Una mujer que fue imputada por homicidio preterintencional, luego de cuatro meses de reclamos de la familia, obtuvo hace pocos días la libertad, al ser caratulada la causa como homicidio preterintencional.
inicia sesión o regístrate.
Una mujer que fue imputada por homicidio preterintencional, luego de cuatro meses de reclamos de la familia, obtuvo hace pocos días la libertad, al ser caratulada la causa como homicidio preterintencional.
La medida causó hondo desagrado en la familia de Orlando Rafael Amaya (víctima), quien murió en un hospital por diversos traumas sufridos de manera dolosa.
Desde la ciudad de Mar del Plata, su hermana Rocío Amaya se quejó amargamente de la decisión de la Justicia local, como de la carátula que le impusieron a la mujer identificada como Carolina Salva.
Rocío Amaya sostiene que las pruebas colectadas por la familia con el patrocinio letrado de Rodrigo Escovar, hicieron posible su detención luego de más de tres meses de peregrinar por los pasillos judiciales, aportando testigos y pruebas sobre la dolosa intervención de la mujer.
A fines de abril finalmente la Justicia ordenó la detención de Carolina Salva, una mujer con residencia en la localidad de La Merced, quien el 27 de diciembre de 2021 llevó en grave estado al hospital zonal a su pareja, Orlando Rafael Amaya, quien posteriormente falleció a causa de diversos traumas, tres de ellos en el cráneo, heridas -según ella-, causadas de manera accidental.
Meses después, la familia Amaya, tras golpear todas las puertas de la Justicia junto a su abogado, lograron aportar suficientes pruebas circunstanciales y testimoniales que orientaron la investigación hacia el delito de homicidio.
En tanto, el 24 de marzo, Ana Isabel Pistán, madre de la joven víctima, dijo a nuestro medio que el conjunto de pericias y testimonios apuntaban de manera objetiva a la muerte dolosa.
Así Carolina Salva, de 45 años, fue imputada -provisoriamente- por el delito de homicidio preterintencional recién a fines de abril.
Un mes después la mujer recuperó su libertad.
Por este razón Rocío Amaya manifestó ayer a El Tribuno que el fiscal de la causa le prometió una investigación, "y la verdad, no hizo nada".
"Nosotros vamos a apelar esta decisión porque entendemos que hay pruebas contundentes en contra de la mujer. Si es que el fiscal no quiere investigar, entonces debe apartarse y dejar lugar a alguien que tenga deseos de hacerlo, le recuerdo que la violencia de género no tiene sexo, no porque sea mujer tiene libertad para asesinar y ser beneficiada eternamente por lo que hizo", agregó.
La mujer insistió que le consta por pruebas y testimonios que "ella sumió a mi hermano Orlando Rafael en la miseria, lo mantuvo drogado y alcoholizado durante más de un mes, impedido de salir de una pieza de tres por tres metros donde dormía en el suelo, en un colchón sin forro. La tarde del 27 de diciembre del 2021 lo agredió, lo golpeó hasta dejarlo inconsciente, todo esto dicho por testigos que oyeron la discusión y los golpes. Luego salió de la pieza para regresar a las 18 o más, esperando quizá hallar un hombre sin vida, pero mi hermano estaba ahí, sangrante y sin poder caminar. Así lo sacó, lo llevó a casa de su madre y luego a un hospital donde murió. No es justicia, exigimos igualdad de derechos. Si mi hermano hubiera hecho la mitad de eso, estaría ya condenado a perpetua, pero fue la víctima. El pueblo entero sabe lo que pasó y junto a él esperamos una respuesta ajustada a la justicia, no a su derecho", fi nalizó.