Las tropas rusas atacaron ayer con aviación y artillería la acería Azovstal, en la ciudad portuaria de Mariúpol, cuya conquista parece ser el gran objetivo de Moscú en Ucrania de cara a la celebración en Rusia del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, el próximo 9 de mayo.
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Las tropas rusas atacaron ayer con aviación y artillería la acería Azovstal, en la ciudad portuaria de Mariúpol, cuya conquista parece ser el gran objetivo de Moscú en Ucrania de cara a la celebración en Rusia del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, el próximo 9 de mayo.
"Durante la noche (del lunes) nos bombardearon. Murieron dos civiles, mujeres, y ahora se está produciendo el asalto a Azovstal", afirmó ayer el subcomandante del Regimiento Azov, Svyatoslav Palamar.
La planta siderúrgica, cercada desde varias semanas por la fuerzas del Ejército ruso y las milicias de la autoproclamada república popular de Donetsk, se ha convertido en un duro foco de resistencia y ahora el mando ruso apuesta por la captura de Azovstal como el principal trofeo a exhibir en la celebración del Día de la Victoria.
Acusaciones y evacuación
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, las tropas tuvieron que entrar en acción debido a que los efectivos ucranianos aprovecharon la tregua para la evacuación de civiles para ocupar posiciones de combate.
La ONU confirmó ayer que 101 personas, incluidos niños y ancianos, pudieron ser evacuadas de Azovstal, además de 58 civiles que se encontraban en el distrito de Manhush, en las afueras de Mariúpol, la mayoría de los cuales fueron llevados a la localidad de Zaporiyia.
Mientras, las autoridades ucranianas se muestran confiadas en que con la ayuda militar occidental, en particular con el armamento pesado que ha comenzado a recibir el Ejército ucraniano, conseguirá dar un vuelco a la guerra.
"Esto se notará en las próximas semanas, cuando empecemos a utilizar los obuses que nos está suministrando Estados Unidos, que son más precisos y tienen mayor alcance que los anticuados que emplea el Ejército ruso", afirmó Oleksii Arestóvich, asesor militar de la Presidencia ucraniana.
En su opinión, la superioridad cualitativa en artillería compensará la superioridad que mantiene Rusia en el aire. "Todo comenzará a cambiar en un par de semanas. Desde luego, aumentarán los combates. Pero las decisiones de Occidente de ayudarnos se materializarán en no más de dos semanas, y entonces veremos los cambios", aseveró.
Los suministros de armamento occidental a Ucrania preocupan claramente a Rusia que ve al Ejército ucraniano cada vez mejor pertrechado.
Putin se quejó ayer ante su homólogo francés, Emmanuel Macron, que la Unión Europea (UE) hace caso omiso a "los crímenes de guerra que cometen los militares ucranianos, a los bombardeos masivos de ciudades y pueblos del Donbás".
Según el jefe del Kremlin, Occidente podría ayudar a poner fin a estos crímenes "influyendo en las autoridades de Kiev y cesando el suministro de armamentos a Ucrania".