El diputado provincial Gustavo Orozco relativizó las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos que habría cometido cuando se desempeñaba como policía, acusaciones por las que fue citado a una audiencia de imputación ayer en la Fiscalía de Derechos Humanos. Aseguró que son cuestiones "propias de la función".
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El diputado provincial Gustavo Orozco relativizó las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos que habría cometido cuando se desempeñaba como policía, acusaciones por las que fue citado a una audiencia de imputación ayer en la Fiscalía de Derechos Humanos. Aseguró que son cuestiones "propias de la función".
El legislador por Rosario de la Frontera y exintegrante de la fuerza de seguridad dijo que un policía "no está exento" de que lo investiguen por abusos o torturas y acotó: "Ni conozco las denuncias".
"Vos vas a separar en una pelea, detenés a alguien y el detenido te puede acusar. Son denuncias propias de la función", dijo a medios locales, en una conferencia de prensa que ofreció ayer a la mañana en una confitería céntrica.
Orozco convocó a los periodistas para ayer a las nueve y dio su versión sobre los hechos por los que fue llamado a presentarse ante el Ministerio Público Fiscal al mediodía. Además de restarles importancia a las denuncias dijo que "son viejas" y cuestionó que lo imputen cuando pasaron "diez años".
El legislador acotó que tiene "pruebas" de que hay personas a las que les ofrecieron "dinero por testificar en su contra".
El fiscal de Derechos Humanos Gabriel González citó a Gustavo Orozco junto a otros cinco policías a una audiencia de imputación para ayer por cuatro causas de supuestas torturas.
Orozco hizo la semana pasada fuertes declaraciones en contra del ministro de Seguridad y Justicia de Salta Abel Cornejo que derivaron en que el funcionario intentara renunciar a su cargo.
En la sesión de la Cámara de Diputados, Orozco acusó a Cornejo de tener distintas denuncias en su contra y manifestó que una es por "abuso a una mujer".
Horas después, Cornejo presentó su renuncia y cuestionó que el oficialismo no hubiera salido a respaldarlo en la Legislatura, pero más tarde revirtió su decisión luego de que el gobernador Gustavo Sáenz le pidiera que no dejara el cargo y le diera su apoyo.
Orozco ya se había cruzado con Abel Cornejo a principios de abril, cuando el ministro fue a dar un informe en la Cámara de Diputados. El legislador trató de cuestionarlo por su tarea al frente del Ministerio, a lo que el funcionario le respondió que debería "presentarse en la Justicia por las 37 causas penales" que tiene abiertas por distintos delitos.
Ayer al mediodía, luego de hablar con la prensa, Orozco se presentó ante la Fiscalía de Derechos Humanos.
En diálogo con los medios, el expolicía había vuelto sobre un argumento al que recurre cuando se habla de las denuncias en su contra: dijo que todo es una campaña en su contra para evitar que sea el próximo gobernador de la provincia. "Necesito demostrarle a la sociedad quién soy. Me imputan con complicidad de un gobierno que tiene miedo a competir", declaró.
La Fiscalía de Derechos Humanos dispuso en los últimos días impulsar cuatro actuaciones correspondientes a denuncias radicadas con anterioridad realizadas en Metán y Rosario de la Frontera. Difundieron que las causas corresponden a cuatro hechos distintos de torturas.
Las acusaciones son por imposición de torturas, privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencias (dos hechos) y apremios ilegales agravados por la violencia.
El procurador general, Pedro García Castiella, había solicitado a la Fiscalía de Derechos Humanos actuar lo antes posible, frente a cualquier denuncia ya radicada o que se radique contra personal de las fuerzas de seguridad o penitenciaria por hechos relacionados con violaciones a los derechos humanos.