Un grupo mayoritario de diputados nacionales intentará mañana lograr sobre tablas la sanción de lo que sería el primer avance firme hacia una reforma electoral: la Boleta Única de Papel, que permitirá al elector señalar personalmente su opción en una lista de candidatos que aparecerán en la papeleta. Es decir: se dejan atrás vicios históricos como la lista sábana, el "voto en cadena" y, al menos parcialmente, la presión de los punteros que condicionan al "cliente" hasta que llega a la mesa de votación. Es decir, en cada categoría, el votante señalará a su elegido, y no habrá ya posibilidades de desaparición o destrucción de boletas, votos marcados ni nada por el estilo.
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Un grupo mayoritario de diputados nacionales intentará mañana lograr sobre tablas la sanción de lo que sería el primer avance firme hacia una reforma electoral: la Boleta Única de Papel, que permitirá al elector señalar personalmente su opción en una lista de candidatos que aparecerán en la papeleta. Es decir: se dejan atrás vicios históricos como la lista sábana, el "voto en cadena" y, al menos parcialmente, la presión de los punteros que condicionan al "cliente" hasta que llega a la mesa de votación. Es decir, en cada categoría, el votante señalará a su elegido, y no habrá ya posibilidades de desaparición o destrucción de boletas, votos marcados ni nada por el estilo.
La transparencia mejorará sustancialmente, en la medida, por supuesto, que cada partido o frente cuente con fiscales, e incluso sin ellos, porque sería imposible borronear la boleta para modificar el voto.
Además, se estima que el ahorro en papel sería, a precios actuales, de 3.000 millones de pesos.
El proyecto es impulsado por el grupo IDEA, la Red de Acción Política Argentina y del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento de Argentina (Cippec). El pedido para convocar a sesión fue firmado por los principales bloques de la oposición. En total, tendrían asegurados 129 votos y quórum, pero para el tratamiento sobre tablas se requieren 180 votos.
La iniciativa de la Boleta Única de Papel no es nueva. La Red de Acción Política la impulsa desde hace una década y, de hecho, funciona exitosamente en Córdoba y Santa Fe.
Durante la gestión de Cambiemos hubo un gran entusiasmo en el oficialismo por la boleta electrónica, que llevó al cajoneo de la BUP. El informe técnico sobre la boleta electrónica fue lapidario: la tecnología no ofrece garantías para el secreto y la autenticidad del voto; se trata de un sistema más vulnerable y menos auditable.
Los datos históricos son inapelables: los únicos países que uitilizan a nivel nacional el voto electrónico son India, Brasil, Congo y Venezuela. Y si hay algo reñido con la transparencia electoral es el régimen de Nicolás Maduro. La manipulación tecnológica le permitió adulterar al menos el 10% de los votos para derrotar a Henrique Capriles en la elección posterior a la muerte de Hugo Chávez.
El enorme vacío de fiscalización que se genera desde el chip hasta el escrutinio hace vulnerable un sistema que debe ser invulnerable.
En Salta, como se sabe, la boleta electrónica comenzó a instrumentarse desde 2009. El gobernador Juan Manuel Urtubey lo presentó como nave insignia de su gestión y la Justicia Electoral bloqueó cualquier intento de revisión.
Incluso, personalmente y a través de sus funcionarios más cercanos, promocionó a la empresa Magic Software Argentina en diversas provincias, en Ecuador y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Lo único verificable es la velocidad del sistema, pero la fiscalización de los partidos políticos nunca llegó, porque el acceso al Código Fuente fue siempre denegado y porque la central de cómputos funciona en Buenos Aires.
Ayer, a través de un mensaje radial, Urtubey reivindicó, como "más profunda", a la Boleta Única Electrónica." "En nuestra provincia -dijo- hemos sido pioneros en el sistema de Boleta Única Electrónica y ese sistema ha generado la mayor renovación política desde la recuperación de la democracia".
Y recordó que, a nivel nacional, "el Sistema de Boleta Única Electrónica obtuvo la sanción en la Cámara de Diputados, pero lamentablemente en su momento fue al Senado y el Senado no tuvo la voluntad de avanzar". En realidad, el freno lo puso el informe técnico del Conicet, coincidente con las reservas de prácticamente todas las democracias del mundo desarrollado. El Programa de Seguridad en TIC, advirtió que no está suficientemente monitoreado el "proceso de creación del sistema" ni garantizadas las "prácticas de desarrollo seguro desde un principio".
Hay deficiencias en la "posibilidad de trazabilidad e interferencia", decisiones de diseño que deberían ser analizadas, y falta de hermetismo en la información.
El voto electrónico en Salta no fue una reforma política: solo una reforma instrumental, pero el clientelismo siguió a todo vapor con la nueva modalidad; la representatividad, el pluralismo, la participación de la mujer y la misma independencia de los poderes más que avanzar, retrocedieron.
Probablemente, en un futuro no lejano, sea posible que la gente vote desde su celular o desde su casa. Y más adelante aún, que la democracia se modifique y se plebiscite electrónicamente cualquier medida importante. Pero la tecnología no garantiza democracia. Ni la consulta electrónica asegura el respeto por la voluntad de los ciudadanos.
La transformación de la vida política que necesitan Salta y el país va mucho más lejos. Empieza por la mentalidad de la dirigencia. En ese contexto, la Boleta Única de Papel no va a hacer milagros, pero significará un avance en serio.