El pedido de renuncia efectuado por el ministro de Salud, Juan José Esteban, al exgerente del hospital de Tartagal, Santiago Payo, desató una serie de cuestionamientos y alertas sobre el funcionamiento del sistema sanitario en la provincia, especialmente en lo que se refiere a los fondos económicos destinados para ese sector del Estado.
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El pedido de renuncia efectuado por el ministro de Salud, Juan José Esteban, al exgerente del hospital de Tartagal, Santiago Payo, desató una serie de cuestionamientos y alertas sobre el funcionamiento del sistema sanitario en la provincia, especialmente en lo que se refiere a los fondos económicos destinados para ese sector del Estado.
Los reclamos de trabajadores monotributistas que no perciben con regularidad sus salarios fueron el detonante de la crisis en el hospital Perón de Tartagal, aunque los problemas ya se venían anticipando desde hace tiempo con la falta de profesionales y las coberturas en áreas críticas del nosocomio.
A esta situación se le sumaron en las últimas horas pedidos de otros hospitales de cabecera relacionados a respaldo financiero para su funcionamiento.
En este sentido, la falta de respuestas provocó situaciones límite que, para el caso de Joaquín V. González derivaron en las últimas horas en la renuncia simultánea de los tres gerentes operativos del hospital anteño.
Una nota
En una nota dirigida al ministro Esteban, los médicos Eduardo Acuña, Fátima Castro y Natalia Sorayre renunciaron de manera "indeclinable" a la Gerencia General, Gerencia de Atención a las Personas y Gerencia Sanitaria del hospital ubicado en la ciudad cabecera del departamento de Anta.
En una conferencia de prensa a medios locales, Acuña recordó que asumió la conducción del nosocomio en medio de un conflicto serio, con gente contratada y con trabajadores en situación de precariedad laboral.
El profesional recordó que asumieron su gestión "con carencia de personal, de especialistas, con falta de los elementos mínimos para el funcionamiento de un hospital".
Sin embargo, el directivo aclaró que con el aporte de todos, lograron regularizar algunas situaciones, con la promesa del Ministerio de Salud de la Provincia de que las cosas mejorarían con el tiempo.
"Pasamos tres gestiones del Ministerio, una pandemia de COVID-19 con un hospital a medio construir, con capacidad reducida, sin especialistas, con contratados temporarios. Aún así seguimos en la conducción", dijo Acuña.
"Somos un hospital pobre"
Las renuncias llegaron tras diversas acusaciones sobre problemas en la organización y administración del hospital que apuntan contra los gerentes y que circularon en los últimos días.
"La gente reclamó por falta de especialidades, de profesionales y carencias en la atención. Pero todas esas cuestiones fueron gestionadas. Pedimos médicos para cubrir guardias pediátricas, para atender una sala con 17 pacientes en estado crítico", señaló Acuña.
El profesional resaltó que el hospital cuenta "solo con un presupuesto de $78.000".
Acotó que "esos son los fondos fijos que se le transfieren a un hospital de la complejidad del nuestro. De PAMI recaudamos $7.000, de las obras sociales un mínimo. Unicamente con el Plan Nacional Sumar logramos facturar un volumen razonable que nos permitió comprar víveres, medicamentos y placas radiográficas, porque desde el Ministerio no nos proveían".
En soledad
"Sigo operando solo y con instrumentos de hace 50 años", indicó Acuña en otra parte de la conferencia de prensa que brindó junto a las otras gerentes que renunciaron. Puso de relieve que desde la cartera sanitaria les dijeron que ese era el presupuesto y que debían gestionar sus propios recursos y que de esa manera tuvieron que atravesar los dos años de pandemia. "Con el mismo grupo reducido de gente. Hace cinco años que soy el único cirujano de la zona. Sigo operando con la ayuda de colegas que tienen la voluntad de hacerlo, usando instrumentos de hace más de 50 años", sostuvo.
Para finalizar, manifestó que se pidió en reiteradas oportunidades cubrir los cargos que habían quedado vacantes, para lo que no se necesitaban nuevas partidas. Dijo que, sin embargo, no se logró el cometido.
"Lamento mucho la situación en la que se plantea mi salida. Hablan hasta de malversación. Qué podemos malversar; ¿pobreza?", expresó el médico Acuña.
"En Salta ganan el doble que lo que ganan en el interior. Es fácil hacer política cuando no se conoce la realidad del lugar. Y ahora vienen los ajustes y a eso no lo voy a avalar. Somos trabajadores de salud, no delincuentes", manifestó Acuña.