizó.